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༺ I'll Raise The Stakes To Seven ༻
DESPERTÉ EN UNA camilla de hospital. No recordaba nada de lo que había pasado antes de eso y sentía como si me hubieran pegado una paliza. Se me dificultaba bastante respirar, ya que me dolían mucho las costillas. También me fijé que tenía la muñeca izquierda enyesada.
─Eres la última en despertar.
Identifiqué a mi tía Jade en el otro lado de la habitación.
─Tía Jade...─ dije intentando incorporarme, a pesar de el dolor.
─Shhhh. No hagas ningún esfuerzo─ dijo sentándose en una silla al lado de la cama. Le hice caso.
─¿Qué está pasando?─ pregunté. Intentaba recordar pero mi mente estaba en blanco.
─Estás en el hospital. Sufrísteis un accidente de coche el domingo a la noche...─ la interrumpí.
─¿Domingo? ¿Qué...? ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?
─Dos días casi. Estamos a martes.
Me llevé la mano buena a la cabeza y suspiré pesadamente. Realmente senía como si una estampida de elefantes, no, dinosaurios hubiera pasado por encima de mí. Sólo estabamos mi tía y yo en la habitación, lo cual me llevó a preguntarme por mis hermanos.
─¿Que hay de...?
─Tus hermanos están bien. Mia despertó ayer, Joe está con ella, en su habitación─ explicó.
Asentí con la cabeza mirando mis brazos llenos de moratones y heridas, para luego mirar a las enfermeras y doctores, quienes caminaban por un pasillo al otro lado de la ventana.
Los eventos de aquel domingo eran un hueco en mi memoria. Recordaba pequeños flashbacks, sensaciones, pero nada más, por lo cual no recordaba qué había pasado exactamente con mis padres. Al no acordarme de mucho, asumí que no habían estado el día del accidente, que sólo eramos mi hermana y yo en el coche. Tal vez realmente no lo recordaba...
O tal vez una parte de mí, por más pequeña que fuera, temía lo peor y no quería aceptarlo.
─¿Dónde están mamá y papá? ¿Están fuera?─ pregunté mirandola de nuevo.
─Rors...
─¿Qué?─ pregunté riéndo suavemente.
Quería pensar que era una broma. Habría sido cruel por su parte pero, para mí, eso habría sido mejor que lo que realmente pasó. Que mis padres no habían sobrevivido el accidente. Quería pensar que en cualquier momento, mi tía comenzaría a reir sin parar y mis padres entrarían a la habitación con una sonrisa enorme plasmada en sus caras.
