12 - Un suave atardecer.

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- Así que... ¿eres la chica a la que Gen ayuda? -

Y ahí estaba ella, la adolescente rodeada de los hermanitos Shinazugawa, todos querían tomar la palabra, pero Sumiko era quien la tenía. La cuarta mayor acababa de llegar del club de atletismo de secundaria y aunque estaba algo cansada, el chisme era más importante.

- S-Si... - Normalmente no estaría tan nerviosa, pero la mirada de la pelinegra era tan intimidante como la de sus hermanos mayores, pero esta tenía una sonrisa juzgadora debajo, cosa que la hacía peor.

- ¿De casualidad no estas en el club de cocina? -

- Solo fui una vez, nada importante... - Sonrió algo nerviosa y la otra río como si fuera divertido. Sumiko sabe que la echaron de aquel lugar, pero nunca supo la razón exactamente debido a que su amiga, justamente miembro del club, la odia tanto.

Ciertamente ya era consciente de la existencia de ________, más que nada por ser amiga de Kanao y Ume, dos de las chicas más hermosas de la academia, no por nada fueron elegidas como las bellezas del instituto junto a la profesora Kanae.

- ¿Porque tienes eso en la cara? - Pregunta Sumi, la pequeña de estaba un poco tímida por la presencia de la invitada. Todos están sentados en la mesa del comedor, incluido Genya que fulminaba con la mirada a cada uno de ellos al intentar acercarse a ________, cosa que no funcionaba con Sumiko. Él estaba frente a ella, observando la escena sin saber que hacer.

- Es que me caí. - Dijo la adolescente achicandose de hombros viendo como la pequeña alzó una ceja interrogante. - ¡Yo también me caí el otro día y se me salio el diente! ¡No importa porque me va a crecer otro, me lo dijo mi mamá, mira, mira! ¡Esta aquí! - Exclamó otra pequeña, Teiko, llegando por la espalda de la invitada, acercándose más abriendo su boca para que pueda ver.

Claramente no reconocía que la escena era incómoda por lo que Sumiko la corrió irritada. - ¡Quítate! - Le grito la mayor mientras que la niña le sacaba la lengua y le hacía ruidos para molestarla, debido a esos ruidos su saliva fue directo a su hermana mayor, incluida a la otra más grande junto a ellas.

- ¡Chicas, no peleen! - Una mujer llegó a la escena, la madre de todos los pequeños que rodaban por ahí. Su voz tan dulce llamó la atención de ______, ambas hicieron contacto visual. - Disculpa. ¿Te sientes mejor? - La mayor le sonrió y ella hizo lo mismo.

- Si, me siento bien ahora. -

Por alguna razón se siente mal estando ahí, más bien, se siente culpable. Tal vez sea el hecho de que les mienta, pero no quiere dar una mala impresión, después de todo el único que sabe la verdad es Genya y claramente no dirá nada.

- Le ofreciste algo para tomar a ________, ¿cierto, hijo? - Le pregunto al de pelo largo, apoyando la mano en su hombro mientras lo mira. El mismo se pone blanco y sus ojos viajan a los de la chica frente a él. Se olvidó de ofrecerle agua siquiera...

- No se preocupe, estoy bien. - Estaban más concentrados haciendo otras cosas cuando llegaron.

- No, no. Perdona a mi hijo por ser tan descuidado. Desde pequeño siempre fue despistado... - Y revolvió su cabello tiernamente, despeinandolo un poco para luego volver a acomodar su cabello.

La escena se le hizo bastante tierna, especialmente con la expresión de confusion del adolescente murmurando un débil "mamá", avergonzado. No pudo contener una risita al verlo.

Un niño de primaria, koto, el tercero más pequeño, se ríe sentado en el sillón de la situación, pero cuando Genya fija su mirada asesina en él, se hace el tonto y mira al techo.

- ¿Quieres que te haga té? - Pregunta su madre dulcemente, estirando su mano hacia Hiroshi quien comía una mandarina en silencio, como siempre, escuchando hasta el mínimo ruido. Es un chico muy observador para estar en primero de secundaria.

Amor de preparatoria | Genya Shinazugawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora