El tiempo paso y otro lunes llego, como siempre todos estaban alistandose para empezar otro nuevo día de rutina normal.
Algunos luchaban por separarse de la cama, como Zenitsu que estaba siendo arrastrado por su abuelo para que se prepare y poder ir a la escuela junto a su hermano Kaigaku.
— ¡¡ABUELO, NO QUIERO!! ¡¡NOOOOOOOO!! — Gritaba y gritaba, parecía que lo estaban matando. Mientras tanto su hermano mayor estaba sentado en el sofá viendo la televisión con su piyama.
Otros estaban apenas despiertos, como Aoi que estaba desayunando su café matutino junto a sus padres para poder empezar el día.
También Inosuke, que se despertó debido a que el maldito novio de su mamá le trajo unas rosas de quien sabe donde, entonces sus risas y dulces palabras lo despertaron de mal humor. Esta pensando en ir a darle un puñetazo o escapar por la ventana devuelta.
Se levantó muy enojado y justo después de salir de su habitación presencia como aquel hombre y su madre se dan un corto beso. — ¡Buenas días, hijo! — Dice el mayor de ojos multicolor, que lo llame así lo enloquece. Si ese hombre llega a pasar un minuto más en su casa le dará un brote psicótico.
Por otro lado, otros ya estaban listos, como Kanao y Shinobu quienes desayunaban con su hermana mayor, la maestra de biología y una de las bellezas del colegio.
O como Tanjiro, que estaba ayudando a su madre a abrir la panadería familiar para luego ir a la escuela junto todos sus hermanos, cuidando a cada uno de ellos.
Al mismo tiempo Genya estaba lavándose los dientes junto a sus muchos hermanos, haciendo que el baño de tamaño mediano parezca pequeño.
— GenGen, ¿Ya nos dirás como te hiciste eso en la frente? — Su hermana menor, la tercera, le pregunta viéndolo en el reflejo del espejo. — No. — Responde cortante con el cepillo aún en la boca.
El domingo no salió de su cuarto y no se separo de su teléfono, estaba muy avergonzado de lo que paso y no sabía que carajos hacer con ________. Ella no le escribió ni nada parecido, el quería hacerlo, pero no sabía como empezar y que decir.
Literalmente le dijo que estaba fea por eso, al menos eso concluyó después de pensarlo 100 veces. Su vida amorosa vuelve a retroceder, volviéndose inexistente como siempre.
— Ya lo descubriremos. — Dice Shuya, apoyando a su hermana mayor, como siempre. Ambos se sonríen sabiendo que lo harán de una forma u otra mientras que el resto solo escucha sin prestar atención.
_______ se estaba maquillando en el baño mientras que su madre le aplicaba la ley del hielo a su padre abajo debido a una pelea que tuvieron la noche anterior y el intentaba solucionarlo sin respuesta, pero su paciencia duraría poco.
Miro su teléfono de reojo después de aplicarse corrector para sus pronunciadas ojeras que disimulaba con 5 kilos de maquillaje. Espero un mensaje de Genya todo ayer, pero jamás llego. Aún está procesando lo que paso esa noche, fue tan inesperado que parecía irreal.
Y mucho más lejos de todos esos hogares, en la zona roja del barrio vecino en donde estaba la academia kimetsu, bastante lejos de donde vive la última mencionada; esta Ume.
Ella ha tenido muchos problemas familiares antes de que entrara a preparatoria. Ahora mismo está en segundo año, pero tiene toda una vida planeada por si misma. ¡Tiene todo fríamente calculado!
— ¿¡No hay pasta de dientes!? — Grita desde el baño, su hermano se percata de su voz en la cocina. — ¡¡No!! — Responde y la femenina larga otro grito de frustración.
El departamento donde vive con su tutor legal, Gyutaro, es algo precario debido al poco dinero que tienen a disposición.
— ¿¡Y CON QUE ME LAVO LOS DIENTES?! — Grita aún más alto. — ¡¡Cortalo y raspa!! — Vuelve a responder. Esta muy ocupado batiendo leche en polvo de una taza para el desayuno de su hermanita.
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Amor de preparatoria | Genya Shinazugawa
FanfictionLa protagonista no es una chica muy inteligente , al contrario de Genya, que es un alumno ejemplar, además de ser parte del consejo escolar. Ambos chocan cuando ella busca ayuda con clases extras para mejorar sus notas y poco a poco descubren que el...