Cap 14: Ojos rojos

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Los ojos rojos eran una característica improbable en la población general y más aún en la población nipona.
De hecho se trata de una característica inexistente de donde venía ____.

Tal vez por eso se le hacían tan apeladores.
O tal vez era por él portador de aquellos ojos de sangre que sentía aquello cada vez que le dirigía una mirada.

Los ojos de Senku Ishigami eran por mucho los más hermosos que hubiera visto en toda su vida, había comenzado la observación de ellos esa misma mañana y noto que sus iris a la luz del sol parecía dos prismas de vidrio.
Hasta el detalle de sus pupilas volviéndose más pequeñas con los rayos de luz se le hacía maravilloso.

Por supuesto que la apreciación de tales maravillas de la naturaleza requería de una máxima concentración, atención que no podía poner en lo que estaba articulando el propietario de esos mismos ojos.

- ¿_____ me estás prestando atención?

- Eh...¿Me repites la pregunta?- preguntó la chica al no lograr enfocar su mente.

El de ojos rojos lanzó una mirada al cielo como si buscara ayuda.

- No te he preguntado absolutamente nada. Tienes el nivel de atención de Taiju.- suspiró - Te estoy pidiendo que vayas a la aldea ahora para recibirnos allá. Un seguimiento por tierra nos sería útil por las dudas no llegamos.

- ¿Pero no es muy temprano aún para que me vaya? Ni siquiera han terminado el globo.- por fin había podido enfocar su mente en la conversación.

- Se tarda dos días en llegar a la aldea a pie, nosotros tardaremos dos horas volando. Sales ya.- el chico volteó para irse.- No olvides llevar un abrigo.

Dejó a ___ en la cabaña mientras esta se quejaba en murmullos.

- Supongo que llevaré comida. ¿Me pidió que le deje un abrigo?

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___ caminaba por el bosque desde hace ya unas horas, cosa que lamentaba ya que le hubiera gustado subir al globo aerostático.
Aun así el bosque se le hacía hermoso, era fresco y agradable y los sonidos de los pájaros y animales permiten hacer volar su imaginación, casi creyendo estar en Narnia.

Se divierte pasando por los recovecos más escondidos, entre las ramas y las hojas de los árboles como si se estuviera escondiendo del sol.
Estar sola en el medio del bosque de alguna manera le recordó a su país natal, lugar al que nunca había vuelto desde hace años.

Mientras descansaba encima de una formación rocosa se preguntó si debería hablar de Senku sobre su origen, el científico no tenía ni la mas mínima idea de de dónde venía ni de su vida anterior, tampoco se lo había preguntado nunca.
Tal vez debería esperar a que preguntara.

El sol se estaba poniendo cuando decidió descansar un poco, los animales ya se estaban escondiendo para dormir.
Senku le había dicho que saldría al amanecer con Ryusui y Chrome, esperaba poder ver el globo en el cielo al día siguiente.

¿A Senku le molestaba el hecho de que no le haya contado nada?

Tan rápido como cerró los ojos, los abrió al día siguiente.

Subió rápidamente a una pila de rocas cubiertas de musgo esperando ver el globo aerostático de Senku.

Ahí pudo apreciar un pequeño punto en el cielo, estaba iluminado por la luz del amanecer que todavía no llegaba a la tierra, casi podía escuchar el grito de emoción de Chrome.

La baja temperatura de la mañana y la altura a la que se encontraba le daba la sensación de que también estaba volando, ya le pediría a Senku que la llevara con él.

La Amiga Imaginaría (Senkuu Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora