Ella estaba sola.
Deseo estar en otra realidad.
Y efectivamente era donde estaba pero...
Ella nunca pensó que seria amiga Imaginaría.
Paso 1: entrar en panico.
-No me pegues tu ectoplasma.-dijo cierto chico científico.
-No tengo estúpido.
-...Ah.
In...
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La chica vió como Senkuu desaparecía frente a sus ojos.
Justo cuando le pareció que lo había tocado.
Ella estaba desconcertada,¿ cómo pudo haber olvidado el día en el que la petrificación sucedió? Era EL evento de la historia y ni siquiera pudo despedirse, además no descarta la posibilidad de que todos los síntomas que había sufrido solo eran una señal de que volvería de donde vino.
Ni siquiera tengo un cuerpo físico, sin uno, ¿realmente me habré petrificado? No pude salvar a Senku...tal vez nunca lo vea de nuevo.
En ese momento la luz la cegó, solo para reemplazar el panorama oscuro por una selva.
Camino unos minutos como en un trance sin siquiera sorprenderse por lo ocurrido.
En cierto momento se detuvo para pensar.
-...No pude aclarar las cosas con Senku.
Sin darse cuenta la chica se arrodillaba lentamente por el suelo.
Tal vez tengo algún tipo de enfermedad...algo así como reacción tardía.
Según ella debería haber llorado mucho antes

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Era el campamento de Byakuya.
No tenía ni una sola duda,
era exactamente como en sus recuerdos.
Mientras se acercaba a la playa buscando personas se alivio al saber que ya no dormiría más afuera.
Bajo la vista al sentir algo cerca de sus pies, era una botella de vidrio la tomó entre sus manos para observar.
-¿Disculpa?
La joven se dio la vuelta al escuchar esa voz.
-La botella en tus manos...¿te importaría compartirla?
El hombre de mediana edad con cabello blanco y puntas grises tenía un enorme parecido con su hijo adoptivo, tanto que era difícil de creer que no fueran familiares biológicos.
Aunque su carácter difería mucho del del joven científico.
-Claro, pero me gustaría quedarme con ustedes unos días a cambio, no encuentro nada más que estatuas.
decidió no decirle nada a Byakuya de su situación, solo despertaba desconfianza y preguntas que ella no sabría responder.
-Nos vendría un poco más de mano de obra.- dijo el hombre sonriendo antes de darse la vuelta.
