Capítulo 1: Yo Nunca

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Existen dos tipos de personas en este mundo. Aquellas que siempre están puntuales y aquellas que llegamos tarde a todos lados. La excepción no será hoy, pues estoy a dos horas de convertirme en sexóloga y no he decidido qué ponerme.

Luego de dos años de especialización en la Universidad del Norte, casi en la frontera con Canadá, estoy segura que mi vida será más fácil. Bueno, eso decía el folleto que me dieron cuando decidí estudiar la carrera.

Todos estos años valieron la pena, todos esos días de quedarse a dormir en la biblioteca me sirvieron de algo. Aunque no fuese de las mejores estudiantes, logré quedarme con un puesto de profesora titular por mi investigación de post grado. No logré concluir mi investigación hasta donde debía, pues los fondos privados y del gobierno jamás se entrometerían en la salud sexual y mental de las mujeres. Eso sería una locura para esos bastardos, enfermos de poder.

En fin, yo lo único que quiero es estar lista para irme a la graduación o...

—Deberías ir por el jumpsuit, te sienta mejor— dice Kamila mientras se aplica delineador, cosa que me hace salir de mis meditaciones.

Me vi al espejo, estaba lista para la fiesta de graduación. Dos años de especialización... ¡Dos años!

—¿Sus majestades ya están listas? Porque Cenicienta no hizo esperar tanto a los ratones— bromea Brendan al ver que apenas y me maquillé, mientras Kamila retoca el suyo.

—¡Estamos esperando por ustedes par de caracoles! — grita Alma desde la puerta.

—¡En un momento estoy lista!— grito, porque si no, ellos me arman pleito.

Me vi de nuevo al espejo, mi reflejo era de cuento. Me sentí totalmente hermosa, logré estar donde quería. Una buena carrera, una especialización, mis amigos y un apartamento lejos de mis padres y hermanos.

—Un minuto más, y todos nos convertimos en calabazas— vuelve a decir Brendan un poco exasperado.

Me puse el jumpsuit verde esmeralda que sugirió Kamila, porque tiene razón, es hermoso y le sienta excelente a mi figura. Un hombro destapado y de corte asimétrico le da balance, elegancia y glamour. Sin hablar de la pedrería del corsé. Además, los pequeños tacones plata le combinan perfecto. Mi cabello es lacio, corto y muy oscuro, pero yo me decoloré un mechón del frente porque quería tener el cabello platinado. Además, hoy amanecí con ganas de resaltar mis ojos verdes con un smokey eye en tonos violetas con plateado. Soy morena, mis labios son de un tamaño razonable y algo rosados por naturaleza. Así que opté por un poco de gloss. Unos hoops con diamantes y una cadena plateada con un dije en forma de concha, todo es regalo de la mejor amiga de mi madre. Mi inseparable brazalete de cordón rojo, regalo de mi querida Tete.

Salgo del baño, aunque es pequeño cabemos dos personas, y me encuentro con mis amigos. Es que estos seres humanos en realidad son la encarnación de la belleza y ellos lo saben. Los repaso a cada uno, y por milésima vez en mi vida, estoy agradecida de tenerlos conmigo.

Kamila se ve espectacular y estilizada con el vestido negro de encaje que le hace resaltar sus ojos negros azabache, al igual que su cabellera castaña lacia al viento. Un maquillaje de impacto, casi de Femme Fatale, hace que sus labios carnosos se vean fabulosos en rojo. Su piel, bastante blanca, está moteada por muchos lunares que le dan un aire muy sexy. Sus tacones negros de aguja le suman centímetros, pues es un poco baja, pero eso no es impedimento para que ella sea de las mujeres más sexys de este mundo. Eso lo dijo una revista, y sí, ella casi salió en la portada. Mi amiga es una de las personas más glamurosas que conozco, y eso es que siempre viví en un ambiente similar.

Brendan sonríe con su smoking azul cobalto a juego con sus mocasines café quemado y su camisa color aguamarina. Mi amigo es muy alto, su cabello rubio está cortado a la perfección. Él no deja su barba crecer, ni si quiera su bigote. Sus ojos, pardos, hacen una hermosa combinación con su tez pálida. Es un amor de persona, y siempre le digo que por eso creció tanto. Es atractivo, demasiado, pero no puedo verlo como más que un hermano... Además, Brendan es gay. Su padre rechaza su orientación mientras, su madre adora a su hijo con total vehemencia. Él es una persona excelente, pero a veces, suele pasarse de bueno y por eso termina con el corazón roto.

Venus necesita a CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora