Parpadeo un par de veces más para asegurarme que no estoy dormida. Y por puro automatismo, Weiss se ríe. Es lo habitual en mí, pues la doctora Martha Weiss tiene un sexto sentido para saber cuándo estoy mal. Fue así desde el tercer año de la carrera, fue ahí donde empecé a acercarme a ella. Fue cuando intuí, no sé por qué que, Weiss sería alguien clave en mi vida.
—¿Aún te sorprendes?— pregunta con algo de sarcasmo. Weiss no ha cambiado, bueno desde el último mes que la vi, cuando se fue a Japón.
—No doctora, usted no me ha tomado desprevenida, es sólo que— su carcajada me interrumpe —, bueno sí, usted siempre logra sorprenderme— respondo con resignación.
Cierro la puerta detrás de mí, mientras eso sucede, no sé en qué momento la doctora Weiss está a un lado y me abraza. Es un abrazo que me deja estática. Ella me estruja más, crea un agarre más cercano y yo lo único que puedo pensar es que escuchó algo.
—No leo mentes Venus, pero si quisieses ser más discreta, no grites por favor— me dice en el oído. Estas palabras lo único que logran en mí es que me eche a llorar de nuevo.
El abrazo de Weiss pasa a ser recíproco, pues me aferro a ella casi como un koala. Ella no me suelta, al contrario, me insta a que vayamos al sofá para que así me tranquilice. Creo, pasan 10 minutos, algo que es poco natural en mí pues llorar no es de mis actividades frecuentes, muchos menos de las favoritas.
—Habla, di qué es lo que te pasó— me insta.
—Ese idiota, lo volvió a hacer. Me dijo que me escogería a mí sobre todo y todos, volvió a mentir en mi cara. Yo, yo— un suspiro cansino sale de mis labios —, Yo lo único que busco es paz. Lo sabe. Jamás quiero tener contacto con él, pero resulta ser que es hijo de Davies y ahora estamos juntos en un proyecto. Sabe que lo odio, lo detesto y ojalá jamás lo hubiese amado. Estoy mal Weiss, estoy en la mierda—
La doctora no dice nada, ahora es eso lo que me preocupa. Ella siempre tiene algo por decir.
—Verás, ya sabía de la existencia del proyecto. Y también de las personas que lo integrarían, pero no sabía lo de la paternidad de Davies. Ese dato es algo nuevo— dice con una mezcla de asombro y culpa. Logro verle el rostro y empiezo a abrir la boca para reclamarle. —Y antes de siquiera gritarme, déjame explicarte. Yo era la encargada de los proyectos, pero con mi jubilación, eso pasó a ser parte de las obligaciones de Davies. Es obvio que sabía de todo esto, pero jamás imaginé que Davies te haría participar, aunque lo supuse. Sin embargo, no quería creerlo. Me pareció bien darte mi puesto como titular de clínica porque sé lo mucho que te emociona el atender pacientes. Así fue como pensé mi plan funcionaría, pero al parecer, Davies te quiere tener muy cerca— esto último casi lo dijo en un susurro.
—¿Cerca? ¿De qué habla?–
—¡Ay! Mi querida Venus, tú todavía estás en las nubes. Pues es obvio el interés de Davies por ti. Incluso, en la fiesta de mi retiro, me enteré sobre un par de apuestas sobre cuándo caerías rendida a sus pies. Es muy desagradable, si me lo preguntas, pero sé que él hace hasta lo imposible porque lo notes. ¿Te acuerdas de Grettel?— pregunta. A lo que asiento en silencio. —Bueno, ella intentó meterse en su oficina con intenciones de tener relaciones sexuales con él, pero el mismo Davies me comentó que jamás podría fijarse en una mujer tan desleal con sus compañeros. Además, para nadie era un secreto que Davies nunca fue tan animado en las reuniones docentes, sólo hasta que tú llegaste a hacer el trabajo de posgrado—
—Pero yo jamás me di cuenta, lo juro Weiss, lo juro.— digo mientras llevo mi mano derecha hacia el corazón.
—Lo sé, ese es uno de tus muchos puntos débiles, bueno el de tu subconsciente— dice mientras palmea mi espalda. —Yo no puedo meterme en tus asuntos personales si no me los cuentas, lo sabes, ¿verdad?—
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Venus necesita a Cupido
Romance-Me gustas- -Jamás dejé de amarte- -Todavía estás metida en mi mente- -La primera vez que te vi, lo supe... Me enamoré- -Eres la única que calma mi acelerado ritmo cardíaco- Cada una de estas frases se repiten en bucle en mi cerebro. Por cierto, so...