15: Vodka y Vino

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Este oneshot si.

Nota de la autora: No hay chasquido no nada. Sólo un oneshot Romanogers para su lectura.

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Nick Fury la había encomendado a una misión a Cuba. Lo de siempre, detener tráfico de armas y drogas, algo fácil para Natasha. Ya había casi concluido con la misión, pero al parecer estaba perdiendo práctica, o eso creía ella.

Pudo hacer que los rehenes salieran ilesos, pero ella pagó el precio y ahora estaba prisionera. Al menos no la querían matar. La estaban alimentando y dando agua. Pero el estar comiendo pan iba a salir rodando de ahí.

Tenía que encontrar la salida para esto y no lo hallaba. Había cometido varios errores y era algo que ni ella entendía. Estaba muy distraída en las misiones, pero le echaba la culpa a su periodo o sus hormonas. De pronto, uno de los secuestradores entró y Natasha alzó la mirada hacia el sujeto. Llevaba una cuchilla en el costado izquierdo de la cintura. Ella lo notó de inmediato para poder quitárselo.

De manera rápida, y como lo había hecho ya anteriormente, usó todas sus energías en levantarse de la silla y correr hacia el sujeto, donde lo noqueó y lo dejó inconsciente en el suelo. Se desató las cuerdas de las muñecas fácilmente y se escabulló por los pasillos. Tenía que huir rápidamente. Con todo ese alboroto iba a llamar la atención e iban a ir tras ella.

Corría tras el pasillo y tenía frente a dos sujetos que la iban a atacar, pero ella fue más rápida, saltando encima de ellos, doblándole a uno la nuca y el otro sujeto lo acribilló con el cuchillo en uno de los ojos.

Salió finalmente de la base y arrancó en uno de los jeep que habían por ahí. Arrancó pisando el acelerador. Manejó un par de kilómetros, cuando de pronto una lluvia de disparos la cubrió y varias balas hicieron que explotara las ruedas traseras, haciendo que Natasha saliera volando. Cayó al suelo y se fijó que tenía un par de balas en el brazo y pierna izquierda. Estaba toda machucada y ya veía que no tenía escapatoria. Uno de los sujetos llegó hacia ella, apuntándole con el cañón de la pistola en la cabeza.

―Llegó tu fin, viuda negra.

Dijo el sujeto en español. Ella a pesar que no entendía el idioma, cerró los ojos, aceptando su destino y morir como todo héroe de las películas de Hollywood, pero en ese momento, los dos sujetos cayeron al suelo, ya que algo les había golpeado de la nada. Pudo reconocer el sonido metálico e inmediatamente volteó para ver a su salvador.

―Creo que llegué en el momento justo.

Steve Rogers había llegado para rescatarla. Ella lo había agradecido, ya que estaba desarmada. El rubio se acomodó el escudo y ayudó a su compañera, llevándola en brazos y notando las heridas de bala que había recibido.

―He estado peor... ―dijo ella, viendo que el rostro de Steve estaba relajándose un poco más―. ¿Qué haces acá?

―Vine a rescatarte.

―Si, me acabo de dar cuenta... ―respondió quejándose un poco―. Fury te mandó, ¿No es así?

Steve omitió su respuesta, ya que lo más importante ahora, era tener a Natasha fuera de peligro y además curarle las heridas.

Llegaron a una camioneta, en donde Steve acomodó con cuidado a Natasha en el asiento del copiloto y él se subió para manejar.

―No me has respondido, Rogers.

―No me mandó Fury. Vine por mi cuenta ―respondió finalmente. Natasha sólo asintió y cerró los ojos, ya que le dolían las heridas. Steve manejó con cautela al menos unos diez kilómetros en silencio. Sabía que debía actuar rápido y llegar a un lugar seguro.

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⏰ Última actualización: May 18, 2023 ⏰

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