05: Pasado

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Este oneshot si.

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Steve Rogers se sentía solo en el mundo, después del fallecimiento de Peggy. Ella había sido su único apoyo desde el comienzo de su aventura por convertirse en el mejor soldado del mundo y la única en comprender sus sentimientos. Aún recordaba las últimas palabras que le había dicho a Steve, "Busca tu felicidad mientras puedas". Y es que no quería aceptar la realidad.

Steve podía enfrentarse de nuevo a todos los hombres de Red Skull, pero tenía miedo de ser rechazado por cierta persona. A veces creía que el amor era erróneo o que tal vez no era para él, ya que él mismo se encontraba pasado de moda. Las citas ya no eran como antes ni las relaciones humanas. Pero él era un hombre del pasado y quería demostrar que haciendo pequeños actos se podía conquistar igual.

Mientras reflexionaba en su sillón, recordó cómo se habían conocido por primera vez en ese Helicarrier de S.H.I.E.L.D. Tan sólo era un agente más en aquella organización que estaba por conocer. Pero lo recordaba como si hubiese sido ayer. Tenía ese recuerdo guardado en su corazón. Con noventa años y seguía sintiéndose como un adolescente.

Sus pensamientos fueron secuestrados por un ruido que venía de su puerta. Al parecer, alguien quería entrar a su apartamento. Se levantó rápidamente y abrió el pomo del a puerta. Era Natasha. Estaba mojada por la lluvia. Steve ni se había percatado de la tormenta, estaba muy inmerso en sus pensamientos. La veía tiritar de frío. La pelirroja al ver que él no reaccionaba la muchacha habló.

— ¿Me dejarás pasar?

— Si, lo siento —la pelirroja pasó rápidamente al baño del rubio para escurrir su cabello en el lavamanos.

— ¿Qué haces aquí? —le pasó una toalla limpia y ella lo aceptó.

— ¿Acaso no puedo venir a visitarte? ¿Interrumpí una cita?

Steve odiaba que Natasha lo molestara con ese tipo de cosas. Claramente estaba completamente sólo pensando en la inmortalidad del cangrejo.  Pero no le iba a decir de ninguna manera que estaba pensando en ella.

— Sabes que  ya no estoy para ese tipo de cosas, Nat —el rubio se dirigió a la cocina. Tomó el hervidor para calentar agua y preparar alguna bebida caliente para su compañera.

— Lo sé, me encanta molestarte. —asomó su cabeza desde el baño.

— Deberías quitarte esa ropa, enfermarás —dijo él desde la cocina.

— Tienes razón Steve, ¿puedo usar tu ducha? Sólo serán cinco minutos.

— No hay problema.

El soldado fue a su habitación para sacar algo de ropa y una toalla desde su armario. Tal como dijo ella, salió en cinco minutos del baño. Tomó las cosas que Steve le dejó encima de la cama y  entró nuevamente cerrando la puerta. 

Natasha salió vestida con una polera enorme, que claramente no era de su talla y unos boxers que usaría como shorts. Además llevaba puesta la toalla alrededor de su cabeza y  Steve se quedó perplejo al verla. Le dio algo de ternura verla con ropa gigante.

— ¿Pasa algo?

— No es nada... herví agua para que tomes algo caliente ¿café?

— Sólo sírvelo, ya me conoces —ella le sonrió.

Natasha se dirigió a la habitación del soldado para quitarse la toalla de su cabello. Notó muchas cosas antiguas, entre fotos, recuerdos y algunas medallas. De pronto, una fotografía llamó su atención. La recordó porque cuando huían de HYDRA  hace un tiempo, en una base militar secreta estaba su fotografía en una pared. Steve nunca le contó sobre ella ni su historia, pero lo que sí sabía, es que mientras Steve seguía congelado en el mar, esa mujer encabezó el desmantelamiento de casi todas bases de HYDRA. Fue muy conocida por eso y de ahí nació S.H.I.E.L.D. 

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