III

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Me siento como corresponde en el sillón, preguntándome si lo que dice es real.

-¿Realmente quieres...?

-¿Tu no? Tienes un reino del que cuidar, puedes casarte y hacer una familia. ¿No crees que ya es tiempo?

Admito que hemos llevado años de hacer maldades y destruir tierras, pero aún así, el cambiar todo... ¿Funcionará?

El toma mi mano.

-No podemos seguir así, Alekzius.

¿Seguir huyendo?

Se que no podemos, aún así, si dejo la vida de ladrón, y me concentro en crecer el reino, solo sería eso.

No tengo interés en casarme.

Ni de formar una familia.

Tampoco se como hacerlo. Cuando era niño mi madre murió y mi padre no me dió ningún tipo de afecto. Sin mencionar que me desterró a los 15 años por matar a una de sus amantes.

Podría pedir un matrimonio político.

De todas formas, soy una 'Reina' que dirige ese reino.

O podría ir a la guerra y cargarme a todos para ampliarlo.

Sonrió, la última es una buena idea.

-Esta bien, terminemos con esto, pero con una condición.

Yasir me mira atentamente.

-Nuestro último robo. La mansión de vacaciones del Archiduque Valic.

El será mi último botín.

Le sacaré todo lo que tenga.

-¿Trato?

Yasir sonríe.

-¿Cuando vamos?

-Primero, necesitamos planearlo. Escuché que es poderoso.

Nos demoramos más de una semana en planear este robó. No creí que su mansión fuera tan grande y con trampas entre medio. Pero pudimos saber los lugares donde guarda el dinero y que actualmente no está en la mansión.

-Esto es perfecto-me disfrazo de mujer-¿Vamos?

-¿Irás como mujer?

-Si, una mujer es menos sospechosa que un hombre, ¿No?

El vestido blanco y ligero cae hasta mis pies, suelto mi cabello rubio y cojo mis cuchillos mágicos poniéndolo en la funda de mi muslo. Mi vestido cubre cualquier sospecha.

Me veo como una noble mujer inocente.

Yasir crea un portal, el sujeta mi mano con delicadeza.

Este será el último.

La última vez que robaremos juntos.

...

Nos separamos, Yasir se dirige hacia el lado norte y yo voy por el sur. Tal como decía el mapa, encuentro la bóveda con dinero. Acerco mi dedo hacia la perilla, con una chispa, sé rompe. Entró a la habitación, cuando veo todas las reliquias perfectamente ordenadas casi me voy de una pieza.

Tanto oro junto...

No solo eso, también son poderosas.

Abro mi pulsera dimensional, comenzando a echar todas las reliquias, y joyas en ella.

Al final del pasillo una puerta está oculta.

Me acerco, mis tacos suenan por el pasillo. Dejo de caminar cuando llego a la puerta.

Tengo al Hijo de un Demonio en mi VientreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora