VI

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No puedo creer lo que estoy escuchando.

-Estas jodidamente loco Yasir.

-¿Realmente crees que fue una simple coincidencia?-sus manos afirman mis brazos-piensalo Alekzius, el pudo estar obsevandote.

Alejo sus manos de mí.

-Basta, solo...no sigas con esto.

Escucho su suspiro y la puerta cerrarse.

-Un plan...no es posible.

El me vió siendo un hombre, no una mujer. Yasir está equivocado, y lo que hace, es distraerme para que no me entrometa.

Zelius es una víctima.

-Maldición...

¿Que hago? ¿Voy y le digo lo que trama Yasir? ¿O tengo que quedarme al margen y solo mirar?

-Odio estar entre la espada y la pared.

Miro la luna llena a través de la ventana.

-No quiero que el niño sufra.

Toco mi estómago.

¿Tu tampoco?

El ardor se siente como el día en que supe de su existencia.

-Yaya...

Por hoy durmamos.

Mañana hablaremos con Zelius.

...

-Largo-escucho decir entre sueños.

-Tiene a mi hijo-la voz gruesa me hace abrir los ojos.

El archiduque Valic se enfrenta al dragón de forma aterradora.

¿Por qué discuten? ¿Acaso se conocen?

-Estas en mi propiedad.

Cierro mis ojos fingiendo dormir.

-Ella es mi mujer.

La risa fría de Zelius es escuchada en la desolada habitación.

-Si te pido que te largues, te largas.

-No me iré sin ella y mi hijo.

-Vanessa necesita dormir Valak.

Un silencio cubre la habitación, creo que el Demonio me mira.

-Volveré.

-Haz el intento, o te despedazaré sin piedad.

Después de unos segundos, una persona se sienta en mis pies.

-Ya se fue-me avisa-si te vas con el sufrirás.

Me siento en la cama sin entender sus palabras.

-Es un tipo adicto al trabajo, su jefe es como su Dios, una esposa y un hijo, no van a cambiarlo.

-No creí que se conocían.

Zelius se cruza de brazos, poniendo una pierna encima de la otra.

-Lo he visto algunas veces.

-Le daré a mi hijo cuando lo tenga.

Los ojos del dragón se enfrían.

-¿Crees que es lo mejor?-me pregunta.

-Yo...no sé cómo ser padre y...siento que no estoy listo.

El grisiento oscuro de sus ojos me miran.

-Las personas no nacen con conocimiento, se aprende y se desarrolla, muchos son padres primerizos-el acaricia mi cabello-y tienen a sus hijos a pesar de todo.

Tengo al Hijo de un Demonio en mi VientreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora