I

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El hombre se sube encima de mí dándome besos en el cuello, repitiendo lo hermosa que soy, y que quisiera hacerme su mujer.

Que ser más asqueroso.

Si tan solo supieras...

Finjo un gemido y el se emociona, Oh, ¿Ya me quieres quitar la ropa?

¿Que diría tu esposa de esto?

La puerta se abre y veo a mi amigo peliblanco actuar enojado.

-¡Maldito infeliz! ¡Acostandote con mi esposa!

El hombre sale de encima con miedo, el peliblanco, Yasir. Lo sujeta de sus ropas gritándole en la cara, yo solo finjo ser una pobre dama.

-¡¿Cómo te atreves bastardo?! ¡Con mi mujer!

Me quiero reír. Pero tengo que aguantar.

-E-E-Ella...

¿Ah? ¿Que yo qué?

-Yo no hice nada mi amor, fue este hombre que me arrastró a la habitación..y...-sollozo.

-¡Tu..!

-¡Te daré lo que quieras, no me golpees por favor!

Bingo.

-Me da igual tu sucio dinero, pero sentirás la humillación de tu perra vida-procede a amenazarlo para que el hombre se desvista y quede en solo calzoncillos. Luego lo echa de la habitación hasta la calle y mi amigo  sube a mi lado con magia.

Me estiro en la cama, con la ropa cayendo de mi hombro, una pierna sobresalida y el cabello rubio desordenado, Yasir solo me mira.

-¿No me veo bien?

-Tienes marcas en el cuello.

Ah, eso es fácil de quitar.

Chasqueo los dedos y las marcas de mi cuerpo desaparecen.

-¿Cuánto obtuvimos está vez?

-Este idiota...

Me transformo en hombre y el niega con su cabeza.

-Algún día esto te pasará la cuenta Alekzius.

Na, eso no pasará.

Recojo los pantalones del hombre mientras Muerte revisa la chaqueta.

Y sí, mi amigo el peliblanco es la Muerte de esta tierra, mientras yo, soy el único archimago hasta el momento.

Después de revisar el botín, yo me quedo con las cadenas y anillos, mientras Yasir solo con el dinero que era medio millón de monedas de oro.

Tch, tuve que haberlo atraído a su casa.

Pasamos por puesto de helados, y noto que Yasir se queda comprando.

-Para el señorito.

Me río tomando el helado.

-Que amable. Señor blanco, ¿Quisiera ir a robar la mansión oculta del archiduque Valic?

El suspira.

-Primero intenta descansar.

Aguafiestas.

Le doy unas lamidas al helado, y un hombre de cabellos negros y ojos rojos se me queda viendo.

A la madre, está guapísimo.

¿Mm? Esos ojos...

Que raro, me parece haberlo visto en alguna parte, pero no recuerdo en dónde...

No importa, este hombre se ve exquisito, tanto como su cuerpo, cómo su rostro, es una obra de arte.

Tengo al Hijo de un Demonio en mi VientreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora