Capitulo 8: La otra Uraraka

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Midoriya Izuku de 3A estaba teniendo un día muy raro.

Su tercer y último Festival Deportivo había empezado bastante normal. Tenía que admitir que le resultaba duro ver a Shouto y a Ochako luchar entre sí, pero, maldita sea, era estimulante presenciarlo. Izuku no podía creer lo temibles que se habían vuelto en tan pocos años.

Él mismo también había llegado a la tercera ronda, lo cual era un logro en sí mismo (o al menos su madre insistía, desesperada por evitar que volviera a lesionarse). Pero nunca había ganado el festival, y este año por fin iba a ser suyo.

Su combate de semifinales contra Kacchan fue demoledor. Después de haber luchado contra él en varias ocasiones, sabía lo que le esperaba, pero estaba seguro de que en un momento dado el estadio se quedó en silencio después de que Izuku rechazara literalmente con una patada el característico Howitzer Impact de Kacchan. Como si el mismísimo All Might poseyera el cuerpo de Izuku y controlara sus movimientos, de algún modo había sido capaz de derrotar a Kacchan, pero no sin antes herirlo gravemente.

Esa debería haber sido la primera pista de cómo iba a ir este día. La segunda habría sido cuando Kacchan permitió que Izuku lo llevara a la enfermería para aliviar su propia culpa. Tal vez eso no debería haber sido tan sorprendente -habían estado trabajando para ser mejores compañeros desde que Ochako empezó a obligar a su compañero de prácticas a unirse a sus sesiones de estudio-, pero los viejos hábitos son difíciles de perder.

Había estado muy orgulloso de Ochako. De todos los de su clase, su crecimiento había sido el más impresionante para él. Aunque ella no lo viera, Izuku sabía que algún día sería una heroína increíble. Era, con diferencia, su mejor confidente en la UA. Sabía que ella haría y podría hacer cualquier cosa por él, y que él le devolvería el favor en un santiamén. No podía creer lo afortunado que era de tener una amiga tan cariñosa y feroz a su lado.

En eso había estado pensando justo antes de que ella empezara a convulsionar.

"¡Quédate con nosotros! ¡Ochako, ya viene Recovery Girl! Quédate... ¿Qué MIERDA?"

Las manos de Izuku se flexionaron al quedar atrapadas en el aire. Se le había escapado de las manos. Al parecer, Ochako se había desvanecido, dejando a sus tres amigos horrorizados. Él no podía dejar de mirar el espacio donde ella estaba. Estaba allí. Aún quedaba un tenue resplandor donde había estado su silueta. No podía respirar.

-"¿Ella... ella...?"- El ronco susurro de Katsuki rompió el silencio. Nadie respondió.

Izuku inspiró bruscamente, sintiendo ya las lágrimas de pánico punzándole los ojos. Le temblaban las manos -"¿Qué... qué ha pasado?"- Miró suplicante a Eijirou en busca de respuestas -"La tenía aquí mismo. La tenía aquí. ¿Dónde...?"-

El resplandor que se negaba a disiparse de repente comenzó a aumentar su intensidad. Sus ojos se volvieron hacia él a medida que aumentaba el brillo. Izuku retiró las manos cuando un débil grito empezó a llenar el espacio. Cuanto más intenso era el resplandor, más fuerte era el grito. A Eijirou se le iban a salir los ojos de las órbitas -"¿Va a volver?"-

La luz empezó a tomar forma. El contorno de un cuerpo se enfocó lentamente en la cama de Ochako. Si no hubieran estado tan absortos ante lo que veían, los chicos habrían oído el sonido de un bastón de madera golpeando el suelo. Izuku se inclinó hacia él, desesperado y aterrorizado -"¿Uraraka? ¿Eres tú? ¿Ochako?"-

Quedaron casi cegados por un destello de luz intensa. Izuku se protegió los ojos a tiempo, pero oyó un dolorido -"¡Mierda!"- procedente tanto de Eijirou como de Katsuki.

Parpadeando, se quitó las manchas de los ojos e intentó concentrarse en la chica que tenía delante, que se retorcía de dolor en la camilla. Los gritos provenían de ella.

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