Viendo doble

Capítulo 18: El Regreso del Mentor

Ochako estaba en la biblioteca, escuchando las últimas teorías de Deku sobre los viajes transuniversales. Era alrededor de media tarde, aproximadamente cuatro días desde que Ochako había despertado en un arbusto y las festividades funerarias habían llegado a su fin. Cuatro días desde que esperaba ansiosa la llegada de All Might.

Todo el mundo estaba disperso, abandonado a su suerte. Todoroki había ido a reunirse con la reina y la capitana Ryuko para discutir una posible estrategia. Kaminari no aparecía por ninguna parte, así que Ochako tuvo que suponer que el aparente genio también estaba con ellos. Iida estaba en alguna parte (con Camie, sin duda), decidida a dominar el arte de la elaboración de pociones sencillas. Ochako y Deku acababan de terminar el entrenamiento con Mina y Kirishima, que habían decidido hacer un descanso para comer. Sin nada más que hacer, Ochako y Deku se estacionaron en la biblioteca para continuar sus estudios.

Se pasaba la mayor parte del día con Deku, decidida a no volver a encontrarse sola. Verle blandir aquella espada antigua era un verdadero espectáculo, tan cargado de magia que el aire a su alrededor empezaba a crepitar. La primera vez que la blandió en su primera sesión de entrenamiento en Kirin, un solo golpe partió una roca en dos. Todos se detuvieron y se quedaron mirando por un momento, antes de que Deku comenzara a reír nerviosamente. -"Lo siento, chicos. Olvidé que aquí es mucho más... activo"-

Al parecer, la razón por la que All Might le había enviado hasta Aberon era para que se entrenara con una espada silenciosa como forma de hacerse más fuerte, para no depender del poder bruto que tenía en tierras más mágicas. Todos asintieron en señal de comprensión, y enseguida se propusieron permanecer a menos de quinientos metros del caótico caballero.

Su incesante curiosidad por el mundo encandiló a Ochako de una forma que se sintió como una manta de seguridad. Podía aprender con él sobre magia y Kirin sin el estrés de sentirse una extraña. Nunca la hizo sentir estúpida. Al contrario; Deku se emocionaba mucho si ella no sabía algo porque podía usarlo como una oportunidad para practicar sus habilidades de enseñanza mal organizadas. Él había encontrado su camino en el círculo de personas de Ochako de las que ella no quería despedirse, una lista que seguía creciendo traicioneramente.

Le estaba leyendo en voz alta un pasaje sobre la mecánica del salto de portal dentro de un espacio reducido, mientras Ochako asentía con la cabeza y escuchaba a medias mientras comía algo de fruta. El tono verde de sus rizos se reflejaba en la luz -"Deku"- le preguntó, interrumpiéndole en sus murmullos, -"¿has pensado alguna vez en cortarte el pelo?"-

Ella había acosado al otro para que se lo cortara, tal vez podría hacer lo mismo aquí. Él parpadeó, sacudiendo ligeramente la cabeza al ser devuelto al mundo real. Suspiró derrotado -"Sí, pero sé que en cuanto lo haga, Kacchan intentará matarme por 'copiarle'. Una vez, cuando entrenábamos juntos, llevaba la camiseta del mismo color que él y me empujó a un estanque"-

La boca de Ochako se torció. Claro que lo hizo. Deku se apartó del libro, estirándose -"Hablando de eso, ¿le has visto últimamente? No quiero pensar que Kacchan nos evita, pero ha estado un poco fantasma desde el funeral"- Sus ojos se suavizaron -"Tiene sentido, supongo"-

Ella apartó la mirada, fingiendo desinterés -"Realmente no sé cómo pasa sus días, ni me importa"-

Deku puso los ojos en blanco -"Hmm, de acuerdo. Por eso lo veo escabullirse de nuestro salón al amanecer todas las mañanas"-

Mierda. Ochako estaba diciendo la verdad a medias. Realmente no sabía lo que hacía durante el día. ¿Durante la noche? La promesa de una buena noche de sueño era demasiado tentadora. Bakugou había pasado las últimas tres noches con ella, Ochako lo usaba como su calentador personal. No hablaban mucho. Empezaban llamando a la puerta y acababan con él rodeándola por la cintura mientras ella le acariciaba el pelo distraídamente. Sólo dos idiotas hambrientos de contacto que necesitaban trabajar más en los límites.