Ochako estaba convencida de que iba a morir.
Todo el día. Llevaban todo el día caminando por el bosque. Sólo dos veces se detuvieron brevemente a descansar. Una vez para ir al baño, y otra vez Ochako tuvo que fingir que volvía a orinar para poder recuperar el aliento.
Tenía la persistente sospecha de que no todo se debía al entusiasmo desenfrenado de Bakugou
por llegar a dondequiera que fuesen. Si él la mantenía exhausta y constantemente ocupada, entonces ella no tendría tiempo de pensar en una forma viable de escapar de él. Ochako lo sospechaba porque si ella estuviera en su lugar, haría exactamente lo mismo.
Y estaba funcionando. Bastardo.
Se deslizaba por el bosque como si estuviera dando un agradable paseo al mediodía. Era todo lo que Ochako podía hacer para no tropezar y torcerse el tobillo. A pesar de que no se habían intercambiado palabras de desconfianza, Ochako tenía que ser más densa que Kaminari para no sentir las olas de desconfianza que se deslizaban por el cuerpo de Bakugou.
De hecho, apenas se habían dirigido cinco palabras desde que se separaron del grupo principal. No era como si ella no lo hubiera intentado.
-"¿Qué aspecto tiene Argon?"- Silencio.
-"¿Cómo fue crecer rodeado de dragones?"- frialdad.
-"¿Te dolían los tatuajes? ¿Cuántos tienes?"-
-"Cabeza hueca, juro por los dioses que si no cierras la puta boca, te noqueo y te arrastro al manantial por el pie"-
De eso hacía ya horas. Deseó tener un reloj; a Ochako le resultaba imposible discernir qué hora era en realidad. Los densos árboles los suspendían en una penumbra eterna que sólo empeoraba cuanto más se aventuraban. Una gota de sudor rodó por la espalda de Ochako, haciéndola estremecerse de incomodidad. Un ceño fruncido se instaló en su rostro cansado. Estaba harta de tener que arrastrarse tras aquel rubio gilipollas y harta de tener que usar aquella ridícula capa suya como punto de orientación.
En un saliente especialmente empinado, Bakugou se detuvo para sentarse en la cima, colgando las piernas del saliente mientras observaba cómo Ochako se esforzaba por trepar tras él. El aburrido collar de rubíes que llevaba al cuello se reflejaba en el sol, dando a su silueta un efecto brillante. Le sonrió con satisfacción -"Joder, sabía que eras lenta, pero esto es patético"-
Ella no mordió el anzuelo. No mordería el anzuelo. En lugar de eso, Ochako se secó la frente antes de saltar sobre otra roca -"Mis disculpas, alteza, por no haber nacido con las habilidades de una cabra montesa"- respondió con sarcasmo -"En mi próxima vida, pediré pezuñas"-
Maldita sea, ella mordió el anzuelo.
Él puso los ojos en blanco y se apoyó en los codos -"No es culpa mía que estés tan fuera de forma"- dijo.
FUERA DE...
Ochako se odió a sí misma mientras lo hacía, pero a imagen y semejanza de su madre, hinchó las mejillas de rabia y le señaló con un dedo tembloroso -"Llevamos todo el día sin parar. Si realmente estuviera fuera de forma, me habría desmayado hace siglos. ¿Pero lo he hecho? NO"--En un movimiento mezquino, se llevó el dedo hacia el abdomen -"Tengo abdominales"-
En parte era verdad. La línea que recorría su estómago estaba empezando a definirse, pero él no necesitaba saberlo -"¿Entiendes lo difícil que es conseguir eso para una chica?"-
Bakugou se burló, provocando aún más rabia en Ochako. ¿Estaba tratando con un niño? -"No todos estamos hechos unos monstruos como tú"- prosiguió acalorada -"Hablando de eso, ¿por qué eres así? ¿Acaso eres humano?"-
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Viendo doble
FanficTRADUCCION EN CURSO Resumen: Había una luz cegadora y un dolor tan intenso, por lo que ella no podía respirar. Luego, nada, excepto el susurro de las hojas en un bosque en el que Ochako no recordaba haber entrado. No tuvo tiempo de asimilar el hecho...