La Rhapsodia Del Angel

Valor de una Vida 2

El sonido de metales chocando era escaso, pero cada que se daba era muy grande el estruendo y a su ves silencioso, toda la pelea se había vuelto tediosa y desgastadora para ambos, era muy escaso el contacto entre ambos ya que solo querían el contrataque, esquivar y atacar era la estrategia. Ambos se llegaron a dañar, pero ninguno de gravedad.

La mayoría de los ataques eran directos y precisos y si no lo llegaban a esquivar lo bloqueaban, pero para ambos el bloqueo no era una actividad que les gustaba. El tratar de ganar en fuerza era realmente agotador y no querían desperdiciar ni una sola caloría en vano. Así fue hasta que en uno de esos choques de espada el gato tuvo que soltar su daga para evitar un golpe a su rostro. El zorro no se quedó atrás e intento aprovechar la ventaja, pero el minino se le adelanto usando su hoja oculta en la muñeca para darle un corte superficial por el abdomen.

- ¡Ag! Me estoy cansando de esto gatito- Decía el zorro agotado, jadeante y con ya poca energía

- Crees que yo no- El gato estaba en iguales condiciones, era una de las batallas mas parejas que lleve a ver en mi vida. – Sabes que, creo que te ganaste el reconocimiento de ser un buen rival- Volvió a hablar el gato ahora rodeando a Flex.

- Oh enserio, pensaba que estaba fatal si un gato me está dando pelea, necesito entrenar más-

Podía ver como el gato seguía rodeándolo, mientras hablaban se observaba que, hacia algo con sus manos, como si estuviera armando algo a espaldas del zorro.

-Vamos que esperas, ataca para terminar esto... O temes que un gatito te gane – Decía retador

-No, lo que temo es que me despeine o peor que me manche con tu asquerosa sangre, sabes lo difícil que es quitar porquería de la ropa – El zorro muy confiado quería provocar más al felino.

-Al parecer tu lengua es más grande que tu espada- Ya se empezaba a notar la ira en su voz.

-Tu empezaste primor, veras que no solo soy el más letal de aquí, sino que él más irritante también bola de pelos- Dicho eso se puso de nuevo en guardia e hizo la señal mas provocativa que existe.

Tal acción solo hizo que la batalla se vuelva a comenzar siendo el gato que se lanzo directamente al zorro con los ojos inyectados de sangre. Lanzo unos cuchillos que por extraña razón el zorro solo los bloqueo con su espada. El gato se fue blandiendo su daga con la mano derecha de afuera hacia adentro dando una vuelta sobre sí mismo. El zorro solo dio un simple paso hacia atrás.

Ya sabia que en la hoja oculta estaba lubricada con un veneno altamente toxico que paralizaría apenas llegue a tu sangre, lo que más me sorprendió fue que Flex ya sabia el como atacaban cuando lo iban a usar.

El gato saco la hoja oculta y trato de blandirla de derecha a izquierda, pero para su sorpresa el zorro lo tomo de la muñeca a medio camino. Totalmente atónito se vio en una total desventaja, había gastado demasiada energía y estaba en una muy mala posición. Sin esperar el zorro torció la pata del gato poniéndose a su costado izquierdo y con la espada a la altura de su cuello intento cortarle la garganta, pero el gato aun tratándose de defender lo bloqueo con su antebrazo.

El gato estaba perdido, ya no parecía tener ninguna otra carta bajo la manga, solo era cuestión de que Flex le rompa el brazo que tiene aprisionado o que disloque el hombro con el cual bloqueo la espada.

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Un clic del metal se escuchó para que después sonara un choque de metal tosco y después silencio total. Al parecer la hoja oculta si tenia algo más que mostrar.

Vi como el zorro retrocedió lentamente tocando su abdomen, pude ver que tenía incrustada la hoja del artefacto. Se la quito lo más rápido posible para después lanzar una patada al gato el cual, por extraña razón seguía quieto en su lugar. Salió corriendo lo más rápido posible mientras que el gato estaba totalmente quieto, se había tambaleado un poco por la patada pero seguía en pie, o eso era hace unos segundos ya que se arrodillo y se desplomo sobre la nieve en un breve tiempo.

Baje de mi escondite pues tenia curiosidad de que era lo que realmente paso, no había sangre suficiente para decir que el zorro le corto el cuello, pero si había sangre. Al estar a unos pocos metros de el felino me di cuenta de que lo que paso no era algo planeado, su hoja oculta estaba rota, al parecer un resorte se rompió haciendo que se salga de su riel y haya sido disparada. Pero me extrañaba que el veneno no haya afectado al zorro, cuando estuve a un metro de el pude ver como una gran parte de su antebrazo y su torso estaban de una pigmentación violeta, allí estaba el veneno.

Sabia que ese gato estaba condenado a muerte así que solo quería saquear sus armas y telas, pero la historia fue otra. Apenas le di la vuelta pude ver como su cuerpo no estaba inmóvil del todo, estaba con espasmos en las manos y con algo de espuma por la boca, realmente es algo que se quedo marcado en mi memoria por el resto de mi vida. Quise no prestarle atención, pero veía como su temblorosa mano trataba de abrir un bolsillo que tenia en su cinturón, además de que el seguía consciente ya que apenas me vio pude ver como su pelaje se erizaba. Cuando no pudo abrir su bolsillo, rápidamente con su mano derecha me agarro de las ropas y me acerco lo mas posible a su boca. Ante tal acción reaccione sacando mi cuchillo y poniéndolo en su cuello por si intentaba algo, pero lo que escuche fue algo que cambio mi vida para siempre.

-A... ayu... dame... ¡No! Q-quie Morir – Jamás había escuchado a un animal suplicar por su vida, esta era la primera vez que veía a alguien aferrándose a los hilos de la vida. Esto más que dejarme atónito me dejo con una intriga, con un dilema moral que ya no sabia como responder. Tenia en mi potestad la vida de este animal, antes de seguir pensando, busque el bolsillo que no pudo abrir, y allí tenia un frasco de vidrio con el escrito de "Antídoto" al parecer si existía posibilidad de salvarlo... ¡Ahora si estoy en un dilema!

Si no hacia nada el gato sería comida para algún depredador, pero con la nieve que cae tal ves solo sea sepultado antes de que alguien lo encuentre, pero si se le daba el antídoto la situación seria la misma. No me imagino cuanto tiempo te tendría inmovilizado ese veneno, pero estoy seguro de que son mis decisiones las cuales determinaran la vida del felino.

Procedí a darle el antídoto para que se valla recuperando lo mas antes posible, aunque no seria suficiente para salvarle la vida...

¿Qué hago? No puedo dejarlo allí, pero ¿llevarlo conmigo es una opción? Que difícil decisión, que diría la ley de solo lo necesario... No creo que aplique a estas situaciones, pero entonces ¿Qué hago?

Antes de tomar una decisión vuelvo a ver al gato, totalmente quieto, que derramaba una lagrima por su mejilla. ¡No puedo más! No sé si será lo correcto, pero hare lo necesario para que ¡este gato viva!

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Me tarde, pero a que esta épico, espero que para que el siguiente capitulo no me tarde tanto. Bye bye mis amores, este weon los ama