La cabaña del bosque 8

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Por fin estábamos a los pies de los imponentes árboles, estos eran tan altos que no se podía ver con claridad su copa, además que eran tantos y tan pegados que no se podía ver más allá de estos. Nos pusimos a descansar un poco antes de intentar cruzarlos, ya que el camino, aunque cerca, aún no termina.

-Bien dejare esto aquí y cuando te diga, Acenix lo subes- Mencione dejando la pesada canasta a los pies de los árboles. De un gran salto subí lo suficiente para agarrarme de una rama y escalar un poco en los árboles, tenía que encontrar el camino correcto en este laberinto de troncos

- ¿Qué haces? – Pregunto Acenix desde el suelo.

-Tengo que encontrar la señalización, este lugar es como un laberinto, así que marque algunos árboles como señales, pero deberían estar unos metros más arriba, ¿Cuánto crece un árbol en tres años? – Vi desde arriba como la cara de mi compañero gatuno se transformo en una mueca de ira.

- ¡Tres años, me dices que este lugar esta sin vigilancia durante tres años! – Se le veía furioso, puedo entenderlo, muchas cosas pueden pasar en tres años, pero aun así teníamos que intentar. Además, que entre los gritos pude ver mi marca en uno de los troncos, así que ya sabia por donde ir. Le dije a los gatos para que suban, y el primero en llegar fue Luna, se le notaba muy impaciente de llegar a la cabaña del bosque.

Después de subir y que Acenix me pasara la canasta empezamos a saltar y caminar entre los árboles, eran al menos unos diez a veinte metros de arboleda así que nos tardaríamos un poco en avanzar. En el camino Acenix estaba bastante pegado a mi aun molesto.

-Me dices que, en estos años, no sabes si esa cabaña todavía existe o si ya está siendo ocupada por alguna familia o clan o secta- Me decía cada palabra por cada rama que pasábamos entre los árboles.

-Tranquilo, estoy seguro de que no hay nadie, confía en mi- Trataba de calmarlo porque ya me estaba pareciendo algo molesto, pero también algo chistoso.

-Oh claro que confiare en aquel que nos hizo dar un viaje tan largo, dormir en la intemperie y no tener comodidades por una corazonada y una promesa de poder estar seguros en una casa que posiblemente haya sido saqueada- Estaba bastante incomodo para poder hablar con el de buena manera así que solo me limite a decirle: "Tranquilo, piensa en Luna".

Con eso fue suficiente para que se mantenga callado mientras cruzábamos los árboles, vi como miro a Luna para después devolverme una mirada juzgadora, se que manipular a alguien con las crías es mal visto, pero es lo mas efectivo que conozco. Después de unos quince minutos entre los árboles, pudimos ver a lo lejos una estructura de madera y el claro de aquel bosque.

Al fin el viaje se terminó, solo quedaba entrar y descansar por fin. Bajamos de los arboles y nos topamos con una duna de nieve, teníamos que subirla para poder ver la casa en su totalidad

-Oye, estas seguro de que este lugar es, seguro- Pregunto Acenix con algo de miedo en su hablar. Era claro que ahora ya no se preocupaba por su comodidad, ahora pensaba en su vida.

-Si, si alguien está ocupando esa casa, podemos pedir amablemente el hospedarnos allí o en caso contrarios podemos vivir por aquí afuera, construir algo nosotros mismo y vivir aquí. Me importaba la protección de los árboles más que la cabaña en si- Dije un poco mas relajada y confiado, quería alivianar el ambiente, pero solo conseguí una amenaza.

-Escúchame perro, a mí me prometiste dormir en una cama suave, calientita y cómoda. Así que, si no tengo eso para el final del día, TU serás mi cama y dormiré sobre ti- Me sujeto del cuello y me dijo esto gritando en silencio, con un tono bastante irritado y como si diera un ultimátum, se notaba que aún se preocupaba mucho mas por su comodidad que por su vida, pero aproveche esas palabras para devolverle las bromas.

La Rhapsodia Del AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora