La Rhapsodia Del Angel

Convivencia 4

- ¡¿Porque COÑO dices algo así?! – Le grite. No podía creer que tenían ese pensamiento tan grotesco de las demás especies o de los canes.

-No lo niegas, interesante~- Me respondió con una mirada sugerente, se dio la vuelta y parecía que empezó a acicalarse

-No sabía que aún se acicalan así los gatos- Me era muy curioso su comportamiento, al menos parecía que la tensión del momento en que se despertó se había ido, pero en su despedida llego una tensión sexual que el minino género.

-Solo se hace antes o después del sexo-

Otra vez me quede anonadado por su tan peculiar respuesta. Trate de controlar lo mejor posible mis emociones y reacciones para que este gato no se aproveche de la posible vulnerabilidad que puede generar el estar en un estado así. Así que muy calmadamente le dije: "No necesito de tus servicios gato"

El minino se me volteo rápidamente al escuchar la seriedad con la que le dije eso, parecía que su broma le había salido cara, opte este comportamiento para dar a entender de que a pesar de que sea un simple can que vive en casas del árbol, puedo tener la fiereza y firmeza de un soldado.

-Eh um solo eran chistes no te pongas tan serio- Me dijo el gato tratando de aliviar la nueva tensión que genere.

-Te parece un buen momento para bromear Gato- Le respondí recalcando la palabra "Gato" ciertamente no debía de olvidar que solo se quedaría por dos días máximo, no debo de establecer ningún lazo con él.

El gato solo me miro algo disgustado y más tímido que antes, no tenía idea de lo que pasaba por su cabeza, quizá era un plan para bajar la guardia y matarme a puño limpio, quizá era algo para que me engatuse y que se vuelva una carga para mi... O quizá solo es un joven tan asustado como yo que solo quería ser un poco más amigable a su salvador. Aunque la forma que quiso hacerlo no fue para nada, ni cerca de la forma correcta.

-Escucha Acenix, no quiero que te quedes aquí para ser francos- Trate de hablar ahora de una forma calmada más serena.

-Au entonces debiste dejarme morir no crees- Me respondió con mucha más frialdad que antes, se nota que mi carácter lo afecto.

-No, eh puf. Empecemos otra vez. Ya te dije porque te salvé, pero eso no significa que confié en ti, la vida en el bosque es algo complicada y lo sabes bien, eres un cazador igual a mí. Sabes que hay momentos en que desconfías de tu propio hermano, así que no lo hago más largo y solo quiero que me prometas algo, como favor por salvar tu vida-

- ¿Qué cosa? – Lo dijo serio, me miro directamente a los ojos con unos ojos penetrantes y fríos, sus pupilas ligeramente dilatadas, pero aún se veía firme su mirada.

-Te cuidare hasta que te cures, no tienes por qué hablarme o dirigirme la palabra si no quieres, pero tampoco hagas esas insinuaciones sexuales, son de mal gusto. Y la promesa que quiero que me hagas es la de que no me harás daño en lo que te cuido, ¿está claro? – Lo único que quería era el no morir a manos de tan fiero cazador, sabía que si aceptaba tendría que estar pendiente de él las 26 horas del día. (Pd. Cada día dura 26 horas)

-Ok-

Otra vez me deja sin palabras por unos momentos este felino, enserio que me canso de sus respuestas tan inapropiadas.

- ¿OK? ¡Estoy hablando enserio gato! – Volví a alzar la voz para que este estúpido entienda de una vez.

-Si lo sé- El gato se paró, me sorprende lo rápido que se puede parar después de tal herida y de estar inconsciente por 3 horas, y se acerco a mi a una distancia segura. -Acaso crees que soy un maldito niño, crees que no se cuando alguien habla enserio. Mike te juro que no te hare daño, por salvarme, pero tienes que entender que no eres nada para mí, tú y tu maldita cueva, tus malditas cosas. No son nada, no me interesa este lugar y si ya hubiera querido matarte, te juro que ya lo habría hecho- Se dio vuelta y se volvió a recostar en mi cama dándome la espalda.