-Qué rápido, ¿no? Ya una semana en esta secundaria.
-Jaja. Supongo.
-Estás algo... triste, ¿pasa algo?
-No, es sólo que...
-Puedes contarme, somos amigos.
-Adara, ¿alguna vez has tenido novio?
-Obviamente que no. La verdad es que es bastante complicado que alguien me guste.
-¿Y cómo haces eso?
-No lo sé. Creo que no es como que yo lo haga, simplemente así es como soy. Y no me molesta. ¿Por qué la pregunta?
-¿Eh? Ah, sólo tenía curiosidad.
-Comprendo.
-Como sea. Tengo que ir a mi taller, Marielle me está esperando.
-Claro, nos vemos en la salida. Dile que me devuelva mi lápiz que le presté en el descanso.
-Jaja, le diré.
Ya estaba haciendo bastantes amigos. Y, me mentí a mí mismo, no extrañaba a mis anteriores amigos. Sólo a Idaly, pero, finalmente, logré soltarla. Ya no me gustaba.
Vaya que me tomé mi tiempo para conseguirlo.
Llegué segundos antes que Dante, «me dejaba tutearlo, ya habíamos desarrollado un lazo de confianza», Marielle y yo comenzamos a mejorar en nuestro lazo de amistad. Me atrevo a decir que, ya éramos mejores amigos. Pero, esas son palabras mayores.
-Hola. Ya estoy aquí.
-Por poco y llegas tarde.
-Tranquila, Dante me lo perdonaría.
-Es raro que, con tan solo una semana de conocerse, ya haya mucha confianza entre ustedes, ¿no crees?
-No tengo ni idea.
-Bueno, sólo decía.
-Chicos, guarden silencio y saquen su cuaderno de dibujos. Hoy les mostraré la técnica del claro oscuro-exclamó el profesor.
-Deberíamos quedarnos más tiempo platicando en la salida-musité.
-No sé si pueda.
-Bueno. Ah, Adara quiere que le regreses su lápiz.
-Cierto-tomó su lapicera y lo sacó-toma. Se lo entregas mañana.
-Obvio, qué flojera buscarla saliendo del taller.
-Jaja. Estás bien menso.
No puedo comparar a Idaly con Marielle porque completamente opuestos, sin embargo, ambas me complementaban muy bien.
Al finalizar la clase, Dante me pidió que me quedara un poco para poder hablar.
-¿Cómo estás?
-Mejor. Gracias por preguntar.
-¿Ya no has pensado en cortarte los brazos?
-No. De hecho, ya tiré ese cúter.
-Me da mucho gusto. Yo, en cambio, voy terrible con mi esposo.
-¿Por qué? ¿Qué ocurre?
-Peleamos demasiado. Pero, no creo que lo entiendas.
-¿Por qué no soy gay?
-No, porque aún estás joven para comprender un matrimonio. Créeme, una persona que daña tu salud mental no puede ser el amor de tu vida.
-Creí que el señor Mendoza era el amor de su vida.
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Amor, el karma inevitable [En edición]
RomanceUn chico, en su camino del amor se topa con muchos tropiezos y decepciones, esto hace que se termine cuestionando sobre la existencia del amor y si en verdad vale la pena que el ser humano pase tanto tiempo buscando al amor de su vida.