19. UNA INTRUSA

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The Glasses, algún lado del norte.

Alexander Monter.

—¿Principe, en qué piensa? No lo había visto de esa forma pensativa por un buen tiempo.

Mi guardiana Kiara, una persona genuina, dulce y muy amorosa, está un poco desconcertada sobre mi comportamiento, algo inusual. Suelo ser tranquilo y nada pensativo, me dejo llevar por la corriente de la vida, sin embargo, el viento ha soplado de manera fuerte y muy constante, es un aura distinto y me tiene intrigado y temeroso. No he salido de mi escondite por años, pero esto hace que mi energía salga y deba descubrir que es.

Necesito salir Kiara—dije rápidamente al sentir una vez más esa fuerza, y la observo de manera seria.

Sus ojos grises quedan impactada, no la juzgo. Es la primera vez que decido salir.

—Mi señor, no conoce el exterior, ¿Cuál es el motivo de esta salida?—pregunta con cautela.

—No lo sé, siento que...

—¿Alexander siente la energía, cierto?—dice mi protectora observandome.

—¿Cuántas veces te digo que le digas mi señor, más respeto Clara—dice Kiara enojada.

—Ahorrate los protocolos, no estoy para ser buena con un príncipe que no hace nada por su pueblo, solo esconderse—sonrie de forma irónica—es uno de la Alta Comisión, especies raras, ¿no crees Kiara que ya es hora que haga algo?

Clara, es una persona con mucha rebeldia y determinación, le encanta la justicia y sus ojos verdes hacen que se le note su ira fácilmente.

Siento a Kiara sacar su espada con mucha velocidad apuntando hacia Clara, me apresuro y tomo su espada—Tranquila, no tienes que hacerlo, ella tiene razón...

—Mi Señor, hay una intrusa que se ha colado en nuestro escondite, no se cómo, pero apareció—interrumpe Rebeca, ella es mi guía, una chica muy pacificadora con una alta madurez, es neutra y siempre ve ambos objetivos sean buenos o malos. Hace bien su papel.

—¿Cómo? Debe ser poderosa, porque romper la barrera de Clara es imposible, nadie puede con las barreras de un protector, repito es imposible—observo que Kiara está entrando en crisis y habla de forma muy rápida—Te pregunto Rebeca, ¿cómo pudiste dejar que entrara, no ves...?

—Para Kiara, debemos saber quién es, tranquila, yo puedo cuidarme solo.

—Nuestro deber es que lo protejamos con nuestras vidas, su padre, el rey, confía en nosotras.

—Yo puedo—dije un poco serio.

Al mencionar al rey, es un tema un poco molesto para mis oídos, él prefirió al reino ante su gente, dejando un posible "Supremo" a las decisiones del reino de The Glasses Del Norte, él debe tener la  mayor potestad de decidir lo mejor para el pueblo, no alguien malévolo.

Cuando la reina suprema de The Glasses Hazune, muere, dejó un gran vacío y miedo, que los cristales más poderosos lo dividieron y por primera vez, The Glasses fue dividido, en 5 reino, El norte, Sur, Este, Oeste, y el Central, dónde yace el falso Supremo.

Desde ese momento huí de mi reino, llevándome el cristal para protegerlo porque mi especies es ser un contenedor, el gran contenedor.

—¿Usted puede?, que realmente vives escondido, lo siento Alexander pero es una realidad, mientras te escondes, el supremo ha devorado miles de almas—ella se acerca a mí, sus ojos verdes dan miedo—¿dime que has hecho por ellos?

—No quiero interrumpir pero la intrusa vino con animales espirituales, no los veo pero hice un conjuro para ver si había alguien más y ha detectado dos forma de vida inusuales y siento que puede ser una amenaza.

La curiosidad de ese poder, el aura, la energía, el llamado es muy fuerte y me llama lentamente.

Mi madre, siempre me hablaba de los llamados, y cuando eso sucede cosas buenas estan por venir, pero también puede ser el dia de una gran catástrofe. Algo así tan poderoso tiene que caer en buenas manos, porque sino el mundo está en peligro. Realmente ese llamado no lo puedo describir, ni siquiera Rebeca pudo notarlo y ella es una de las mejores rastreadoras que pueden existir.

Llegamos al destino y veo a la chica, y no puedo creer lo que veo, ese parecido a Hazune, me acerco y sigo detallandola, su belleza es algo que me impacta, no es normal que sienta una atracción por una extraña, aún no veo sus ojos, y sé que son los mas hermosos que veré, su piel es limpiecita. De verdad no puedo parar de observarla. Esto no es normal.

—Esa joven se parece a Hazune, pero es imposible, ¿no crees?—pregunté desconcertado.

Hace mucho tiempo nadie hablaba de ella, despues de la gran batalla y su muerte. Su padre fué el creador y fundador de este maravilloso legado, pero, lastimosamente está corrompiendose en manos equivocadas de aquel falso rey. 

Nadie observa el mal que le hace a The Glasses, los tiene a su Merced, se encuentra en una situación de dependencia. Me revelé desde el mismo momento que quisieron acabar con las dimensiones, dejándolas en oscuridad y vacíos. Las almas que llenaban esos mundos fueron devoradas, y la única persona que puede hacer eso es Hazune, o el deseo del gran "Cristal" 

El Gran Cristal, son las cadenitas que caracterizan La Alta Comisión de The Glasses, se dividen en cinco cristales, donde somos contenedores o reservadores de su poder solo hasta que llegue la verdadera reina y reclame lo suyo o que haya una guerra por el poder.  Lo peor de todo es que soy uno de La Alta Comisión de The Glasses, así que soy considerado uno de los más poderosos y temibles.

—Tristemente morirá—suelta Kiara sin ningún problema, dejando un momento mis pensamientos—tiene un hechizo prohibido, ni usted puede romperlo mi señor. 

—¿Quién lo lanzó?—pregunto con curiosidad.

—Tendría que investigar, pero el poder que fue lanzado sobre ella, me llevará un tiempo largo. No creo que sea recomendable cuando estamos fuera del reino y podemos estar en peligro, acuérdese que usted debe ser protegido.

—Acabo de notar lo que dijiste hace rato, hay unas serpientes espirituales, son los seres que detectaste, estan alrededor de ella, ¿Será la verdadera Hazune?

—Cuenta la leyenda, que fue la única reina que enfrentó al Dios de la Destrucción y al lobo blanco, dos bestias poderosas. También cuentan que el mundo espiritual siempre la acompañaba, en especial las serpientes blancas—relata Rebeca—sin embargo, ninguna de nosotras tres podemos verla, solo los cristales pueden observar a los animales espirituales y las capas azules.

—Asi es, tienes toda la razón, sin embargo, el reino espiritual pronto se derrumbará y todo lo que hemos visto aquí en The Glasses caerá—dice una chica encapuchada.

—¿Quién eres?—pregunta Kiara.

—Es una Herfa—dije.

Esa Herfa emana un poder malévolo, algo anormal, siento como su mirada erradia una furia. Solo observa a la chica.

—No vengo por tí Príncipe Alexander—decide hablar y mantiene una sonrisa que me inquieta, me pregunto como me conoce, si realmente, es primera vez que salgo del reino—vengo por la chica que tienes a tu lado—nos señala y a su vez nos aparta con solo un chasquido—a Hazune, a la verdadera reina de The Glasses.

Un escalofrío recorre por mi cuerpo al saber que tengo a la legendaria reina en vivo y directo a un lado.

—Ella es Hazune, mi hermana.

THE GLASSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora