Si las constelaciones dijeran nuestros nombres

Capitulo 2

Llegamos al hospital, el mismo hospital donde había perdido a alguien importante para mí, a alguien a quien quería.

Nos bajamos de la ambulancia y rápidamente se llevaron a Alec adentro.

Se llevaron al chico que estuvo conmigo cuando más lo necesitaba, cuando no tenía idea que era tan siquiera divertirse años atrás, la persona que me dio el apodo que tengo.

Yo solo vi cómo se lo llevaban adentro de una sala, donde yo no podía entrar, no soy doctora, pero conozco una que otra cosa acerca de eso ya que yo quería serlo, pero no puede.

Tuve un obstáculo que me impidió serlo, de lograr serlo.

El miedo.

Al perder mi padre que fundo este hospital con mucho esfuerzo y anos de su vida, él quiso que fuera doctora, quería que su hija menor siguiera sus pasos y no me importaba hacerlo.

Porque con el tiempo me empezó a gustar la medicina y me gusto la sonrisa de mi padre cuando le decía que si iba a serlo.

Pero me invadió el miedo al saber que no pudieron hacer nada por él, que no pudieron salvarlo.

¿Y qué pasa si no logro salvar a alguien?, ¿Qué pasa si no puedo hacer nada por esa persona, al igual que paso con papá.

Esos pensamientos venían a mi cuando tenía que decidir a que me iba a dedicar.

Eso era algo que no me podía perdonar si cometía algún error, por más mínimo que sea, que le costara la vida a una persona.

No podía lidiar con el hecho de haber decepcionado a mi padre.

No podía con la idea de haberlo decepcionado por no poder convertirme en médico, pero mi hermana mayor Spring.

Tomo mi lugar y ella logro convertirse en medico como quería papá para mí.

De verdad se lo agradezco, pero me entristece la realidad.

Ella tomo un lugar que no tenía que haberlo tomado, ella podía seguir adelante sin haberlo hecho.

Pero a la vez me da un poco de felicidad el hecho de que ayuda a las demás personas y siempre que vengo de visita la encuentro con una sonrisa.

- él estará bien- me dijo mi hermana al salir de aquella sala.

- ¿estás segura de eso? - le cuestiono poniéndome de pie.

Ella asiente dándome una leve sonrisa que me tranquiliza- no fue tan grave como pensábamos, detuvimos la hemorragia y tuvimos que coserle la herida.

- Augh- le digo al mirar sus guantes con rastros de sangre.

- ya, ya- Spring me pone una mano en el hombro y me soba juntándome a ella- no llores por tu amado Romeo, Julieta

Me sonrojo al escucharla apartándome de ella, pongo mi mano en mi rostro en un intento de esconderme por la vergüenza.

Ella solo se echa a reír a carcajadas y me mira con atención – Ashly, mañana en la tarde podrás verlo, ahora de nada podrás verlo ahora, esta sedado

- ¿Y qué puedo hacer ahora? Tengo demasiadas dudas, pero a la vez me da felicidad y tranquilidad que el este bien- le digo a Spring, no puedo imaginarme que un día vino de la nada y al siguiente se va así nada más.

- Tranquila, además está en una habitación VIP

Yo ladeo la cabeza, confundida.

Ella se pasa la mano por el cabello presumiendo- beneficios de ser la hija del fundador y doctora.

Yo ruedo los ojos divertida.

- Así que ya no llores por tu Romeo eh, Julieta, que ya pronto lo podrás besar - ella se acerca a mí y me hace gesto de besos en los labios, molestándome.

- Ya vale, que ya entendí, me voy a casa, mañana tengo que dar clases así que tengo que ir a dormir

- Vale, ve a casa tranquila que yo tendré vivo a Romeo

Yo volteo los ojos y le doy la espalda saliendo del hospital.

Llego a casa y me lanzo a mi cama y reviso mi celular.

- Son las 11 pm, ¿ah? - suspiro levantándome, poniendo mi celular a cargar en mi escritorio.

Me quito la ropa y busco una cómoda para dormir, me cambio y me lanzo nuevamente a la cama quedándome dormida.

A la mañana siguiente me alisto como es de costumbre y voy para el instituto a dar mis clases de anatomía todo el día.

¡Auménteme el sueldo!, solo eso puedo reclamar por ahora.

Al terminar mi trabajo y regresar a mi casa encuentro a una de mis mejores amigas en mi sala de estar Amara.

Ella es la "novia" de Isaac, aun no es oficial, pero a mí no me engañan que esos dos se comen con la mirada cuando nadie los ve.

Lo digo porque una vez los sorprendí mirándose así

-¡Holis! - ella se pone de pie y yo solo me dejo caer del cansancio en el sofá.

- Hola, ¿Qué te trae por aquí? - digo sarcástica.

- a que vayamos a comer

- que pereza, pero también tengo hambre así que vamos

Sin más, salimos y al llegar al lugar veo que es un restaurante bastante pequeño pero acogedor.

- ¿Me trajiste a comer comida china?

- sí, ¿por qué? ¿Hay algún problema?

- no, gracias, hace tiempo que no venía a un lugar así

- De nada, aunque no te he visto últimamente

- he estado ocupada

- entiendo, es lo normal, a mí me están estresando con mi trabajo

- dímelo a mi

Después de que nos ordenáramos y nos trajeran la comida.

Empezamos a comer

- ¿Cómo le va a Isaac? - me pregunto desviando la vista

- supongo que bien, no te preocupes de seguro está haciendo un muy buen trabajo en el hospital

Isaac al igual que mi hermana está trabajando en ese hospital, aunque me caiga bien Isaac y es mi amigo, no puedo pensar en él, no tengo mucho interés debido a todo lo que tengo que hacer.

Viene el mesero y nos sirve la comida que ordenamos a ambas.

- ya veo, ¿y a ti como te va?

- supongo que bien, el que no la está pasando nada bien es Alec

- ¿por qué lo dices? - me dice mientras se lleva un bocado a la boca

- está herido

- ¡¿qué?! ¡¿Qué paso?!- dice que quemándose la boca con la comida- auch

- no sé qué paso realmente

- ¿Cómo dices?

- solo sé que está estable en el hospital y espero que entre pronto se recupere

- eso espero también

Terminamos de comer y cada una se fue por su lado, a casa.

Cuando llego cierro la puerta detrás de mí, mi espalda pegada a la pared.

No, no sé qué paso con él.

Porque no se ni siquiera por qué él estaba ahí con ese sujeto.