Llegamos a casa, no tenía ganas de hacer nada ahora, solo quería olvidarme de lo que acababa de pasar.
Entramos a mi habitación que estaba casi abandonada al no haber nadie a excepción de nosotras.
Me siento en una esquina de mi cama quitándome las sandalias, Amara se fue afuera de la habitación no sé por qué.
Después de quitármelas las dejo a un lado, no sé qué pensar.
Estoy en blanco, mi cuerpo está en mi habitación, pero mi mente está en otra galaxia muy lejana a esta.
Me acomodo en mi cama poniéndome en posición fetal, no tengo ni ánimos de ver a mi amiga regresar a la habitación. Apenas agarro mi celular y veo que realmente es tarde.
Oigo e espaldas a mí la puerta y siento que se hunde la cama a la vez unos brazos envolverme en un abrazo.
- ¿Amara puedes quedarte aquí? - le pregunto ya que no se si realmente si quiere quedarse conmigo, aunque esta tarde puedo pagarle un taxi si no quiere quedarse.
- Desde un inicio ese era el plan Ashly- me contesta enterrando su cara en mi espalda
- Estas caliente Amara, ni mi cama tiene esa calidez
- Tu cama estaría cálida si invitaras a alguien a pasar la noche en ella
- Ya estás en mi cama y vas a pasar la noche aquí- le digo con una voz apagada
Mi habitación que la mayor parte del tiempo está a oscuras ya que tengo mis ventanas cerradas y cubiertas con las cortinas color lila ha cobrado un ambiente gélido y con un color azul debido a la luz de la luna que se cuela por las ventanas.
Amara me suelta y se sienta poniendo su espalda contra la pared; ella me sacude obligándome a verla. Yo me ruedo hasta verla mirándome.
- Sabes de que no hablo de eso Ashly
- ¿Y de qué me hablas? - le cuestiono, quiero que ella me lo diga.
- ¿En serio quieres saber a lo que me refiero?
- Prefiero no saberlo – le contesto totalmente incomoda, no se a que quiere llegar.
Me siento al lado de ella apoyando mi espalda contra la pared- dime la verdad
- ¿Qué? - ella me pregunta con una voz desinteresada mirando su celular.
Yo paso mis brazos por mis piernas agarrándolas y descansando mi cabeza sobre mis tobillos mirando al frente en plena oscuridad.
- Te gusta Isaac, ¿no es así? - le interrogo.
- Si, pero eso no importa
- Claro que importa es lo que sientes
- Pero él no siente lo mismo- me dice con una voz apagada agachando la cabeza
- No estamos seguras, tal vez si le gustes
Lo digo por las miradas que te da cuando cruzan miradas.
- Si claro- me dice con sarcasmo.
- Como sea, tu sabrás si le dices como te sientes si no es pasajero
- No es tan sencillo como lo muestran en las películas, que el chico se queda con la chica y vivimos felices para siempre. Tenemos que vivir en la realidad que nos da el mundo.
Yo no digo nada ya que tiene razón, me vuelvo a poner en posición fetal dándole la espalda a Amara- es tarde, deberíamos dormir
- ¿Mañana que harás?
- Visitar el hospital
- Pero mañana es domingo
- Exactamente como es domingo tengo que ir, los otros días tengo que trabajar- le aclaro.
- iré contigo entonces
- solo vas porque quieres ver a Isaac
- y tú a Alec- me contesta
- como sea, duérmete
Permanecimos un rato más molestándonos la una a la otra hasta quedarnos dormidas. Cuando amaneció me levanto aun medio dormida caminando a la cocina, llego y me sirvo un vaso de agua.
Trotar suena bien para iniciar el día.
Pero tengo mucho sueño ahora así que supongo que lo haré después.
Voy de regreso a la habitación y encuentro a Amara aun dormida.
Reviso mi celular y veo que tengo una notificación en mi calendario.
Es el cumpleaños de Alec.
¿Por qué crees que no te fui a visitar ayer, idiota?
Me acuesto en mi cama tratando de alargar mi sueño, pero no sirve de nada cuando la alarma de tu amiga suena a cada rato y ella no se levanta.
Sacudo bruscamente a Amara para que se levante y apague su maldita alarma que no me deja dormir.
Aun así, ella no se levanta así que la pateo haciendo que se caiga de la cama.
- ¡¿qué te pasa?!- me reprocha frotándose los ojos
- Apaga esa cosa, es domingo no se para que tienes alarma
- Se me olvido apagarla anoche, la alarma era para levantarme temprano mañana, ¿ok?
- Ya me quitaste el sueño, ¿lo sabes?
- Aja
Me levanto de la cama y voy al baño que esta al otro lado de la habitación. Me lavo la cara dándome pequeñas palmaditas en la cara en un intento de dejar el sueño atrás. Vuelvo a mi habitación y agarro mi celular.
Me sobresalto al ver que son las 9:15 am.
Me pongo un short pequeño, una camiseta sencilla y unos zapatos de meter; agarro mi billetera y la meto en la pequeña bolsa de mi short.
- Voy a trotar un rato- le digo a Amara pasándola de lado.
- Nos vemos luego entonces
Salgo a trotar hacia una repostería que quedaba como a 7 cuadras de mi casa, troto ese par de calles y noto un poco antes de llegar a la repostería a la chica que mire en el parque esa vez, estaba segura.
La ignoro y llego a la pastelería, compro un pastel de chocolate que lleva un poco de frutas. Cuando salgo voy para la casa, tenía que alistarme, no soy de las personas que se arreglan mucho con tal de verse presentables.
Llego a mi casa dejando el pastel en la mesa de la cocina y voy a mi habitación.
- Creí que te ibas a dilatar
- Estaba comprando un pastel, alístate
- No tengo ropa, además ¿Quién está de cumple?
- Alec
- Ah, ¿entonces me prestas un vestido?
- Ok- le digo quitándome la ropa
Yo me pongo un pantalón blanco junto con unos tenis negros.
- Me pondré este vestido- me dice Amara al mostrarme un vestido rojo que tenía en mi closet; es algo pequeño y un poco escotado.
- Ve a probártelo a ver si te queda- le contesto mientras agarro un top que combina con los tenis.
Amara sale de la habitación para probarse el vestido, yo mientras tanto me hago una coleta alta; cuando ella vuelve con el vestido puesto luce realmente bien
Bien Isaac, resiste que Amara ya sabe lo que quiere.
Al igual que yo.
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Si las constelaciones dijeran nuestros nombres
RomanceTodo comenzó con un asalto que fue todo menos eso. Dicen que la luz viene antes del rayo y el rayo antes de la tormenta. Pues esta vez no hubo esa luz y nada mas cayo un rayo en seco. Ni mucho menos un arcoíris. Ashly, si ese es mi nombre. Déjenme...