- ¿Qué quieres saber de mí?
- ¿Por qué me salvaste ese día Ashly? - su voz es seria al igual que su rostro.
- Es lo que cualquier persona haría
Ariel me mira fijamente a los ojos, el azul de los suyos hace que me sienta incomoda de alguna otra forma- no, no cualquier persona lo hace
Suspiro, el mesero trae las botellas y dos vasos; las pone en la mesa para luego irse. Ariel abre la botella y sirve un poco de vodka. El me pasa el vaso y luego se sirve él.
Después de unas copas me sentía un poco mareada.
- Ariel, ¿tienes novia? - le pregunto, curiosa.
- No
- ¿No?
- No tengo novia- su voz es ronca, así que de repente me siento un poco sofocada.
- ¿Ni un poquito? - me rio ante ese hecho.
Ariel se levanta de su silla y se pone a mi lado; pasa su mano por mi cuello desnudo hasta llegar a mi cara. Pasa uno de sus pulgares por mi labio inferior.
- ¿Quieres que te muestre que no tengo, Ashly? - Ariel mira mis labios y se muerde el labio inferior. Joder y dicen que yo soy la calenturienta.
Ariel se acerca hasta quedar a centímetros de nuestros rostros, de nuestros labios. Puedo oler su colonia; huele bien... tan bien que me hace perder la razón. Instintivamente abro un poco mis labios esperando un beso húmedo y rico.
Pero Ariel se aparta con una sonrisa pícara en su rostro.
- ¿Pensaste que te besaría? Ridícula
¿Ridícula? - eres más ridículo, preguntándome porque te salve si obviamente es por sentido común- me cruzo de brazos y aparto la mirada- no es por nada especial o algo parecido.
- ¿O en serio? - Ariel se acaricia la mandíbula como si estuviera pensando; entonces sus ojos azules miran los míos y tengo que apartar la mirada- no creas que no note que me mirabas en la tienda de conveniencia, Ashly...
- No se de que hablas- agarro el poco licor que queda en mi vaso y me lo tomo de un tirón. El alcohol quema; pero eso es lo que necesito ahora, no pensar.
- Claro que lo sabes ridícula- Ariel se acerca nuevamente hasta que queda un poco espacio entre nosotros, solo puedo oler su deliciosa colonia y pensar en besar sus labios jugosos, me ha tentado este chico y lo peor es que no se si ceda- ¿entonces por qué cada vez que me acerco y te miro te pones nerviosa y apartas la mirada?
Siento la sangre recorriendo mis mejillas pongo mis manos sobre su pecho y miro hacia otro lado- apártate, Ariel
- ¿Por qué? - la diversión queda clara en su voz- ¿temes que te haga querer mas que un beso?
Dios, ¿de dónde saca esas cosas? – ¿no conoces el espacio personal?
El se aparta un poco y me mira- esa palabra... no sé qué significa- Ariel sonríe a su vez se lame el labio humedeciéndolo, haciéndolo más tentable- muéstrame
Lo miro fijamente a los ojos entre la poca distancia entre nosotros sintiendo todo el calor en mis mejillas, mis ojos bajan de su mirada a sus labios húmedos.
Me levanto de mi silla y doy pasos adelante dejando a Ariel detrás.
- ¡La cuenta Ashly!
- ¿Qué pasa con la cuenta? - le reprocho.
Ariel suspira- nada
Me siento en una silla viéndolo pagar, hasta que él viene hasta donde estoy yo.
- vámonos ridícula- Ariel mete las manos en sus jeans esperándome.
Yo me levanto y acaricio su cara acercándome lo suficiente para que solo un poco más cerca se besen nuestros labios- no me llames Ridícula Cat- le susurro jadeante.
- ¿cat? - Ariel levanta una ceja- eso es lo que te mereces por decirme ridícula.
Me aparto de él y voy a la salida.
- adiós, cat
Pongo un pie en la acera y tambaleo. Siento que me caigo, pero no lo hago, de repente siento una mano en mi cintura y vuelvo a ver a Ariel detrás de mí- no te dejaré irte sola a casa
- ok, ¿ahora puedes quitar tu mano de mi cintura? - le digo apartando la mirada, ¡por Dios!
- ¡Ah!, claro- Ariel quita su mano y toma su teléfono. Lo miro escribir algo ahí- puedes sentarte en una silla del restaurante mientras esperas- dice sin apartar la vista del celular.
- ¿Qué haces?
- Buscando un taxi
- Ah, ok
En pocos minutos llega el taxi y me subo; volteo a ver a Ariel y me sorprende que se sube conmigo.
- No se supone que deberías irte a tu casa- le susurro.
- Después de asegurarme de que llegaste bien a la tuya
- Aww, que amable de tu parte- pongo mis manos en mi pecho sonando sarcástica.
- No te creas tanto ridícula, después de eso me iré
- Idiota
- Fea- me dice por lo bajo.
Es tan insoportable.
Le digo al chofer la dirección de mi casa y empezamos a alejarnos del bar, el viento nocturno se colaba por la ventana del auto. Se siente tan refrescante...
Llegamos a mi casa, mi vecindario estaba alegre, los niños estaban jugando con una pelota. Ariel se baja conmigo del auto y me acompaña hasta mi puerta, la abro y lo vuelvo a ver.
- Gracias por todo
Ariel niega con la cabeza- al contrario, fuiste tu la de la idea de irnos a relajar
Yo diría mas bien coquetear, pero bueno...
- Bueno, nos vemos luego- digo girando mi cabeza.
- Ashly
- ¿sí?
- El día que tuve el accidente, esa chica no era mi novia
- Como sabes que... no, está bien, no me debes explicaciones
- Note que una chica me estaba mirando, y ahora se que esa chica eras vos- Ariel da un paso adelante acortando nuestra distancia.
- Ariel, está bien, no tengo porque ser alguien al quien le tengas que explicar nada
- Ya lo sé
- ¿Entonces?
Ariel se encoje de hombros- lo hago porque quiero - él sonríe y se da la vuelta- hasta luego ridícula
Entro en mi casa y me meto en mi habitación abalanzándome a la cama.
Cierro los ojos y algo hace un click en mi cabeza.
¡Por Dios! Alec...
No puedo confundir el deseo de solo besar a Ariel y echarlo todo a perder, por eso.
Porque tengo en claro que al que quiero de verdad es a Alec.
Porque el deseo y el amor son dos cosas diferentes.
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Si las constelaciones dijeran nuestros nombres
RomanceTodo comenzó con un asalto que fue todo menos eso. Dicen que la luz viene antes del rayo y el rayo antes de la tormenta. Pues esta vez no hubo esa luz y nada mas cayo un rayo en seco. Ni mucho menos un arcoíris. Ashly, si ese es mi nombre. Déjenme...