Capitulo 23

13 3 1
                                    

"Posiblemente me quería,

vaya uno a saberlo,

pero lo cierto es que tenia una habilidad

especial para herirme".

Mario Benedetti 

Alec

Aun estábamos en la época donde los copos de nieve caían y podía ver mi respiración. Por alguna extraña razón Ashly había dejado de hablarme y si me hablaba se mostraba distante, con una voz gélida al igual que su rostro cuando nos veíamos.

¿Acaso hice algo malo?

Desde la otra vez no ha querido hablarme. No lo entiendo; siempre volvíamos juntos, entonces ¿por qué esta tan diferente desde aquella vez?

Pase por la cafetería sacando monedas de mis pantalones cuando una chica de cabello rubio se acerca dónde estoy,

Hola Alec- no sé quién eres, ¿qué es lo que quieres?

-Hola- dije agarrando la lata de café de la máquina- ¿qué quieres?

- ¿Por qué tan distante, bombón?

Me doy la media vuelta mirándola fijamente, una sonrisa arrogante se forma en mis labios y me inclino, acercándome, cortando la distancia que hay entre nosotros dos. Aunque siento las miradas de las demás chicas de la cafetería no me importa, de todas maneras, se supone que soy "el chico guapo del instituto", así que tengo que cumplir de vez en cuando ese papel, ¿no?

Su respiración agitada solamente me hace sentir arrogante, la sonrisa de mi rostro sin desvanecerse, me acerco un poco mas donde esta ella y noto que se tensa un poco, entonces me acerco a su oído y le susurro:

- Si tan guapo te parezco, ¿por qué no me sigues? – le digo con voz ronca.

La chica me vuelve a ver en el poco espacio que teníamos.

Levanto la vista y veo a Ashly por un segundo mirándome con una cara desconcertada, me enderezo y la miro fijamente con una expresión gélida, borrando rastro de sonrisa en mi rostro. Tomo la mano de la chica y voy a donde esta Ashly que se mantenía con esa cara de shock, la pase de largo.

- vámonos, siento que no deberíamos estar aquí.

Siento la mano de Ashly, así que la vuelvo a ver, deteniéndome.

- No puedo creer que estes haciendo esto- me dice ella mirándome, enojada.

Yo me acerco a ella, soltando la mano de la chica, paso mi mano por su mejilla y le susurro al oído sin mirarla:

- ¿Acaso te debo algo, Ashly?, ¿soy tu novio?, ¿por qué te debería mostrar explicaciones, cuando no somos nada? No te debo nada Ashly, así que no deberías porque reprocharme lo que hago- mi voz es grave, reclamante, sé que no debería comportarme así cuando solo somos amigos, pero hay algo que no puedo aceptar.

El por que se alejo de mí.

Ella no tiene por qué darme explicaciones de por qué dejo de hablarme, digo, no somos nada, a fin de cuentas, solo éramos amigos.

Pero al parecer a ella le vale una tontería mi amistad, a diferencia de mí.

Y eso me duele de alguna manera; ¿acaso cree que soy un pedazo de basura que no siente? Yo también soy una persona.

Cuando confías plenamente en alguien entregas todo de ti, lagrimas, amor, sentimientos; teniendo la certeza que ese alguien no te dará la espalda dejando solamente un cascarrón vacío.

Pero supongo que por eso hay que cuidar de quien damos nuestra confianza, somos seres que se rompen fácilmente, nadie sabe por lo que pasas y que sientas que te han traicionado, para mi es el doble de cruel. La confianza es doblemente cruel, es el doble de filosa que cualquier cosa.

Suelto mi mano de ella y me alejo, cuando me doy media vuelta veo al imbécil que esta con ella, viniendo hacia acá.

Vincent, el estúpido que la tiene por novia. No sé por qué, pero eso me fastidia.

Paso a un lado de Ashly viendo se acerca hasta quedar frente a ella. Vincent la agarra de la muñeca y veo que ella hace una mueca de dolor tratando de zafarse, pero él la sigue sujetando.

- ¿No vienes, guapo? - me pregunta la chica de cabello rubio, recordándome que estaba aquí, digo, es su problema, ¿no?

- ¡Ah! Exclamo, volviendo mi atención a la chica- sí, claro.

Agarro a la chica de la muñeca y me doy media vuelta dejando atrás a Ashly. Llego a la puerta de salida de la cafetería y tomo el pomo en seco, ¿debería irme y ya?

Escucho un quejido atrás y suelto a la chica rubia, frio.

Enojado me doy la vuelta y camino rápidamente donde están ellos dos forcejeando. Cuando estoy detrás de Vincent lo tomo por el hombro girándolo hacia a mi y le doy un puñetazo.

Ashly pega un grito que me obliga a agarrarla rápidamente soltándola de Vincent estampando mi mano en sus labios para que se callara, y con mi dedo índice de mi otra mano le hice una señal de silencio.

La hago detrás de mi sintiendo la conmoción de las personas en la cafetería.

- Lo vas a pagar imbécil

- ¿Por qué? - pregunto incrédulo- ¿por golpear a un poco hombre como tú? - paso mi dedo por mi labio inferior, mostrándole una sonrisa de suficiencia- entonces debo estar jodido por no arrepentirme.

Vincent masculla, pero luego suelta una risa que me deja consternado- ¿qué?, ¿te gusta mi novia?

Apretó los puños ante esa palabra, no se la merece, no merece que la llame así.

- ¿Te la quieres follar acaso?, ¿solo por ser el chico que el que tiene a las chicas babeando todo el rato? - Vincent se acerca hasta quedar frente a mí, amenazante.

Mi jodida sonrisa de suficiencia al parecer no quiere abandonar mi rostro- ¿acaso estas celoso? - levanto una ceja, aun con mi sonrisa en mi cara- ¿por qué tú no puedes serlo?

Todo lo que siento es un fuerte golpe en mi rostro, ante de que pueda reaccionar, Vincent se abalanza en mí, botándome, golpeándome.

Yo protegiéndome como puedo con mis brazos, pateo su punto medio haciéndolo caer hacia atrás con una expresión de dolor. Me levanto y lo empiezo a golpear sin parar, enojado no es precisamente la palabra adecuada para mi humor en este momento. Siento unos brazos atrás de mi sosteniéndome.

- ¡Ya basta! - dice una voz gruesa. Volteo la vista y veo a un profesor sosteniéndome, lo aparto de mi y me levanto dejando en el piso a este idiota.

- ven conmigo

Acompaño al profesor y paso de lado de Ashly que esta al parecer en estado de shock.

La miro fijamente a los ojos, mi vista bajando a sus labios que tienen una ligera cortadura.

Volteo los ojos y suspiro, me acerco a donde esta ella antes de seguirle el paso al profesor – adiós Brisa- le digo con una sonrisa triste.

Al final si lo fuiste, brisa...

Porque después de la lluvia viene la brisa, para luego irse como lo estás haciendo. Lo que si sé, es que mientras estuve contigo, todo valió la pena.

Valías jodidamente la pena, Ashly. 

Si las constelaciones dijeran nuestros nombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora