Capitulo 1

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La noche ya había llegado, haciendo que las casas encendieran sus luces y iluminaran las calles de mi pequeña ciudad.

Estaba de un lado a otro tomando fotos, la fotografía es uno de mis más grandes pasatiempos, pero mi pasatiempo favorito, es él.

Sus labios, su sonrisa, su dulzura, su corazón, todo de él me gusta, estar con él ha sido lo mejor que me ha pasado.

Cruzo una calle con mi cámara en mano, voy caminando, tomando fotos de los árboles con sus faroles.

Y la veo, una chica de cabello pelirrojo con una cartera acercándose.

Voy hasta donde quedando frente a frente, la tomo de brazo para captar su atención.

La suelto y le saludo

- Hola, mi nombre es Ashly, oye me pareciste muy hermosa, ¿te puedo tomar una foto? - le pregunto.

- Si claro, pero ¿Qué gano yo si me tomas la foto?

Me encojo de hombros, no me esperaba esa respuesta- te puedo pagar 20 dólares.

- Vale, es mejor que nada

- Ok, siéntate y posa junto con ese árbol- señalo el árbol que está alumbrado con una farola y frente hay una banca.

- Ok- me contesta.

Cuando ella se mueve y se va a la banca noto a un chico de cabello castaño con una remera gris junto con una mascarilla que le cubre la cara, detrás de ella.

Volteo a donde esta ella y me acerco.

- ¿Ese es tu novio? - hago una leve seña con la cabeza

- No- ella se me queda viendo

- Te tomo la foto y te vienes conmigo

- Ok- su voz esta quebrada, temblorosa por el pánico

Vale no se si la traume, pero eso da igual ahora, necesito sacarla de aquí y tratar de ayudarla como puedo.

Tomo la foto y la jalo del brazo caminando rápido vamos a un lugar cerca de mi casa, un lugar que siempre esta con mucha gente.

La pizzería.

Caminamos con prisa, yo aun jalándola del brazo, cruzamos un par de calles y antes de llegar volteo atrás para ver si el chico nos estaba siguiendo.

Pero cuando volteo no hay nadie, no hay nada.

Yo dejo salir un suspiro- al parecer ya no nos sigue

- Gracias por ayudarme- me dice con su voz agitada por el susto y por la prisa en la que la llevaba

- No hay de que, te recomiendo que vayas a una pizzería que está en la otra calle

- Esta bien, nuevamente muchas gracias- me dice agarrando su bolso

- Oh, espera, tus 20 dólares- le digo al acordarme que aún no le he pagado

- Olvídalo, yo te debo más al salvarme de quien sabe quien

- No hay de que, ve con cuidado

- Ok

Me despido y voy a mi casa, estaba a dos cuadras de donde estaba, así que estaba cerca.

Camino, antes de llegar a mi casa, veo aquel callejón oscuro en donde tenían contenedores de basura, siempre lo veía cuando volvía a casa, pero ya debería dejar de hacerlo.

Pero me doy cuenta de que hay alguien ahí junto con otra persona en el suelo.

Me alarmo, pero aun así entro silenciosamente dentro de ese lugar.

Me escondo tras un contenedor, dejando mi cámara en el suelo.

Saco mi celular de mi pantalón y pongo el número del 911, vuelvo a ver a donde estaba esa persona que estaba de pie frente a la otra que estaba en el suelo.

Pero no hay nadie, ni el chico de pie ni el que estaba en el suelo.

Suelto un suspiro y me levanto.

Veo al frente y ahí estaba ahí, el chico que estaba de pie cubierto de negro de pie a cabeza y con una pistola en la mano.

Trato de retroceder al verlo, pero no puedo, no hay donde retroceder aquí, solo hay una maldita pared bloqueándome el camino.

Él me toma repentinamente del cuello y me estrella contra la pared sacándome el aire, cierro los ojos por un momento.

Mi mente no puede procesar lo que está pasando justo ahora.

El solo aumenta su fuerza haciéndome forcejear en vano, no hay nada que pueda hacer contra este sujeto.

Los abro sintiéndome mareada y veo una silueta, una sombra detrás de él.

Luego siento que me suelta y me estrello contra el suelo.

En momentos como este, cuando las cosas se ponen difíciles quiero sentirlo a él, abrazándome, envolviéndome en él, impregnándome de su olor calmándome.

Haciéndome sentir segura.

Pero él no está aquí...

Él no está aquí.

Lagrimas húmedas pasan por mis mejillas al saberlo y trato poco a poco asimilar lo que pasa.

Veo una mano delante de mí, la tomo haciéndome levantar y jalándome hacia él, sintiendo su pecho y algo húmedo...

Veo al sujeto que me estaba estrangulando tirado en el suelo y junto con pequeños trozos de vidrio y la pistola que tenía.

A quien sea que estoy sintiendo lo vuelvo a ver y me sorprendo.

Él está aquí, está justo aquí, veo lo húmedo.

- Es san- san- sangre, estas sangrando ¿Qué te crees que haces abrazándome?

Me suelto y el solo me ofrece una ligera sonrisa.

- Hay que llamar a la ambulancia

- Ya viene en camino la policía

- ¡Pero no de la ambulancia!

Marco el número del hospital de mi papá y me avisan que entre un rato viene la ambulancia donde me encuentro.

Lo vuelvo a ver a él y está sentado sosteniéndose la herida.

Me acerco a él, abrazándolo, de alguna manera haciéndole saber que no está solo y que superara esto.

Que superaremos esto.

- Todo estará bien Brisa, no te preocupes- me dice sintiéndolo perder el calor poco a poco.

En realidad, no me llamo Brisa, me llamo Ashly, pero eso no importa una mierda, ¡cuando sé que él se está muriendo!

- Tú no te preocupes, todo estará bien- le digo pegándolo más a mí, tratando de refrenar las lágrimas.

Tengo que ser fuerte por él.

La ambulancia llega a donde estamos nosotros y rápidamente lo suben adentro junto conmigo.

Y mientras llegamos, me invade el miedo de perder a alguien más aquí, a donde vamos.

El hospital... de perderlo a él.

Al igual de como perdí a mi padre, en ese hospital.

No quiero perder a alguien más.

Y más sabiendo que la persona que me tiene asustada de perder es él.

A la pequeña luciérnaga que me saco de ese bosque frondoso.

Si las constelaciones dijeran nuestros nombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora