Si las constelaciones dijeran nuestros nombres

Capitulo 27

Dedicado a la persona que incondicionalmente me apoya en esta historia.

"Hay traiciones que te vuelven fuerte y hay otras que te convierten en un monstruo de sonrisa bonita"

Gilraen Eärfalas.

Alec

Hace una semana.

La noche llego, pasé por el instituto que da clases Ashly, sin embargo, nunca la vi salir a pesar de que yo estaba en la entrada como acostumbro a esperarla, así que supongo que ya se debe haber marchado. Me voy del instituto y voy a mi casa, al entrar me siento en mi cama agarrando el móvil marcándole, pero ella no contesta. Me extraña porque siempre nos hemos escrito, y más ahora que somos más cercanos, las pequeñas gotas de lluvia golpean la ventana. Desde hace tiempo que siento algo diferente en ella.

¿Y si le pasó algo?

Tomo mi chaqueta, las llaves de mi moto y me voy a la casa de Ashly. Cuando llego tocando la puerta sin tener ninguna respuesta, la pateo logrando entrar por la fuerza. No hay nadie, reviso por toda la casa buscándola, o algo que me de algún indicio de donde este, veo su bolso y cosas en el sofá tirados, pero no su celular.

Ella no esta aquí, a pesar de saber que hay alguien allá afuera buscándola la deje sola en su momento mas difícil. La voy a encontrar, aunque me cueste lo que sea, porque...

Cuando uno se propone lo que sea, el precio no importa.

Le marco de nuevo esperando que suene el celular en la casa, pero no se escucha nada, solo las frías gotas de la lluvia golpeando violentamente el suelo. Me voy y al llegar a mi casa le marco a su hermana, tal vez ella sepa algo que no se.

- ¿Hola?

- ¡Spring!, que bueno que contestas

- Alec, ¿Qué te ocurre?

- Has sabido algo de Ashly

- No, ni siquiera me ha llamado desde hace tiempo, supongo que es normal

- ¿No sabes absolutamente nada de tu hermana?

- Ya te dije que no, ¿acaso le debería de haber pasado algo?

- No, nada, no es nada

- Dime que sucede Alec

- Ya te dije que no sucede nada, solo que Ashly no me contestaba, pero lo acaba de hacer

Lo menos que falta es hacerla preocupar, ponerla en peligro.

- Ok, si solo ibas a preguntar eso, adiós

La llamada de su hermana me dejo a un más confundido porque no encuentro la razón por la que no le habla, si fuera ahora lo entendería, pero es de hace rato que no se escriben. Sin embargo, eso me deja confirmado una cosa:

Sé que a ella la tienen en alguna parte, y la persona con la que he estado hablando la última semana no es Ashly, alguien se esta haciendo pasar por ella para no levantar sospechas, su acosador.

Porque al final y al cabo, un asesino tiene que blandir su cuchillo.

Y lastimosamente su objetivo es mi novia.

Ariel

Alec claramente sospecha de mí, pero el aun no tiene pruebas en mi contra y no voy a esperar a que las reúna para irme a la mierda. Vuelvo a la casa después de ese show del encuentro, dirigiéndome al sótano. Ashly se ve tan frágil, tan débil. Lo cual solo me da ganas de aplicar diferentes métodos con ella.

- Tu querido novio me invito a una cita- digo sarcásticamente.

Levanta la cabeza hacia mí, aun sin verme esta provocándome, le quito la venda que tiene en la boca, queriendo escuchar sus insultos. Porque es lo único que puede hacer, ¿quién soy yo para quitarle ese derecho?

- Como si él se fijase en un cobarde como tú

- ¿No quieres saber cómo esta, Ashly? - pronuncio su nombre lentamente con desprecio. Es una carga que este aquí, una carga que estoy dispuesto a tener.

- Se que esta bien, no le puedes hacer daño

- Ah, ¿no?

- No- su respuesta fría solo muestra su estúpido intento de hacerse la ruda, lo que significa vulnerabilidad.

- Que poco te preocupas por Alec

- El que debería por alguien eres tú, que poquito te preocupas por ti mismo-me muestra su sonrisa burlona, lo cual sigue provocándome. La tomo del mentón con fuerza acercándola a mí.

- Nos vamos de aquí princesa, ya no tienes porque estar aquí- me hago el inocente, que divertido me resulta toda esta farsa.

Ashly se queda en silencio como si no supiera que decir, o si no me creyera. Le quito mi mano de su rostro y paso mis manos atrás de ella aflojando sus ataduras. Ella se queda inmóvil, sin saber que hacer, cuando las cuerdas caen se quita las vendas de sus ojos y su vista se posa de mi al ruido proveniente de arriba, del chirrido de la puerta abriéndose.

- ¡Auxilio! ¡Hay alguien aquí encerrado! - grita con las pocas fuerzas que le quedan, sollozando. El cacheteo para que se calle- eres de lo más mierda.

- Nadie va a venir a buscarte, ridícula

- ¿Qué te hice para que me hagas esto Ariel?

Suenan los pasos de alguien bajando, me levanto y agarro la pistola que está en el viejo cajón de al lado. Por un momento, en la penumbra de las escaleras logro ver a una alta figura, lo cual me espanto un poco.

¿Y si el estúpido novio de esta me siguió?

Sin embargo, cuando la persona avanzo apunto la pistola ese sujeto.

- No tienes que estar tan alarmado Ariel- suena una voz ronca y masculina, esa voz que conozco hace tantos años.

Vuelvo hacia Ashly y veo que esta horrorizada al verlo. A su ex, al chico que fue a la cárcel por violencia, ella no era la única pero el se ha obsesionado con ella, lo cual es terrible.

Vincent.

- ¿Asustada de verme, Ashly?

- ¿Qué haces aquí?

- No tienes ni idea... yo soy el que ideo todo para tenerte aquí querida

- ¿Qué mierda?

Vincent levanta su mano para tocar la cara de Ashly, pero ella le bofetea.

- Eres tan perra como te recordaba, ni aun estando en peligro dejas de ser altanera- levanta su mano para cachetearla, ella cierra los ojos asustada apartando la cara, y antes de que pueda golpearla le agarro de la muñeca con fuerza.

- ¿Qué crees que haces?

- No la toques, solo yo puedo hacerlo

- No me quites ese gusto- sonríe maliciosamente, pero su sonrisa desaparece al ver mi frio semblante- volveré

- Cuando quieras- le suelto la mano para agarrarlo de la camisa, levantándolo- pero ahora vete

Vincent nos echa un último vistazo a Ashly y a mí, y se va.

- ¡¿Qué tiene que ver contigo?!

- Era mi mejor amigo en el pasado

Ashly se queda en silencio

- Y él que me pidió hacer toda esta farsa.