Ariel está en mi cama...
Alec está mirándome fijamente, su mirada es algo que no puedo descifrar. Sin embargo, eso no es lo importante ahora.
- ¿Sabes que por qué están mandándole tantos mensajes a la ridi- Ariel hace una pausa, como si se diera cuenta - a Ashly?
- Tengo una idea de quien podría, pero no lo creo- dice Alec volviendo ver a Ariel serio.
- ¿Quién?
- No puedo afirmar que es esa persona sin tener una razón
Ariel se pone de pie mirando fijamente a Alec.
- Esto no se trata de ti, se trata de Ashly y si no eres capaz de proteger a tu novia- Ariel se lame los labios apartando la mirada- alguien más va a hacerlo por vos.
Ariel me miro de reojo dirigiéndose a la puerta, sus pasos pesados resuenan por mi habitación tomando del pomo, volteando a verme- Ashly, ya sabes donde buscarme por si quieres protección
Yo solo lo miró fijamente sin decir nada, y escucho a Alec chascar sus dientes, volviéndolo a ver, puedo notar sus manos formadas en puños, su mandíbula tensa.
Yo me acerco hasta quedar a su lado, encontrándome con sus ojos atractivos, bajando de sus ojos a sus labios, mandíbula bajando lentamente a abajo. Pero noto una la bufanda que lleva puesta.
- ¿Tienes mucho frío?
- Eso no es importante a comparación de lo que pasa
- ¿Cómo os conocéis vosotros dos?
- ¿Eso realmente importa?
- pues ya que habéis venido ustedes dos a mi casa, lo más justo es saberlo
- sólo es un amigo, por así decirlo
- por qué lo di- una notificación llega a mi celular interrumpiéndome y Alec la mira.
Un nuevo mensaje del desconocido.
- ¿quieres conocerme, niña bonita?
- ¡¿qué le sucede a este idiota?!- exclamo viendo el celular- ¿Qué es lo que pretende?
- cálmate Ashly- dice Alec poniendo el celular a su lado, acariciándome el cabello- hay que pensar con la mente fría.
Porque no sabemos las que cartas que va a jugar el enemigo.- No sé cómo hemos llegado hasta aquí sin caer en la locura
Alec me ve levantándose de la cama.
Cuando Alec me deja sola escucho como suena mi celular nuevamente.
Otro mensaje.
- estoy observándote
¡Joder!
Agarro el celular pensando en que responder cuando Alec entra nuevamente con una taza de chocolate caliente junto con paletas.
- ¿para qué las paletas?
- El chocolate es para vos- dice dándome la taza- pero las paletas son mías
- ¿Todas esas son tuyas?- las señaló.
- sí- se mete una a la boca burlonamente- o, ¿es qué quieres probarlas?
Su sonrisa arrogante se forma en sus labios, sus ojos bajan de forma lasciva por mis labios hasta mis pechos, para luego, simplemente apartar la mirada.
- ¿por qué te detienes?
- no olvidemos para que estamos aquí
Él agarra mi celular y ve el mensaje que me mandó el sujeto.
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Si las constelaciones dijeran nuestros nombres
RomanceTodo comenzó con un asalto que fue todo menos eso. Dicen que la luz viene antes del rayo y el rayo antes de la tormenta. Pues esta vez no hubo esa luz y nada mas cayo un rayo en seco. Ni mucho menos un arcoíris. Ashly, si ese es mi nombre. Déjenme...