•53•

6.8K 689 85
                                    

Al entrar al vehículo, se acomodó el cinturón de seguridad y exhaló todo el aire que tenía acumulado desde que salió del edificio de Lights. No podía creer lo que acababa de hacer, mucho menos con quien. Si le contaba al alfa lo que hizo, probablemente lo apoyaría, pero el que caería en la cárcel sería su propio padre, lo cual logra que se encierre él mismo en su propia encrucijada.

— ¿Dónde quieres ir? —preguntó Jungkook, encendiendo el motor—. Aquí no podemos, hay mucha gente.

— Obviamente no, a ver... —El omega comenzó a ver desde su teléfono el mapa satelital, para luego darles unas indicaciones de una calle sin salida que estaba a unos cuantos bloques más abajo—. Luego de esa calle sin salida, hay un pasaje. Entra ahí.

Jeon comenzó a conducir, sintiendo sus manos humedecerse debido al sudor que brotaba de las palmas y dedos. Jimin jamás había actuado de esa manera, pidiéndole con apuros tener sexo en un lugar poco transcurrido. Él siempre solía tomar el control, pero ahora al parecer el omega necesitaba un poco, o quizás mucha atención y Jungkook no dudaba en dársela toda. Al llegar a la calle, el rubio le indicó dónde entrar gracias al GPS, y ahí de una buena vez por todas estacionarse. Él tenía razón, no había gente. Ni un alma se asomaba por aquel lugar.

Un punto para ellos.

— Cariño, ¿qué suced...? —sus palabras se las tragó al ver cómo el omega se quitaba el cinturón con brusquedad, para luego desabrochar sus pantalones—. Oh.

— Cállate. —espetó, luego de subirse arriba de él—. Estoy excitado. Muy... Muy excitado —susurró contra sus labios—. De verdad quiero hacerlo, y aquí.

— ¿Así? —preguntó el alfa, dejando ambas manos sobre su trasero para apretar de él. Amaba hacer eso. Dios, cuánto amaba su trasero y separarlo para comer de él.

— Así. —confirmó—. Quiero montarte. Pasaron cosas y estoy con... Con mis feromonas alteradas.

— Puedo notarlo.

— Silencio, no te burles —dijo, relamiendo sus labios, mientras que con bastante agilidad desabrochaba también el pantalón del azabache—. ¿Trajiste condón? ¿tienes alguno por aquí?

— Sí.

— ¿Cuántos?

— ¿C-cuántos?

— Jungkook no pienses por nada del mundo que esto será un solo round.

Jeon tragó duro, y no le quedó de otra que aceptar todo lo que su omega le pedía. Buscó en la guantera del copiloto la caja de condones que siempre llevaba en caso de, y tomó uno para rasgarlo con los dientes.

— ¿Es que a tí jamás te enseñaron que eso no se hace? —preguntó, arqueando una ceja—. Por favor, rápido.

— Necesito prepararte.

— Yo lo haré, mientras tú haces lo tuyo. No hace falta mucha lubricación... Estoy muy húmedo. —musitó, junto con un jadeo. Bajó sus pantalones e ingresó dos dígitos dentro de él, expandiendo sus interiores para recibir a Jeon de mejor forma. Soltaba uno que otro gemido, mientras que Jungkook bajaba el látex por su miembro—. Ah...

— Yo puedo hacerlo mejor, cariño. Déjame intentarlo —Su voz era tan dulce, que no calzaba con lo que estaban haciendo—. Yo lo puedo hacer mejor.

El omega rió y mordió su labio con mucha más fuerza. Le causaba risa que él pensara que lo podía hacer mejor, y quizás así era, pero también le causaba gracia ver cuánto necesitaba Jeon de él, y eso que el necesitado era otro.

— Ya estoy casi —dijo, escuchando su propia respiración agitada, junto con los sonidos obscenos que sus dedos provocaban dentro suyo—. Ah... Mhmm...

Rush - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora