Va a pasar.
Mierda.
Va a pasar.
Jungkook relamió sus labios y tragó duro, sintiendo todo el nerviosismo recorrer todo su cuerpo, y más con el rubio sobre él. Asintió, sin hacer algo más, ya que sus palabras desaparecieron en un cien por ciento desde el momento que comenzaron a besarse.
— Te quedaste en silencio...
— Me tomaste desprevenido —musitó, esquivando su vista. De cierto modo, Jimin lo intimidaba con su mirada—. No pensé que me pedirías eso... Hoy.
— ¿Está mal? Dios, lo sabía. Es la primera cita, no debí pedirte eso. Supongo que mi omega se t-tomó el lugar y habló por mí, lo siento.
— Oye, no... No —El alfa acarició sus muslos de arriba hacia abajo y le sonrió con ternura—. No me molesta. Es más, me gusta ser tu excepción.
— ¿De verdad?
— De verdad.
Jimin tomó su mentón y lo besó, luego de abrazar su cuello. Sus besos eran lentos, y las ganas existían, seguían como el fuego encendido. Jungkook gimió gravemente, mientras que el contrario soltaba jadeos un poco más agudos.
De pronto, se escuchó el timbre de casa y ambos se separaron, mirándose con confusión. No esperaban ese sonido.
Mucho menos ahora.
— ¿Pediste delivery?
— No... No lo hice. Iré a ver.
— Ten cuidado, Koo... —dijo, y se hizo a un lado.
¿Qué era peor?
Abrirle la puerta a alguien con una erección.
O.
Abrirle la puerta a alguien luego de interrumpir un pre-sexo.
El alfa acomodó su notoria erección y revisó en la pantalla de quién se trataba. De todas las cosas que podía esperar esa noche, ver al señor Kim no era una de ellas.
— ¿Qué? —preguntó confuso, abriendo la puerta hasta atrás—. ¿S-señor Kim? ¿Qué hace aquí?
— ¡GANÉ VEINTE MILLONES DE WONES! —exclamó desde su silla de ruedas, mientras que su enfermero negaba con su cabeza—. Me vine porque no quería dormir con dinero en un hotel, además te compré comida Jungkook. Para darte las gracias por dejarme vivir aquí.
— Jungkook-ssi, le dije que era mejor quedarse en el hotel, pero no me quiso hacer caso.
— Está bien... No te preocupes.
— Es la primera vez en años que tengo dinero, y solo pienso gastarlo para ayudarte en pagar las cuentas de la luz, agua, comida para tí, y un regalo para el hijo pródigo.
Jimin se cubrió el rostro con bochorno, mientras el señor Kim se acercaba al sofá junto con la ayuda de su silla de ruedas. Ninguno de los dos esperó verse cara a cara.
No puede ser.
— ¿Jimin?
— S-señor Kim —saludó, cubriendo sus pantalones con el blazer de Jungkook—. Buenas noches.
— No sabía que estabas aquí.
— Y yo no sabía que usted... Que usted iba a volver. —comentó, bajando su mirada. Sus mejillas se tornaron de un tono más rosa de lo usual. Era obvio que algo había ocurrido, y el señor Kim no era alguien tonto como para no darse cuenta—. Yo ya me iba, no se preocupe.
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Rush - km au.
Fiksi PenggemarIdol alfa y fiestero. Su manager lo salva cada vez que puede; es por eso que aparece alguien en su vida para que lo ayude a aterrizar. Un omega terapeuta - No quiero tu ayuda. No tengo nada que decir. - Ya dijiste nueve palabras. Muy bien, estamos...