𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 14

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Después del almuerzo Melania salio del castillo. La lluvia del día anterior había terminado; el cielo era de un gris pálido, y la hierba estaba mullida y húmeda bajo sus pies cuando se pusieron en camino hacia su primera clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

Ron y Hermione no se dirigían la palabra. Harry y Melania caminaban a su lado, en silencio, mientras descendían por el césped hacia la cabaña de Hagrid, en el límite del bosque prohibido. Delante de ellos habian tres espaldas que le resultaban muy familiares, Melania se dio cuenta de que debían de compartir aquellas clases con los de Slytherin. Malfoy decía algo animadamente a Crabbe y Goyle, que se reían a carcajadas. Harry creía saber de qué hablaban.

Hagrid aguardaba a sus alumnos en la puerta de la cabaña. Estaba impaciente por empezar; cubierto con su abrigo de ratina, y con Fang, el perro jabalinero, a sus pies.

-¡Vamos, dense prisa! -gritó a medida que se aproximaban sus alumnos-. ¡Hoy tengo algo especial para ustedes! ¡Una gran lección! ¿Ya está todo el mundo? ¡Bien, siganme!

Hagrid los llevo por el límite de los árboles y cinco minutos después se hallaron ante un prado donde no había nada.

-¡Acérquense todos a la cerca! -gritó-. Aseguraos de que tenéis buena visión. Lo primero que tenéis que hacer es abrir los libros...

-¿De qué modo? -dijo la voz fría y arrastrada de Draco Malfoy.

-¿Qué? -dijo Hagrid.

-¿De qué modo abrimos los libros? -repitió Malfoy. Sacó su ejemplar de El monstruoso libro de los monstruos, que había atado con una cuerda. Otros lo imitaron.

-¿Nadie ha sido capaz de abrir el libro? -preguntó Hagrid decepcionado.

La clase entera negó con la cabeza.

-Acariciarles el lomo- respondió Melania mientras acariciaba el lomo de su libro y este se estremeció, se abrió y quedó tranquilo en su mano.

Harry la imita y logra el mismo resultado

-¡Excelente!- grito Hagrid con una gran sonrisa mientras aplaudía- ¡Excelente chicos! ¡20 puntos para Gryffindor!

-¡Qué tontos hemos sido todos! -dijo Malfoy despectivamente-. ¡Teníamos que acariciarlo! ¿Cómo no se nos ocurrió?

-Yo... yo pensé que les haría gracia -le dijo Hagrid a Hermione, dubitativo.

-¡Ah, qué gracia nos hace...! -dijo Malfoy-. ¡Realmente ingenioso, hacernos comprar libros que quieren comernos las manos!

Melania toma el libro de Malfoy, le quita la cuerda y lo suelta lanzándoselo encima

-¡NO! ¡AAAAAAAAAAAAAAAA! ¡QUITENMELO! ¡AYUDA! -grito Malfoy mientras trataba de librarse del libro.

-Su estudiante tuvo un problema con su libro- dijo Melania viendo de forma amenazante a todos sus compañeros quieres retroceden asustado- ¿Podemos continuar la clase?

-Claro Melania- sonrió Hagrid agradecido- ¿Qué nos falta?... ¡A si!, nos hacen falta las criaturas mágicas. Sí, así que iré a por ellas. Esperen un momento...

Se alejó de ellos, penetró en el bosque y se perdió de vista.

-¡QUITENMELO!- grito Malfoy desesperadamente cuando el libro le mordió el brazo

Crabbe y Goyle corren hacia él para auxiliarlo.

-¡¿Qué demonios te pasa Addams?!- pregunto Parkinson, furiosa, parándose frente a ella.

-Malfoy olvido acariciarle el lomo- respondió tranquila.

Los de Gryffindor miraban con orgullo a Melania después de poner en su lugar a Malfoy, Ron alza los pulgares orgulloso y a la vez molesto porque no tenia su cámara. Hermione en otro momento la miraba con desaprobación pero como se trata de Malfoy hizo una excepción.

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐢𝐚 y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora