𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐢𝐚 y el Prisionero de Azkaban

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 17

Nadie supo que fue lo que Melania le hizo a Crabbe, Goyle y a Parkinson, ni siquiera ellos pueden decir que fue lo que les paso ya que tiemblan cuando les preguntan. Pero después de eso nadie quiso preguntarle a Melania sobre el boggart.

Quieren vivir, conservar la cordura y partes del cuerpo.

Aunque eso no evito que Melania cumpliera un castigo de ayudar a la señora Pince en limpiar los libreros y acomodar los libros, pero se le levando el castigo en el primer día, al parecer la señora Pince no soporto estar por mucho tiempo junto a ella.

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En muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sus siguientes clases fueron tan interesantes como la primera. 

Melania por fin tenia un profesor de verdad para esa materia. 

La historia del boggart que había adoptado la forma de Snape y el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se había extendido por todo el colegio. Snape no lo encontraba divertido. A la primera mención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. A Neville lo acosaba más que nunca.

Melania aborrecía las horas que pasaba en la agobiante sala de la torre norte de la profesora Trelawney, descifrando símbolos y formas confusas, como se arrepentía de haberse inscrito en esa optativa.

Estudio de Ghouls era una materia muy interesante, no era como la habia esperado pero era aceptable.

A nadie le gustaba realmente la asignatura sobre Cuidado de Criaturas Mágicas, que después de la primera clase tan movida se había convertido en algo extremadamente aburrido. Por culpa de las mentiras de Malfoy Hagrid había perdido la confianza. Ahora pasaban lección tras lección aprendiendo a cuidar a los gusarajos, que tenían que contarse entre las más aburridas criaturas del universo.

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Una tarde, Melania, Ron y Hermione estaban sentados a lado de la chimenea, terminando unos mapas del cielo para la clase de Astronomía. Harry habia ido a entrenar con el equipo de Gryffindor, después de unas horas regresa con frío y entumecido.

-¿Qué ha paso? -preguntó Harry acercandose con Fred.

-Primer fin de semana en Hogsmeade - respondió Ron, señalando una nota que había aparecido en el viejo tablón de anuncios-. Finales de octubre. Halloween.

-Estupendo -dijo Fred-.  Tengo que ir a la tienda de Zonko: casi no me quedan bombas fétidas.

Harry se dejó caer en una silla, al lado de Ron, y la alegría lo abandonó. Melania y Hermione comprendieron lo que le pasaba. Melania rueda los ojos, se levanta y sube las escaleras.

-Harry, estoy segura de que podrás ir la próxima vez -le consoló-. Van a atrapar a Black enseguida. Ya lo han visto una vez.

-Black no está tan loco como para intentar nada en Hogsmeade. Pregúntale a McGonagall si puedes ir ahora, Harry. Pueden pasar años hasta la próxima ocasión.

-¡Ron! -dijo Hermione-. Harry tiene que permanecer en el colegio...

-No puede ser el único de tercero que no vaya. Vamos, Harry, pregúntale a McGonagall...

-Listo- dijo Melania bajando las escaleras y se acerca a Harry extendiendo la autorización-, aqui tienes

-¿Que?- pregunto confundido y se sorprende al ver una firma a nombre de Petunia- ¿Como? - volteando a verla