𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 26

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La mañana de Navidad, se escucho un fuerte Gong que sonó por toda la casa que despertó a todos

-¡Despierten todos! ¡ES NAVIDAD!- se escucho la voz de la Abuela.

Harry tomo sus gafas y se las puso, se asusto al ver a su alrededor pero luego recordó que estaba en la casa de Melania, no en Hogwarts. Baja la mirada y ve parado frente a la puerta, habia pasado la noche con él.

-Ya se ¡Es Navidad!- dijo Harry levantandose, se pone su bata y sale del cuarto seguido por el león

-¡Vamos Harry!- grito Pericles mientras bajaba las escaleras

Ambos corren hacia la sala y se detiene frente a un enorme árbol negro con decoraciones góticas y oscuras, bajo en el habia montañas de regalos.

Ambos corren hacia la sala y se detiene frente a un enorme árbol negro con decoraciones góticas y oscuras, bajo en el habia montañas de regalos

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Melania, Merlina con Pubert en brazos se detiene a lado de ellos.

-Hay que abrirlos- dijo Merlina

Todos asiente y van por sus regalos, comienzan a buscar cuales son los suyos.

-¡Regalos! ¡Regalos!- Lucas se acerca corriendo- ¡REGALOS!- buscando los suyos.

-¡FELIZ NAVIDAD FAMILIA!- grito Homero acercandose con Morticia- ¡¿Que estamos esperando?! ¡Abrir los regalos!

-¡Regalos!- grito la Abuela acercandose con Largo.

Al ya tener sus propios regalos comenzaron rasgar el papel.

-¿Que es eso?- pregunto Merlina al ver que Melania recibió un Jersey negro con la letra M en frente.

-Es un jersey y me lo envió la señora Weasley- respondió Melania, revisando la tarjeta.

-La señora Weasley hace suéteres a mano- explico Harry al ver que la señora Weasley le había enviado un jersey rojo con el león de Gryffindor en la parte de delante, una docena de pastas caseras, un trozo de pastel y una caja de turrón.

-Se ve que se esforzó por hacerlo- dijo Morticia al ver el jersey-, creo que le pediré consejos de costura.

-Yo puedo hacerlo mejor- dijo la Abuela mientras sacaba un caldero de una caja.

-Oye Harry- dijo Pericles señalando un paquete largo y estrecho debajo de otros regalos- ¿Qué es eso?

-No sé...

Harry abrió el paquete y ahogó un grito al ver rodar sobre la colcha una escoba magnífica y brillante.

-Eso es... -Melania los miraba sorprendida

-No puedo creerlo -dijo con la voz quebrada por la emoción. Era una Saeta de Fuego.

El palo brilló en cuanto Harry le puso la mano encima. La sentía vibrar. La soltó y quedó suspendida en el aire, a la altura justa para que él montara. Sus ojos pasaban del número dorado de la matrícula a las aerodinámicas ramitas de abedul y perfectamente lisas que formaban la cola.

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐢𝐚 y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora