•ENCUENTROS INESPERADOS•

50 2 1
                                    

Durante la noche que no estuvimos, Damon y su compañera fueron atacados por un lobo, solo fue mordida ella, pero no había sucedido nada; la herida se curó y todos seguimos con nuestras actividades.

Unas horas después llegó una carta, reconocería esa lechuza negra en cualquier parte, era de los Malfoy, rápidamente abrí la ventana y alimenté al ave antes de leer la carta.

Draco quería saber cuándo iría, por lo que me teletransporté a su habitación en la mansión Malfoy, él no estaba ahí, esperé un rato hasta que el rubio apareció.

-¡___! - Me abrazó en cuanto me vio.

-¿Cómo estás pequeño huron?- Respiré su aroma.

-Feliz de que estés aquí, leíste mi carta.- Respondió.

-La leí, así que vine por ti.- Asentí.

-Ya tengo todo preparado, vámonos.- Tomó algunas cosas en un bolso y me tomó de la mano.

-Qué tal si nos quedamos un rato aquí, quiero explicarte algunas cosas que están sucediendo con mi familia.- Introduje y me senté en su cama.

-Claro, cuéntame.- Tomó asiento a mi lado.

Le estuve diciendo que podría ser peligroso, todo lo que sucedía en Mystic Falls podría incluso matarlo, traté de convencerlo de que no fuera, después de casi 6 horas logré que cambiara de opinión.

-Te prometo que cuando solucione un poco las cosas vendré a pasar lo que restan de las vacaciones contigo.- Prometí.

-Tendrías que venir de todos modos, el que no debe ser nombrado hará una reunión antes de entrar al colegio, quiere idear un plan, ya que todo el mundo sabe que ha regresado.- Informó.

Sentí cosquilleos en mi brazo y pude ver que Damon mandaba un mensaje, me despedí de Draco y con todo lo que estaba pasando por mi cabeza, me transporté a las afuera de Mystic Falls y no precisamente a la casa Salvatore.

Llamé a Damon, pero no contestó, llamé a Stefan y tampoco, por lo que mi única opción fue llamar a Elena. 

-¿Hola? ¿Quién habla?- Respondió.

-Soy ___, ¿dónde estás?- Pregunté.

-Estoy en la casa cuidando a Rose.- Explicó

-Damon me contó que al final si le hizo reacción la mordida, procura anotar los síntomas, llego en un momento.- Ordené.

-Gracias.- Suspiró aliviada.

-Sí, deberías.- Susurré y colgué.

Esta vez traté de concentrarme mejor en lo que visualizaba para poder transportarme a la casa Salvatore, una vez ahí, Elena se acercó en cuanto me vio.

-¡Llegaste!- Dijo obvia.

-¿Cuáles son los síntomas hasta ahora?- Pregunté.

-Primero la herida se volvió a abrir, después rechaza la sangre y ahora tiene alucinaciones.- Explicó.

-Bien, sigue cuidándola, llámame si las cosas se complican, iré a buscar a Damon.- Me dirigí a la salida.

-Ambos están en el Grill.- Mencionó y asentí.

Salí y en pocos segundos llegué al lugar, inspeccioné con la mirada el bar y mis ojos llegaron a donde estaban los hermanos, tenían una discusión cuando llegué a ellos.

-Solo iré a hablar con la lobita.- Escuché a Damon.

-Entiendo que estes enojado por Rose.- Trató de persuadirlo su hermano.

Secretos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora