•ODIO LA FAMILIA•

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El día siguiente falté a todas las clases y fue lo mismo el resto de la última semana en Hogwarts. Me refugié en la casa Salvatore. Quería descansar mi mente por un tiempo, pero en Mystic Falls era imposible.

No intervine en ningún momento con el problema de Stefan, era una pena que Klaus lo haya obligado a perder su humanidad, pero ya era más que suficiente los problemas que yo tenía. Damon seguía su rastro junto a Ric por lo que confiaba en que ellos traerían a nuestro Stefan de vuelta, Klaus estaba muy molesto por los hermanos que le robó Stef, así que era un peligro andante.

Mi ansiedad me tenía dentro de mi habitación creando situaciones desagradables para cuando regresara a Hogwarts y por más que tratara de olvidarlas, siempre volvían.

Estaba en casa cuando sentí una presencia en la habitación, una gran caja apareció en mi cama y a mis espaldas escuché una voz.

-___, ¿quisieras ser mi acompañante para el baile?- Habló desde la esquina de la habitación.

-¡Elijah! Hace tiempo que no te veía.- Me acerqué a él sonriendo.

-Pasaron algunas cosas, pero ya estoy de vuelta.- Me devolvió la sonrisa.

-Me alegra verte y sería un gusto ir contigo al baile.- Acepté ir.

-Me tomé la libertad de escoger tu vestido, pensé mucho en el color que te haría deslumbrar, pasaré por ti a las 8.- Tomó mi mano y dejó un beso en el dorso.

-Estaré lista.- Asentí.

Fue una gran distracción la invitación de Elijah, comencé a arreglarme dos horas antes y Elijah fue muy puntual, venía con un gran traje, típico de él, llegamos a la casa de los Mikaelson, era enorme y todo estaba hermoso.

-Te ves preciosa, por cierto.- Susurró en mi oído mientras nos adentrábamos.

-Gracias, te lo debo a ti, tu escogiste este bello vestido.- Miré el vestido y luego a él.

-No digas eso, ese vestido es bello gracias a ti.- Me dio una vuelta y admiró.- Si me disculpas, debo hablar con mi familia.- Se disculpó y asentí mientras veía cómo se alejaba.

Divisé a los hermanos Salvatore babeando por Elena que entraba por la puerta, ambos fueron casi corriendo junto a ella para que Elena fuera de sus brazos.

-Vaya, Elena, te queda muy bien ese vestido.- Me acerqué.

-Gracias, ____, tu también estás preciosa.- Me dijo ella con una sonrisa y una expresión de extrañeza.

-Te queda perfecto el vestido de zorra junto a mis hermanos.- Aplaudí mientras fingía admiración.

-____, no hables así.- Expresó Stefan.

-Pero si no es más que la verdad, primero con Stefan que ella juraba que era el amor de su vida, pero en tan solo unos meses lo cambió por su hermano porque se sentía sola.- Fingí llorar.

-Stefan ya no me ama.- Dijo entre susurros.

-Ay pobrecita y yo soy estúpida. No te mientas, Elena, sabes perfectamente que eso lo usas de excusa para no sentirte como una perra.- Le di una mirada severa.

-¿Qué haces aquí, ____?- Quiso desviar el tema Damon.

-¿Yo? Elijah me invitó.- Le sonreí burlonamente.

-Pensé que no querías que nadie te moleste.- Dijo irritado Stefan.

-Al contrario de ustedes, Elijah no es una molestia, él me invitó para sacarme los pensamiento oscuros de mi mente, pero eso ustedes no lo sabían porque no se interesan en nada más que su estúpida doppelgänger.- Mi tono de molestia se hizo presente y los chicos lo notaron.

Secretos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora