•AMENAZAS•

28 4 0
                                    

Una semana después, llegó la carta del profesor Slughorn, esta noche sería la cena.

Draco se ha distanciado mucho desde la última vez, cada día lo veía más triste y decaído, me preocupaba que lo que sea que estuviera consumiendo su tiempo también lo consumiera a él.

Me arreglé formal cuando llegó la hora de la cena y fui al lugar que indicaba la invitación, la cena no fue gran cosa, solo era para que el profesor conociera a sus alumnos destacados, así que terminó antes de medianoche.

Después de intercambiar unas palabras con Hermione y Harry, decidí volver a mi sala común, al entrar, frente a la chimenea se encontraba el rubio con su traje negro aún puesto, su cabeza estaba entre sus piernas y sus manos abrazaban estas.

Me acerqué hasta sentarme a su lado y acaricié su espalda, él notó mi presencia y de inmediato se abalanzó sobre mí, caí sobre mi espalda sobre el piso y Draco sobre mí, se separó para verme y acarició mi mejilla con el dorso de su mano.

Se acercó hasta que nuestros labios se encontraron, empezó lento, pero de a poco subía la intensidad. Abrió mis piernas para poder estar entre ellas, su masculinidad se pegaba en mi zona dándome saber que estaba tan necesitado de mí como yo de él.

Me cargó sin separarnos del beso y posicionó sus manos en mi trasero, caminó hasta llegar a su habitación, me dejó en la cama y cerró la puerta lanzando un hechizo insonoro antes de volver a mí.

Reanudó sus besos, sus manos pasaron por todo mi cuerpo y comencé a desabotonar su camisa, acaricié su pecho cuando sentí que bajaba el cierre de mi vestido, sus manos pasaron por toda mi espalda y me quitó el vestido por completo.

Lo desvestí por completo y lo tumbé en la cama, antes de hacer cualquier cosa, él cambió nuestras posiciones, bajó sus besos a mi cuello para después pasar a mis pechos, dándome un placer indescriptible, insertó sus dedos en mi feminidad aumentando el placer aún más. Yo gemía tanto como podía y aumentó cuando llegué a mi primer orgasmo.

Sin perder más tiempo, de inmediato hundió su miembro en mí con fuerza, me penetraba lento y con fuerza para después acelerar sus movimientos, nuestros gemidos mezclados lo hacían más excitante, terminamos después de un par de embestidas más y cayó a mi lado, besó mi frente y nos miramos un par de minutos.

-Te amo, Draco.- Susurré.

-Te amo, ___.- Me dijo con dulzura acariciando mi mejilla.

-Y porque te amo, te pido que no luches con lo que pasa tu solo, estoy contigo y haré lo que sea para apoyarte.- Pasé mi pierna por su cadera y le di un beso en sus labios. Bastó con un roce de nuestras intimidades, para que su miembro quisiera otro round.

•••

Pasó una semana, iba por los pasillos directo a clase de adivinación, cuando esa sensación que no había sentido todo este año en mi brazo, se hizo presente.

Leí el mensaje, era de Stefan.

"___, necesito tu ayuda."

Fue corto y me daba una sensación extraña porque Damon no me había dicho nada sobre la situación con Stefan.

Me salté la clase para ir a la casa Salvatore, me transporté directo en la entrada y grité el nombre de Damon adentrándome más a la casa.

En menos de un segundo alguien me atrapó entre sus brazos por la espalda, sentí la impotencia de Damon y al hablar la persona sabía quién era.

-Vaya, llegó en el momento perfecto, tal vez no he sido claro al decirte que busques a Stefan.- Dijo aquel hombre acariciando mi mejilla.

-Suéltala.- Demandó Damon.

-No hables, Damon.- Le dije furiosa por lo que estaba pasando.

-No esperaba verte por aquí, amor.- Habló con su voz seductora.

-Ni yo que amenazaras a mi familia, Klaus.- Lo miré a los ojos.

-¡Que sorpresa! Podrás ver otra muerte de familiares tuyos.- Le dijo a Damon.

-Hoy no tengo tiempo, me salté una clase por esto.- Acorté las cosas derrumbando a Klaus al suelo, puse mi mano en su pecho poniendo fuerza para inmovilizarlo.

-Eres un híbrido.- Dijo sorprendido.

-Oh, no, amor, no te confundas, soy superior a tu especie.- Le susurré mientras me acercaba a su rostro.

-Interesante, pero aún así, si no buscas a Stefan tengo a alguien más en mente para animarte. Nos vemos luego, amor.- Besó mi mejilla antes de salir a velocidad.

-¿Porqué viniste?- Preguntó con cierta preocupación el pelinegro.

-Stefan me mandó un mensaje.- Respondí.

-¿Qué quería?- Lo desconcertó lo que le dije.

-No lo sé, solo pide ayuda. ¿Qué está pasando, Damon?- Pedí una explicación.

-Parece que Stefan le robó los hermanos a Klaus.- Comentó, no entendí muy bien a lo que se refería.

-¿Y qué tengo que ver?- Pregunté para mí misma en voz alta.

-No lo sé, ahora vuelve a la escuela, yo me encargo de esto.- Me tomó por los hombros dirigiéndome a la puerta.

-No me fío de lo que dices, Klaus te está amenazando.- Me detuve y lo miré.

-Tengo todo bajo control.- Dijo serio, dudé un poco, pero terminé aceptando.

-Avísame, si pasa algo, haré lo posible por venir.- Le dije, la situación se estaba poniendo difícil.

-No hará falta.- Lo dio por hecho.

-Como refuerzo, al menos.- Me encogí de hombros.

-Bien, cuídate.- Abrió sus brazos.

-También tú.- Respondí a su abrazo.

-Es raro que ahora nos abracemos.- Dijo cortando el ambiente.

-Fuiste un gran compañero la otra vez y no eres tan malo después de todo.- Sinceré.

-Te llamaré si lo necesito.- Respondió Damon.

-Daré una vuelta antes de irme, quiero cerciorarme de que todo esté tranquilo.- Avisé y asintió.

Salí de la casa y después de un rato deambulando, Tyler se acercó a mí.

-¡Hey! ¿Qué tal?- Sonrió y me abrazó.

-Todo va bien, ¿tú?- Le sonreí de vuelta.

-Estupendo y lo lamento.- Comentó y lo que dijo me tomó por sorpresa.

-De qué...- No me dejó terminar, me estampó directo en un árbol y me quitó mi anillo, se quedó asombrado cuando nada sucedió y yo invertí las posiciones.

-¿Qué demonios haces? ¿Querías matarme?- Me sentí ofendida.

-¿Cómo? ¿Eres un híbrido?- Tyler se sorprendió.

-Algo parecido, ¿quién te mandó y cómo sabes de los híbridos?... Oh, eres uno de ellos.- Caí en cuenta al olerlo mejor.

-Espera... la otra vez que te pregunté si eras licántropo me respondiste lo mismo, ¿eres algo más?- Trató de desviar el tema.

-Responde Tyler, ¿quién te mandó?- Apreté más mi agarre en su cuello.

-Klaus, no quiere que nadie sea superior a él.- Respondió rápidamente.

-Pues dile que no es el ser más poderoso, ahora lárgate y no hagas otra estupidez como esa porque en menos de un segundo acabarás muerto.- Le rompí el cuello y regresé a Hogwarts.

Secretos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora