Al despertar lo primero que hice fue organizar todo para poder festejar a los gemelos como se lo merecían. Tenía el regalo perfecto y ya había hecho un pastel con la cara de ellos, como el logo de Sortilegios Weasley.
Ginny fue la que me ayudó y aunque Bill no me tenía algún tipo de agrado me ayudó a sorprender a sus hermanos.
Todo estaba listo, escuché que los gemelos ya habían despertado por el olor del desayuno que su madre había hecho especialmente para ellos. Bajaron corriendo y al vernos a todos juntos se sorprendieron bastante, yo cargaba el pastel.
-Feliz Cumpleaños, fotocopias.- Reí acercándome hacia ellos.
-Eres la mejor, ___.- George me abrazó por la cintura después de que Molly llevara el pastel a la mesa.
-Hay algo más.- Me aparté de George y fui por las pequeñas cajas de regalo para ambos.
Las tomaron y abrieron las pequeñas cajas.
-¿Qué es esto?- Preguntó un confundido Fred.
-Son algunos sprays, sirven para convertir cualquier cosa que no te guste en alguna que sí, invento recién salido del horno y únicamente para ustedes.- Los abracé y seguido de esto los demás los abrazaron, empezando así la celebración del cumpleaños de los gemelos.
•••
-¿Tendrás de casualidad una foto de la casa de los Malfoy?- Le pregunté a Ron.
Buscó con la mirada un pequeño monto de periódicos viejos, se dirigió a este y tomó uno de en medio.
-Toma, está es una de las tantas noticias donde se aprecia la mansión Malfoy.- Me tendió el periódico, lo tomé y por último le sonreí antes de regresar a la habitación de los gemelos.
Me despedí de todos y agradecí a los señores Weasley por la estancia en su casa, salí de esta para teletransportarme a la casa Malfoy.
Todo ahí era muy sombrío y a pesar de que yo no sentía la temperatura, podría jurar que había un aire fresco.
Toqué la puerta tres veces y esperé a que alguien abriera.
Una señora abrió, era muy linda a decir verdad, tenía facciones similares a las de Draco por lo cual debería ser la madre de este, pronto un hombre que tenía un aire de superioridad se posicionó al lado de la mujer en la puerta, el hombre tenía el pelo tan platinado como el chico que vivía ahí, ¿acaso todos en su familia tenían un aspecto de superioridad?
-Buenas tardes, soy ___ Salvatore.- Sonreí.
-Buenas tardes para ti también, linda.- Sonrió la señora.
-Pasa, Draco te está esperando.- Dijo seriamente aquel hombre.
-Soy Narcisa, la madre de Draco.- Dijo mientras ingresaba a la casa.
-Y yo el padre de Draco, Lucius Malfoy, para servirte.- Ahora su rostro era un poco más relajado.
Charlamos un poco, me hacían preguntas un tanto peculiares, trataban de descubrir algo, algo ocultaban y mis sospechas se hicieron más certeras cuando escuché voces, un poco retiradas, pero la voz escalofriante del hombre que ordenó que mataran a Cedric, estaba aquí; Lord Voldemort se encontraba en esta casa. Bueno, no será tan difícil lograr mi cometido.
-¡___! Hola.- Me dio un beso en la mejilla.- Ven, vamos a mi habitación.- Me jaló de la mano y me dirigió a paso rápido hacia las escaleras.
Una vez en su habitación, revisó el pasillo antes de que cerrara la puerta, cerciorándose de que nadie nos hubiera seguido.
-¿Qué es lo que pasa, Draco?- Noté que su mirada era de preocupación.- Draco...- Me acerqué a él.- Mírame.- Me miró y sus ojos estaban vidriosos.
-Él está aquí, ___- Me abrazó, me sorprendí por el gesto, pero igual se lo permití.- Mi padre quiere que sea igual que ellos.- Oí como sollozaba.
-Todo estará bien, Draco.- Lo abracé más fuerte.- Siempre estaré a tu lado, pequeño hurón.- Escuché una pequeña risa de su parte.
•••
Al día siguiente, todo estaba silencioso, no estaban los padres de Draco y este último seguía dormido, así que me dispuse a curiosear por toda la casa tratando de encontrar dónde se ocultaba Voldemort.
Estaba por la cocina cuando comencé a escuchar voces y la cicatriz que tenía en la muñeca comenzó a palpitar y a dolerme, la miré y vi como esta se abría, pero no salía sangre.
Por el dolor me recargué en la pared y sentí la manija de una puerta, corrí la cortina y efectivamente, había una puerta, estaba a punto de abrirla cuando...
-¿Qué es lo que haces?- Pegué un salto del susto al escuchar la voz de Draco.
-Por un demonio, Draco, me espantaste.- Llevé una mano a mi pecho.
-Lo lamento.- Hizo un mohín y miró mi brazo.- ___, estás herida.- Tomó mi brazo y analizó mi "herida".
-No es nada, Draco.- Tomé su mano dándole a entender de que todo estaba bien.
Draco me miró, pero igual ya no dijo nada sobre lo que sucedía con mi brazo, ya que recordó que era un vampiro, aun así prefería eso a que me preguntara sobre lo que estaba haciendo antes de que él llegara.
Tuve que contarle todo, omitiendo que lo había dicho Dumbledore, eso me podría jugar en contra, Draco no se lo tomó bien, pero igual me ayudó. Entró en la habitación y por lo que escuché estaba diciendo que quería reunirme con Voldemort y unos minutos después Draco salió y me dijo que entrara.
Entramos los dos juntos, era una pequeña habitación y al otro extremo había otra puerta, un hombre me permitió el ingreso, Draco se quedó afuera y yo entré.
Pasando la puerta, en la habitación había una gran mesa, parecía una sala de reuniones.
Al caminar por la habitación, noté a una gran serpiente, está se enrollaba en mi pierna, me agaché para acariciarla un poco y me sorprendió que me permitiera hacerlo.-Parece que le agradas a Nagini.- Dijo aquella escalofriante voz.
Me levanté y al mismo tiempo la serpiente llamada Nagini fue hacia su dueño.
-Creo que solo le agrado a ella.- Me encogí de hombros.
-A qué se debe tu visita, ___.- Dijo acercándose un poco a mí.
-Vine por la oferta que usted me hizo.- Dije segura.
-Sabía que cambiarías de opinión.- Dijo con una pequeña sonrisa de satisfacción.- Y te concederé tu deseo, pero primero debes mostrar tu lealtad.- En ese momento Draco entró.
-Ustedes dos estarán a prueba todo el año que estén en Hogwarts para ver si merecen ser uno de mis mortífagos. Su misión es informarme cualquier anomalía que suceda en ese colegio.
Una vez dicho esto, Draco y yo salimos de ahí, todo estaba con un poco de tensión entre nosotros, pero al pasar el tiempo todo fue disminuyendo.
Los siguientes dos días le propuse salir, él aceptó y fue la primera vez que en realidad era feliz, no me gustaba admitirlo, pero creo que me estaba empezando a gustar Draco; el verlo riendo y sintiendo su felicidad, era lo que me hizo darme cuenta de que quería verlo siempre así.
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Secretos del pasado
VampireSegundo libro de ¿Una leyenda? ¿Yo?... ___ Salvatore está a punto de volver a Hogwarts para cursar su 5to año, muchos conocerán su secreto y esto le causará serios problemas. Le revelarán un secreto que le han ocultado durante toda su vida... ¿Quier...