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Dos semanas había pasado volando, en los árboles ya no había alguna hoja verde. El viento soplaba con fuerza, llevándose las hojas secas y dejando una brisa fría, el invierno estaba por llegar y se anunciaba en el cielo despejado y el viento frío por las mañanas.

MinHo frunció el ceño cuando su padre sonrió intentando ocultar la verdad, sabía muy bien lo que el hombre tramaba y no permitiría que su omega se viera afectado. — Sabías que TaeMin no ha evolucionado por completo.

EL señor Choi sonrió ampliamente y acomodó su saco después de sentarse. Tenía una mirada feroz y oscura, sin duda era un alfa y no era necesario demostrar nada para saber que se trataba de alguien poderoso, un hombre con traje de alta costura y zapatos nuevos, anillos gruesos en sus dedos y fragancia natural y digna de un Mozzafiato. — Tenía que asegurarme de que el chico fuera digno de cargar tus cachorros.

Apretó la mandíbula sin poder evitarlo y sinceramente no quería ocultar su enojo, estaba furioso, anteriormente habría tenido miedo de perder el control y destrozar el cuello de su progenitor. Muy pocas veces dejó que su lobo tomara el control de sus emociones, luchaba internamente para mantenerse racional y humano antes de liberar a su animal salvaje y cegado por la furia.

Hubo cambios en él, el más destacado era que ahora su lobo y su parte humana parecían conectarse, no había una lucha de poder, eran una mente y estaba seguro de que, si dejaba salir a su lobo, era por elección. — ¿No te cansas de controlar mi vida? TaeMin no es cualquier omega, es mi pareja y si le sucede algo por tu maldita culpa, el que seas mi padre no me detendrá...

— No quiero hacerle daño, sólo quiero asegurarme de tu bienestar, quiero que mis nietos tengan sangre pura.

— ¡Detente! ¿Acaso no lo entiendes? Lee TaeMin no es una incubadora, no tendremos bebés hasta que ambos lo decidamos y si no queremos hijos, ese es asunto nuestro, no tuyo, no tienes por qué meterte en mi vida. Te pido que dejes las visitas cordiales a sus padres, por favor padre, estoy cansado de repetirte las cosas.

— Hijo... - Le lanzó una dura mirada antes de tomar las llaves que estaban sobre el fino escritorio y sonrió amargamente. Una punzada en su cabeza lo hizo gruñir más fuerte, se masajeó las sienes y regresó su atención al alfa.

— El auto, necesito mi auto.

*

No había visto a su omega desde hace la noche anterior, sabía que TaeMin estaba estudiando para los exámenes y no quería interrumpirlo, sin embargo, tenía unas inmensas ganas de verlo y abrazarlo, ansiaba verlo, aunque sea unos minutos, se sentía algo inquieto y, demonios, lo extrañaba. Suspiró al recordar la tarea que había olvidado hacer.

MinHo siempre hacía tareas, las entregaba puntualmente y estudiaba como un loco todas las noches, pero en los últimos dos días, su mente parecía estar en otro lado, se distraía con facilidad y la cabeza le dolía como el infierno, le costaba mantenerse enfocado en algo, podría describirse como un hombre multitareas y aunque el estrés era su segundo mejor amigo, aprendió a lidiar con él durante los años en la universidad.

— ¿Te sientes bien? – El peli plata se acercó con cautela, parecía que le moreno había tenido una pésima noche y sabía que su amigo podía sentirse sensible debido a eso.

— La cabeza me duele un poco ¿Hiciste el resumen de plataformas? – Abrió los ojos e intentó que so expresión de sorpresa no fuera vista por el más alto, seguro que algo le estaba sucediendo.

— Sí, puedo pasártelo.

— Eso sería de mucha ayuda. – Le entregó el cuaderno y puso una mano sobre la frente el más alto, estaba caliente y sudorosa. Se mordió el labio inferior y habló con cautela, su lobo sentía la inquietud de su amigo y aunque era bastante extraño, no quería perder la calma.

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⏰ Última actualización: May 02, 2023 ⏰

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Midnight Sighs - 2MINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora