En cinco minutos Katsuki llegó a la casa preocupado y se acercó a su Omega, Yoshio les dió su espacio, vio como su padre ayudaba a su madre a levantarse y ambos salen al jardín.
—Tranquilo Zuzu, respira aire fresco, recuerda que yo estoy aquí y ya nadie te va a hacer daño, deben pasar por sobre mi puto cuerpo para si quiera tocarte un cabello.
—M-Me cuesta respirar.
—Lo se, mi bello Omega asi que tratemos de respirar juntos, inhala y exhala cada tres segundos.--- Katsuki hacia la cuenta mientras Izuku imitaba sus acciones para poder respirar con más calma.--- Así es, lo haces muy bien, alfa pronto premiará a su Omega por haberse calmado bien.
—K-Kacchan...
—¿Quieres hablarme de eso o prefieres que Yoshio lo haga?
—Yoshio llegó con un Omega, estaba golpeado y aparentemente violado, su madre lo usaba como.... P-Prostituta o quien sabe, el chico escapó de las garras de ella pero la cosa es complicada porque es una heroína.
—Heroina o simple panadera no le da el derecho de hacerle eso a su hijo, los niños están para ser amados y educarlos, no explotarlos.
—Lo se pero cuando comenzó a contarme... Fue inevitable pensar en mi, yo quiero ayudarlo Kacchan, su situación es incluso peor que la mia y...
—No minimices tu situación, también fue igual de horrible y fue un milagro que no te violaran pero eso quita el hecho de que te tocaban en tu trabajo.
—N-No quiero hablar de lo mío.
—Lo siento, solo no quiero que hagas menos tu situación como si no fuera nada o no fuera la gran cosa.
—......
—Hay algo mas que te molesta.
—Yoshio dijo que ese chico se parece a Denki y ahora que hago memoria, antes de la operación de nuestro hijo, fui a la tienda y Vi a mina golpeando a un niño que era idéntico a Denki aunque su cabello era negro y luego llegó Sero.
—¿Dices que...?
[•••]
—Toc toc.--- Dice Yoshio al ver al chico despierto pero que no se inmutó al escuchar la puerta abrirse y no se mueve de su posición escondiendo su cabeza entre sus rodillas.--- Mis padres están aquí y están hablando de todo, ya no tienes de que preocuparte, estás a salvó.
—....
—Mi casa es como una fortaleza, primero deben romper el sistema de seguridad y para cuando eso pase, mis padres habrán acabado con ellos, nadie puede contra el símbolo de la paz y el héroe número uno. No hay lugar más a salvó que aquí.
—De todas formas nada puede con la ley, ni el héroe más fuerte.
—¿A que te refieres?
—Con la muerte de mi padre, ella tomo mi custodia, soy su hijo por lo que puede venir a buscarme cuando quiera y con la policía, tengo quince años, soy menor de edad y soy suyo legalmente.
—Bueno... Eso último no sonó muy bonito que digamos pero aún así no te preocupes, ni aunque tengas diez años no dejaremos que te lleven, yo te voy a proteger.--- Yoshio toma asiento alado suyo y le sonríe.
Quería poner su mano sobre el hombro del contrario para brindarle apoyo pero no quería asustarlo más y no quería que tuviera recuerdos feos de lo que le sucedio.
El chico voltea a verlo y Yoshio sonríe amablemente, este comienza a llorar y abraza al rubio con fuerza.
—Esta bien, yo voy a protegerte con mi vida.
[•••]
—¿Interrumpo algo?
---¡Shiro!--- El pelinegro sonríe de inmediato emocionado.--- Ya extrañaba verte.
—Si, interrumpes algo.--- Dijo la chica molesta.
—Pierdete, perra, mi hermoso Omega ya está aquí.--- Dijo kenji molesto y abrazando a su lindo Omega.
Kenji había crecido para bien, con la crianza de sus tíos y de su padre y madrastra pero aún así él sabía que Denki no era su mamá y su verdadera mamá lo abandonó cuando era un bebé. Kenji de diecisiete años era un chico caballeroso y amable con principios y educación pero al fin y al cabo solía tener una actitud perversa de su madre biológica, suele ser algo grosero con las personas que se meten con su pequeño Omega pero aún así sigue siendo inocente.
—Esa idiota te estaba coqueteando.
—¿De verdad? No me habia dado cuenta pero sabes que ellas no me importan para nada, desde que te Vi cuando eras un bebé, supe que serías mi Omega.
—Idiota.--- Dijo sonrojado el pequeño peliverde.
—Vayamos a un lugar más apartado para poder besarnos tranquilamente.--- Dijo Kenji emocionado.
Desde que tiene memoria le pareció un bebé tierno y a medida que ambos fueron creciendo aquella ternura se transformó en algo más pero no era un idiota, shiro tiene trece años actualmente e iba de forma lenta, aunque los de su edad ya no eran vírgenes, él no tenia problemas con esperar a que su pequeño Omega sea mayor de edad.
—¡Kenji!
—¡Solo íbamos por un helado!--- Ambos voltearon y vieron a kirishima acercarse a ellos.
—Debemos ir a la casa de los tíos, ellos me pidieron que te pasará a buscar, Shiro.
—¿Paso algo malo?
—No te preocupes, vamos.
[•••]
—¡Estoy en casa!--- Grito shiro entrando con su novio secreto y su suegro que no sabe aun que es su suegro.
—Oh, mi pequeño bebé.--- Izuku se acerca a besar las mejillas de su hijo.--- Hola kenji, Eijiro.
—¡Hola tío Zuzu!
—Hola Zuzu.
—Lleva a kenji contigo hijo.--- Le dijo Katsuki y eso no podía encantar más a su hijo pero tenía que disimular.
—¿Porque no se va con Yoshio?
—Tu hermano está ocupado ahora.
—Esta bien.
Ambos comenzaron a subir la escalera y en cuanto desaparecieron de la vista de los adultos, kenji abrazo a shiro con una sonrisa.
—Te voy a mimar y llenar de besitos mi lindo Omega.
Los adultos pasan a tomar asiento y Katsuki toma la mano de su Omega buscando consolarlo para que no le de otro ataque de ansiedad.
—¿Paso algo malo? ¿Otra vez kenji andaba besando a shiro?
—Eso ya es lo de menos, sabemos que kenji es educado con nuestro hijo.--- Dijo Izuku con una leve sonrisa.
---Aunque eso no me agrada del todo.--- Dijo celoso.--- Pero eso no va al caso, Yoshio vino con un chico hoy, alguien que sufrió mucho y escapó de ese sufrimiento.
—Eso es horrible ¿El chico está bien?
—No pero ese no es el tema.--- Katsuki miro a Izuku.
—El chico... Es muy parecido a Denki.
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Igualdad [Katsudeku]
FanfictionEl mundo en el que están, es tan injusto. Y eso Katsuki e Izuku lo saben de sobra. Katsuki intenta buscar un mundo de igualdad, en dónde los omegas puedan vivir y tener los mismos derechos que los alfas. Después de todo, vivió en carne propia la inj...