Capítulo 5

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Fue un día difícil en el trabajo, la luna ya estaba en el cielo, pero Kagami a penas volvía a su apartamento; lucía cansado, y se notaba en su rostro que no había estado descansando bien, sin embargo, una sonrisa sincera apareció en él al entrar a su habitación y notar que alguien había esperado por él todo el día.

- Tobi-chan... ¿Me extrañaste?. - Preguntó Kagami, adentrándose en su habitación, recostándose sobre la cama, disfrutando de lo suave de la misma. - Hoy... fue un día agotador, menos mal ya estoy en casa. - Susurró, acariciando a su esponjoso gato, quien de inmediato se acurrucó sobre él, como dándole la bienvenida. - Supongo que tú debes estar hambriento, no te preocupes, compré varios bocadillos para ti, puedes ir a comer. - Indicó, sintiendo como el cansancio que acumuló todos esos días se apoderaba de su cuerpo. - ¿Sigues aquí, Tobi-chan?. - Preguntó exhausto, notando que el nombrado no se había movido ni un centímetro, continuaba sobre él.

Esa mirada inocente llenó de ternura el corazón de Kagami, pues, era como si le estuviese preguntando cómo había estado su día.

- Estoy bien, no tienes que preocuparte. - Consoló, acariciando a su amigo esponjoso. - Tobi-san estuvo distante y triste toda la semana... pero hoy, lucía radiante y animado. - Explicaba para su gato, quien parecía escuchar atento. - Fue tan lindo conmigo. - Explicó, recordando como el mayor halagó su trabajo, finalizando con una frase que le aceleró el corazón.

~ "No se que haría sin ti, Kagami".

Sabía que, quizá a la mayoria le parecería un simple ánimo, o solo educación, sin embargo, dada la personalidad fría de Tobirama, un halago así, significaba todo para Kagami.

En realidad, para el menor, toda palabra dicha por el rubio, dirigida hacia él, tenía un valor único.

- Me miró a los ojos... y por un momento, pude sentir un amor intenso viniendo de él, por poco pierdo el control de mi mismo... esos ojos grises provocaron que todo mi cuerpo temblara, creí que caería irremediablemente hacia sus brazos. - Susurró, abrazando su propio cuerpo, mientras sus mejillas se tornaban rosadas. - Él ya es todo un hombre... Tobi-san es un caballero y un guerrero, realmente... él es todo lo que siempre soñé. - Suspiró al último, recordando vívidamente el día que lo conoció.

Ese día en la guerra, cuando aún era un niño, y fue rescatado por un Senju, aún sin una alianza formal con ellos; Se enamoró al instante, entrenando cada día más, para poder volverse fuerte, y poder estar cerca de su héroe.

- Él me dijo... que no sabría que hacer sin mi... pero, es al contrario, yo... yo no sabría que hacer sin él, ha sido mi meta desde que era niño... y ahora, no solo lo admiro, yo... - Sollozó, haciendo una pequeña pausa, anhelando poder decir todo eso frente al rubio. - Yo lo amo. - Susurró, cerrando los ojos, imaginando por enésima vez que decía esas palabras mirándolo a los ojos, siendo correspondido.

Kagami es un chico apasionado, quien no tiene problemas para confesar sus más profundos sentimientos, sin embargo, al convivir con Tobirama, sabe que una confesión así podría llegar a abrumarlo, incluso, a cansarlo.

Es por eso que prefiere adaptarse al carácter de Tobirama al momento de demostrar cariño; sabe que, son los pequeños detalles los que podrían llegar a conmoverlo.

- No se porque estuvo decaído... pero, ahora que se siente mejor, haré todo lo que esté en mis manos para mantenerlo así, siempre. - Explicaba, aún con los ojos cerrados, sintiendo que se quedaría dormido en cualquier momento.

- Hice trabajo extra para sorprenderlo mañana, por eso llegué tarde, lo lamento, Tobi-chan. - Explicó para su gato, quien comenzó a ronronear, como diciéndole que no se preocupara.

Clandestino: La Verdadera Historia Ninja | Hashimada, Tobiizu, Narusasu, Shiita+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora