Clandestino: La Verdadera Historia Ninja | Hashimada, Tobiizu, Narusasu, Shiita+

Capítulo 6

- Sasuke... - Susurró Naruto con tristeza, apenas audible, mirando inexpresivamente su plato de ramen.

~ ¿Porqué duele tanto?. - Preguntó para sí mismo, evitando sollozar.

Sentía sus ojos humedecerse, mientras trataba de controlar esos crueles recuerdos, los cuales solo le mostraban a Sasuke mirándolo con desprecio.

~ No puedo evitar pensar en esos ojos... - Se dijo, tragando saliva, conteniendo el llanto con éxito. ~ No puedo evitar pensar en Sasuke. - Confesó en su mente, sintiendo una peculiar sensación en su interior, semejante al frío, suspirando sin darse cuenta.

- ¿Todo bien, Naruto?. - Preguntó Minato, acercándose al menor, ya que lo había escuchado nombrar a ese niño Uchiha. - Es tu platillo favorito, ¿Porqué no has empezado?. - Preguntó por lo bajo, ocultando su tristeza.

Nada en el mundo podía lastimarlo más que ver a su hijo tan deprimido, al grado de no probar si quiera un poco de su ramen.

- Ah, cierto. - Suspiró Naruto, saliendo de sus pensamientos, levantando levemente la mirada, probando un bocado, para después forzar una sonrisa. - Gracias To-chan... está delicioso, de veras. - Indicó fingiendo alegría, sin embargo, su padre notó de inmediato que algo muy malo pasaba.

No podía engañar a nadie, esa mirada dejaba al descubierto el inmenso vacío que sentía.

~ Se que debe estar delicioso, pero... - Pensó Naruto, dandose cuenta de que no podía distinguir ningún sabor en específico. ~ No se qué me pasa... es mi favorito... tengo que estar feliz por esto... To-chan lo preparó especialmente para mi... - Se regañaba, obligándose a comer.

- Hijo... - Llamó Minato, sentándose a su lado. - Sabes que puedes contarme lo que sucede. - Explicó con una bella sonrisa, sin embargo, Naruto seguía inmerso en esa tristeza.

- Nada... yo... - El mayor Insistió con una mirada cálida, animando a su hijo a confesar. - Bueno... lo que pasa es que... aún no he podido hablar con Sasuke, y-

- ¡¿Otra vez Sasuke?!. - Regañó Kushina poniéndose de pie, golpeando en la mesa, atrayendo de inmediato la atención de ese par. - ¿Cuánto tiempo más vas a permitirte sufrir por él?. - Preguntó furiosa, deteniéndose al instante, ya que los hermosos ojos de su hijo comenzaron a cristalizarse.

Naruto detestaba que mencionaran a Sasuke solo para acusarlo, pero era su madre, y no quería discutir con ella.

- Naruto... quiero decir-. - La pelirroja se encogió levemente de hombros, a punto de retractarse y consolar a su hijo.

- Tu madre está preocupada, Naruto, eso es todo... - Explicó Minato para tranquilizar al menor, sin embargo, este ya no estaba escuchando; Realmente se ponía a la defensiva de solo escuchar que nombraban a Sasuke con ese tono de voz agresivo.

- Oigan... - Susurró Naruto, levantando la mirada, tratando de no lucir afectado ni molesto, forzando un gesto de alegría, sin embargo, su sonrisa temblaba, al igual que su voz. - Yo... no estoy sufriendo, y mucho menos por culpa de Sasuke. - Explicó, dándose ánimos inconscientemente.

Ese intento por mantenerse feliz no fue suficiente, ya que la cruel mirada del pelinegro llego a su mente, provocándole un ardor en la garganta, el cual decidió ignorar para poder continuar.

- Ya lo había aclarado antes, ¿No?. - Preguntó, fingiendo una sonrisa para tratar de tranquilizar a sus padres, sin embargo, se notaba la desesperación en esa expresión. - Él no me ha hecho nada malo. - Replicó ante el silencio de ese par, mismo que provocó que más recuerdos crueles llegasen a su mente, los cuales se obligaba a reprimir, como si fingiera que no pasaron en realidad. - De veras. - Susurró al notar lastima en los ojos de sus padres.