Capítulo 15 (Bienvenidos al Bosque Gris)

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La inspiración estas dos semanas estuvo por los cielos. 

Hice portada nueva y dos capítulos. Así que es un día llenó de sorpresas para ustedes. Espero volver a tener esta inspiración para regalarles nuevamente una maratón. Y ahora sí, no les quito más tiempo. 

Maraton 1/2

Me encuentro en la proa del barco, admirando los grandes edificios que se yerguen delante de nosotros, son simplemente... Hermosos. Es increíble que esto fue alguna vez una ciudad llena de personas y cosas maravillosas, pero que todo esto haya sido destruido por la negligencia de los líderes del mundo, por su incompetencia y descuido del planeta. Un total desperdicio.

Por años se les advirtió lo que pasaría si no actuaban de inmediato y rápido. Muchos países lo intentaron y redujeron su huella de carbono, pero otros... Bueno, simplemente el dinero era más importante para ellos. Y aunque muchos intentaron salvar el planeta que tenían, otros se dedicaron a destruirlo y henos aquí, realizando una misión suicida por la supervivencia.

Continúo contemplando los edificios, o bueno, lo que se puede ver de ellos, ya que la mitad está sumergida en el océano. En sus exteriores hay ramas y hongos de colores, hojas del tamaño de diez personas, flores exóticas y miles de malezas. Esto si es un bosque. Pedazos de pared caídas en los costados de los edificios dejan ver el interior de habitaciones con dibujos, palabras obscenas escritas en los muros y muebles desgastados.

Claramente nadie ha vivido aquí desde hace bastante tiempo.

Las ventanas, que hace mucho protegían del sol y del viento, ahora son huecos peligrosos de los cuales caer se ve bastante fácil. Los techos de los rascacielos ahora son simples agujeros donde probablemente se acumula el agua de lluvia y animales muertos. Pero me imagino la vista desde tan arriba, debe ser hermosa.

Algunos edificios están pegados unos a otros por medio de puentes a otros edificios, generando laberintos por donde el agua del océano pasa. Cuelgan cadáveres de las esquinas de los rascacielos dándole un aire tétrico pero bello al mismo tiempo.

-¿Lo imaginabas así?- pregunta Damen llegando a mi lado.

-No sé, nunca me detuve a pensar en cómo sería. Eso sí, nunca me hubiese imaginado un bosque con árboles reales- bromeo.

Él suelta una pequeña risa que no me suena muy convincente.

-Espero no estar aquí mucho tiempo. La verdad este lugar me da mala espina- opina poniendo una mueca.

Voy a responder, pero mi mente intrusiva piensa en Orión y en que desde que me dormí y volví a despertar no lo he visto por ningún lado. Ya que estamos a punto de entrar en el Bosque Gris, tener a Orión nos es muy esencial.

Al inicio, el plan era encontrar esa famosa cura que buscan los Nero por nuestra cuenta, pero ahora que tenemos a Orión él nos podrá guiar y terminar con la misión mucho antes de que los Nero se den cuenta de que estuvimos aquí.

Miro a mis alrededores y confirmo mis sospechas. No está por ningún lado.

Pregunto a Damen y me dice que tampoco lo había visto por un buen rato, aunque suena un poco distraído, igualmente no es que le importe mucho la existencia de Orión.

Me dirijo a la cabina del capitán y abro la puerta para interrogar a Nyx.

-Ey, ¿has visto a Orión?

-¿Ves esa compuerta?- señala con la cabeza- Lleva bastante tiempo ahí metido- la miro confusa, ella solo se encoge los hombros- A mi no me preguntes, él la descubrió solo.

Sin RastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora