¿Una familia?

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Baekhyun estaba en shock.

— Papá, levántate. — un niño movía su hombro.

Iba a protestar, pero una segunda voz se escuchó.

— Seong, deja a tu papá descansar. — esa voz le parecía conocida.

Sin fijarse y aún desconcertado, se levantó de la cama y para su terrible sorpresa, un niño que no conocía y su estúpido ex asistente lo miraban fijamente.

Chanyeol se acercó a él, pero Baekhyun le puso una mano en frente para que se apartará.

— ¿Qué crees que haces?, ¿dónde estoy?

Chanyeol volteo a ver al niño y luego a Baekhyun.

— ¿Qué te pasa, Baek?, estamos en nuestra casa. — dijo como si fuera obvio.

Baekhyun lo miro con el ceño fruncido.

— ¿Nuestra casa? — rio. — ¿Qué clase de broma es esta?

El niño se acercó a él y lo miro triste.

— Papi, ¿qué te pasa?

Baekhyun miro mal al niño.

— ¿Papi?, no soy tu papi, yo no tengo hijos.

Y eso fue suficiente para que Chanyeol volviera a hablar.

— ¡Baek! No le digas eso a nuestro hijo, vas hacerlo sentir mal a él y a lucesita.

Y Baekhyun sentía que en cualquier momento se lanzaría en contra de él.

Chanyeol, sin avisarle, se inclinó hacía su abultada panza y con esa acción, descubrió esa gran panza.

¿Por qué tenía una panza de embarazo?, ¿por qué un niño decía ser su hijo?, y ¿por qué su tonto ex asistente decía que eran sus hijos?

Sin avisar, se paró con dificultad de la cama y fue directo al baño que se encontraba en la habitación; cerro la puerta y se recargo en esta.

Podía sentir como su corazón latía con fuerza.

Escucho como tocaban la puerta del baño, pero aún así no abrió.

— Baek, por favor abre, me estás preocupando. — y en su voz se escuchaba esa preocupación. — Necesito ir a dejar a Seong a clases, pero no me puedo ir hasta ver que estás bien.

Baekhyun trago saliva y pensó que tal vez si Chanyeol se iba, él podía descubrir que estaba pasando, así que le contesto.

— ¡Estoy bien! Solo... — suspiro. — solo tuve una pesadilla y por eso reaccione mal.

Esperaba que Chanyeol con eso se tranquilizara, y al parecer así fue.

— Bien, pero por favor cualquier cosa avísame.

Baekhyun ya no contestó, así que se retiró de ahí.

Mientras Chanyeol y Seong salían del departamento, Baekhyun miraba su vientre. Era demasiado grande, que muy apenas podía observar sus pies.

Cuando ya no escucho ruido alguno, salió con lentitud del baño. Observo toda la habitación con temor.

¿Al caso era una pesadilla?

— No, no es un sueño, Byun. — esa misma voz que ocasionó su accidente, lo asustó nuevamente.

Volteo con temor y observo a un hombre de su estatura, con cabello negro y ese traje blanco.

— Tú... — lo señaló. — ¿qué me hiciste?, ¿por qué estoy aquí?

El hombre le sonrió.

— Esto mi querido Byun, es tu nuevo hogar. — dijo señalando la habitación.

— ¿Qué? — pregunto incrédulo.

— Como lo escuchas. Este es tu castigo por ser una persona malvada con los demás. — respondió cruzado de brazos.

Baekhyun se soltó riendo.

— ¿Yo? — se señaló así mismo. — ¿Y qué con eso?, eso no te incumbe a tí, así que devuélveme a mi verdadero hogar.

Estaba furioso.

Y ahora el hombre se solto riendo.

— No lo haré, porque mi tarea es hacerte cambiar y creeme, cuando menos lo esperes, no querrás irte de aquí. — y de un momento a otro, desapareció.

Baekhyun se quedó nuevamente en shock.

Tenia que ser una terrible pesadilla.

Salió de la habitación y observo como su ahora departamento, era muy chico, pues apenas salía a un pequeño pasillo e inmediatamente se topaba con la cocina y la sala.

Se dirigió a la mesa y observo un plato con panqueques, junto a un vaso de chocolate, y al lado de estos una nota.

"Te dejo tu desayuno. No sé que pasó hace rato, pero espero y con este desayuno, tú y lucesita se pongan felices.
Por cierto, nuestro Seong se fue triste porque no le diste su beso de despedida y tampoco se despidió de lucesita, así que cuando llegue recibelo con muchos besos."
Atte: tu querido esposo, Chanyeol.

Cuando dejó de leer la nota, sintió unos golpesitos dentro de su vientre, así que con su mano, tocó levemente la zona, sintiendo nuevamente esos golpesitos.

— ¿Tú eres lucesita? — y como si el bebé le respondiera, volvió a dar otro golpecito. — pues que tonto apodo te han puesto.

Todo era una mierda en ese momento, que no le importaba decirle eso a el bebé en su vientre.

No sabía cómo, pero definitivamente tenía que volver a su realidad, a donde él pertenecía y definitivamente no era ahí.

¡Hola! Muchas gracias por darle una oportunidad a "En otro universo" el hecho de que voten o agreguen la historia a sus listas de lectura, significa mucho para mí

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¡Hola!
Muchas gracias por darle una oportunidad a "En otro universo" el hecho de que voten o agreguen la historia a sus listas de lectura, significa mucho para mí.

Estoy tratando de dar lo mejor de mi, tanto en ortografía, redacción y en la trama, así que espero y les esté gustando la historia. Aún así en un futuro iré corrigiendo si hay algo incorrecto.

En otro universo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora