☾︎𝐋𝐮𝐚𝐫ᵇᵃʲⁱᶠᵘʸᵘ☽︎

🌗❤️‍🩹

Los iris contrastantes de ambos chocaban mientras yacían en la cama, mirándose fijamente como si trataran de descifrar lo que sus mentes maquinaban, aunque la realidad es que uno ya sabia perfectamente lo que el otro pensaba.

No hacían falta palabras en momentos como este donde el deseo mutuo abundaba, todo comenzó a tomar color cuando Baji comenzó a navegar pasivamente por los finos labios del omega, eran tan suaves y rosados que podría pensarse que de una flor de cerezo se trataba, cada vez floreciendo y tomando más fulgor en cada choque con los del contrario, choque al cual Chifuyu accedía sin meditarlo ni un segundo, ahora la vergüenza ya no existía entre ellos, ahora eran uno mismo siendo, o bueno, 3 para ser exactos.

El trazo de los labios del alfa fue bajando cada vez más por el pálido cuerpo de su prometido. El beso pareció ser dulce al principio pero Baji  comenzó a pedir acceso  con su lengua el cual Chifuyu aceptó enseguida, ambos jugueteaban con sus lenguas pero era Baji quien controlaba el beso volviéndolo más candente a cada segundo, solo se separan cuando sus respiraciones se cortaban para volver a unirse una vez mas.

Ante el deseo asfixiante de ambos, Chifuyu decidió  sentarse sobre el regazo de Baji el cual ya estaba listo e incorporado siguiendo los pasos el omega, el rubio llevó sus pequeñas manos hacia la camisa azul del alfa, desabrochando los botones y una vez terminó de deshacerse de ella por completo reaccionó por un segundo quedando estático por la vergüenza que le habían causado sus acciones apresuradas. Baji observo lo apenado que ahora estaba el chico, así que sin más llevo su manos hacia el cuerpo de Chifuyu acariciando su cintura, su espalda y finalmente su trasero.

–No te detengas, hemos hecho esto incontables veces, sabes que te deseo tanto como tú a mi, o incluso mucho más de lo que puedas llegar a imaginar –la voz del alfa sono rígida, pero realmente quería que su novio se sintiera cómodo tocando todo lo que le pertenecía.

El despojamiento de prendas entre ellos continuó, cuando finalmente estaban totalmente desnudos se podía notar en los ojos de ambos él hambre voraz, como si de una hoja en blanco pidiendo a gritos ser perturbada con tinta roja se tratase.

Ya sin poder controlar más sus instintos de alfa, Baji estampó al pequeño rubio sobre su regazo haciéndolo frotarse con la creciente flor que estaba floreciendo en el, disfrutando de la erótica vista que le ofrecía su amado.

Cada célula de su humanidad deseaba fundirse con él, lo necesitaba, necesitaba a Chifuyu gimiendo en su oído, restregándose sobre su abdomen, piel con piel, boca con boca, corazón con corazón, alma con alma.

De pronto volteó al rubio haciendo que este quedara con el trasero a la altura de su cara, dejando a su disposición la pequeña entrada muchas veces antes profanada sola y únicamente por su alfa, captó toda la atención de sus instintos más profundos... era rosada, apretada y únicamente para él, quería tomarla ferozmente pero, jamás tendría el corazón de ser tan rudo como su amado omega. La acarició despacio haciendo círculos, y penetrando con su larga y ancha lengua, mientras los melodiosos gemidos de Chifuyu salieron al aire mientras hundía su cara roja y probable sudorosa por completo en la almohada.

Sin duda alguna esta era la parte favorita de Baji, cuando su omega lloraba de lujuria llamando a su alfa, su pequeña entrada deliciosa, ya estaba lista y preparada desde hace rato, iba a poseerlo de todas las maneras posibles al igual que cada noche, cada noche en la que yacían juntos con sus cuerpos desnudos amándose, conectando y creando un vínculo inigualable y totalmente incomprensible para la mente de cualquier simple mortal.

Porque Keisuke jamás se cansaría de entregarle todo de si al que ahora amaba, podría tener a mil hombres a sus pies, pero aún así a le bastaba con un solo dedo de Chifuyu para estar complacido.