Pasaron los años. Becky era una muchacha de 14 años, la cual ayudaba a su mentora Freen a cuidar y proteger su amado bosque.
Había aprendido todo de ello, cuidar a los animales y la naturaleza. No había vida mejor que ésta junto a Freen, a quien trataba como a un familiar más.
Freen le había cuidado y protegido de todo ser viviente que intentara tocarle un pelo a Becky.Aun así, Freen sabía que no podría protegerla en todo momento. Por lo que, entrenó desde bien pequeña a la morena, en el arte místico "Laido", el uso de las katanas y cómo aprovechar al máximo, su poder más ancestral.
La mística no quería encariñarse mucho con aquella niña puesto que había perdido muchos seres queridos, en lo que sumaba toda su vida, pero quería ayudar a esa pequeña a salir adelante, a valerse por sí misma, y enfrentarse a aquellos, que la quisieran dañar.
Estaba segura de que ella lo lograría, pero aún era demasiado inocente para la vida real, pensó: "He de encontrar alguna forma de que esa inocencia, no se apodere tanto de ella".
...Becky
El día no podía empezar mejor. Me desperté con gran ánimo, sabía que sería un día igual de increíble que el resto.
Salí de la cabaña, y recorrí todo el bosque, ayudando a todo animal que necesitara protección, así también, en el mismo momento vigilé las entradas secretas del bosque, como ChamCham me enseñó. -Becky rio en voz baja.No le gusta nada que la llamen de otra forma que no sea, señorita, o Freen, pero alguna vez la picaba y se lo decía, su cara enfadada era muy linda, la verdad. Casi nunca muestra sus sentimientos, es como le digo yo, una cara de hielo, sin sentimiento alguno.
Pero alguna vez, esas pequeñas risas al yo decir alguna tontería, esos pucheros al decirle de otra forma su nombre, y hasta triste, estaba linda.
Me encanta ver sus emociones, ya que sigo sin conocer mucho de ella, alguna vez me cuenta el cómo ayudó a no sé quién, o cómo hacía otras cosas. Pero nunca me contó su pasado, tampoco conocía su edad, pero por su vocabularia, parecía bastante antigua, aunque su cara, y cuerpo decían lo contrario.
Dejando de lado a Freen, me acerqué a el centro del bosque, que era donde estaba la cabaña.El centro del bosque era grande y espacioso. En el centro residía el gran árbol rojizo, con sus hojas mágicas, estas hojas podían curar todo malestar, y heridas superficiales.
Alrededor, subsistían miles de árboles cubriendo el centro, y en esos árboles miles de criaturas, tanto mágicas, como normales, vivían en ellos.Terminé de dar de comer a algunos animales, y entré a la cabaña. Ahí me sorprendió ChamCham.
-Despertaste tan pronto?- preguntó la morena a la joven Becky.
-Realmente me costaba dormir, así que decidí comenzar la mañana alimentando a los animales- sonrió, a la bruja delante de sí.
-Eso está bien, pero no se te olvide la lección de hoy, debes "intentar".- hizo un gesto con sus dedos- Vencerme en batalla, no seré muy dura, lo prometo- Becky sonrió ante Freen, quien se tomó un poco de sorpresa esa sonrisa de la morena.
Se quitó esa idea de la cabeza, le había parecido mona, pero no era lo correcto en ese momento. Por lo que ordenó sus ideas, y la volvió a mirar. -Recoge tu katana, y comenzaremos la sesión, te espero en el círculo de piedra, debajo del gran árbol- desapareció Freen delante de sus ojos.
Aún no se acostumbraba a su poder mágico, era algo que no entendía, pero sin darle importancia, entró a por su katana, y al salir, un sentimiento raro se llenó dentro de su pecho, estaba nerviosa, quería impresionarla, puesto que, no iba a vencerla, era algo que ya tenía asumido, pero quería que viera su mejora, en el arte del iaido.
Freen
Me senté en una roca en medio del gran círculo de piedra, y medité durante unos minutos, hasta que saliera Becky.
Realmente quería que alcanzara su máximo potencial, sé que no debería importarme, pero ahora sé que no puedo dejarla sola. No hasta que YO la viera preparada.
Unos pasos tímidos me sumergieron al mundo terrenal, abrí los ojos, y la vi delante mío, sonriente como siempre, con su katana en mano.
Su sonrisa era reluciente, la tenía desde que la conocí aquella vez hace 7 años. Nunca se me olvidaría, puesto que fue un hecho que trastocó mi vida por completo, lo quisiera o no.
Decidí deshacerme de esos pensamientos y me levanté. Una sonrisa tonta se sonrió en mis labios, había crecido mucho, pero aún no lograba alcanzarme, se ve tan mona...No, no debo verla así, ella es sólo una ayudante, y yo soy su protectora y maestra. Céntrate Freen, no dejes escapar estos pensamientos tan tontos te inunden la mente -suspiró audiblemente-.
-ChamCham, ¿todo bien?- preguntó la pequeña al oír ese suspiro cansado.
-Si tranquila, estaba pensativa, ¿estás preparada Becky?- Freen miró a la joven morena, y esta misma, inclinó su cabeza en forma de "SI".
La pelea comenzó, Freen estuvo muy tranquila, controlando y leyendo todos los movimientos de la joven. Becky intentaba entrarle por sus lados flacos, pero no dejaba de protegerse de manera perfecta.
Sabía que era una oponente dura, pero Becky no quería rendirse.
Usó unos cuantos movimientos de katana, y consiguió un corte de aire, que levantó el pelo de ambas.
Becky se sorprendió un poco, no esperaba ese efecto, pero aprovechó que Freen también estaba sorprendida, y consiguió darla un golpe, la katana era de madera, así que no tenía opción de dañarla.Freen sonrió, pero se volvió a proteger. Comenzó a utilizar sus ataques mágicos más sencillos, con los que sabía que no le haría daño a la joven.
Unas raíces de planta, eran controladas por los poderes mágico de Freen, con las que enredó a Becky, y la complicaba el movimiento, como pudo, Becky iba cortando las raíces, pero eran muy resistentes.El combate concluyó con Freen ganando a Becky, era evidente el ganador, pero la bruja, estaba feliz de que Becky había mejorado tanto. El entrenamiento había dado sus frutos, y estaba contenta por el resultado.
Iban a darse las manos, como gesto de respeto, pero Becky tropezó, y se llevó a Freen.
Ambas estaban en el suelo, solo que Freen estaba encima de ella. Le tomó de sorpresa, lo que causó un leve sonrojo en la morena.Freen miró a Becky, al momento recobrando su mentalidad, y volvió a poner esa cara de hielo. Se levantó y ayudó a levantarse a la morena. Aquella conexión que siempre sentía al tocar su cuerpo cada vez se hacía más intensa, ya que una pequeña chispa les hacía conectar en una misma sintonía, como si sus cuerpos se fundieran en uno, alertando a la más mayor, aquello no era normal, algo que posiblemente debería asustarla.
No comentaron lo sucedido, pero la hechicera estaba confundida, ¿qué estaba pasando?
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Almas Gemelas | Freenbecky (+18) [PAUSADA]
RomanceDurante la época Joseon, un periodo caracterizado por la agitación política y el conflicto entre facciones radicales y políticas, la nación se sumió en la incertidumbre. En medio de este escenario tumultuoso, la princesa Rebecca Patricia, conocida...