Una tarde como otra cualquiera.
Becky y su mejor amiga, Irin, se encontraban en una taberna charlando sobre vanalidades.
La morena notaba la mirada perdida de la contraria, sabía que algo sucedía con ella, pero no quería incomodarle con preguntas que atosigasen, por lo que escuchó a la rubia hasta buscar un momento ideal.-¿Y dónde está Noey?- Preguntó la pelinegra tras tiempo en silencio.
Sabía que había dado en el clavo, la expresión de la pelirrubia cambió por completo, su pequeña sonrisa que había sido causada por un chiste de la menor había cambiado a su rostro serio, entrecerrando los ojos para suspirar, para después contestar.
-No lo sé, pregúntale a ella- un tono borde salió de los labios de la rubia, sorprendiendo a la joven morena.
¿Había pasado algo entre ellas?
Muchas preguntas se le venían a la mente, pero prefirió apoyar su mano sobre la de la rubia, mostrando su apoyo, para que pudiera contarle lo que sucedió.
La rubia suspiró, mirando a la menor, con un rostro suplicante.
Becky sonrió a su mejor amiga, agachó su cabeza a modo de "sí, dilo", para dar cabida a la respuesta de su amiga.-Noey últimamente está muy distante... casi no hablamos, cuando me ve quiere alejarse, siempre tiene una excusa para no verme. Y hay algo que realmente me está confundiendo...- hizo un pequeño parón para tragar saliva, e intentar tranquilizar su acelerada y temblorosa voz- la he visto con un chico que no es ninguno de sus hermanos o amigos que yo pueda conocer, el otro día los... los vi besarse Mon...-
Esa respuesta dejó una inquietud en la mente de la morena, sabía que ellas eran mejores amigas, pero le dolía que estuviese peleada con su otra mejor amiga, quería solucionar lo que fuera que sucediese.
-¿Cómo es que los viste besarse?- Preguntó la morena de forma reconfortante.
-Salí justo de mi casa, estuve paseando por el pueblo, escuché unas risas, y sabía perfectamente que esa risa era la de ella... Los encontré demasiado cerca, Noey tenía sus brazos entrelazados con aquel chico. Comenzaron a besarse, tiré sin querer mi bolso, cosa que ella escuchó. Creo que vio mi cara de horror, y empecé a correr, ella me siguió pero la perdí de vista...
Sé que alomejor no hice lo correcto, pero realmente me dolió-
La voz de la rubia rompió de un momento a otro y comenzó a sollozar, Becky se levantó de su sitio para abrazar a su mejor amiga, e intentar reconfortarla, una vez calmado su llanto, Irin miró a su mejor amiga.-¿Sabes lo que deberías hacer?- la menor habló- deberías decirle todo lo que sientes, y no me digas que no. Por mucho que te rechace vais a seguir siendo amigas. Pero ella agradecerá que le cuentes la verdad-
La pelinegra compartió una sonrisa para su mejor amiga, brindándole su mayor apoyo.La pelirubia seguía indecisa, era cierto que quería demasiado a Noey, tanto como amiga como su amor profundo, pero no quería perderla, tenía miedo de que si le dijera todo lo que tenía dentro, la pelinegra con flequillo le rechazara y además dejasen de ser amigas, era algo que le aterraba en sus peores miedos, pero como bien dijo Becky.
Ella se sentiría más liberada después de contarle todo lo que llevaba dentro, y además podría saber si ella siente o no lo mismo, de tirados al río, decidió contárselo, por mucho que las cosas salieran mal, todo no estaba perdido.
-J-joder, vale, ¡vale!, le diré, le diré que me gusta...- aulló de forma convenciendose a si misma, más que a su compañera de amistad.
Un grito sordo de emoción salió de la menor, cosa que hizo girarse a todo aquel que estuviera en ese lugar.
2 hombres altos se acercaron a ellas, ya que fueron vistas como unas jóvenes demasiado hermosas.-Saludos jóvenes hermosas... ¿queréis que os invitemos y nos conozcamos?- soltó un hombre de aspecto fortudo, pero con intenciones repulsivas.
Irin miró en confusión a su mejor amiga, cosa que Becky no hizo.
Aunque su altura decía lo contrario, puesto que medía 1.62 cm, su aspecto contrariaba aquella altura, un rostro de asco y repulsión salió en ella. Se levantó de su lugar, y con un lenguaje muy educado pero su tono de voz totalmente contrario mostró su enfado, por mucho que midiera, esa joven podría partir unos cuantos huesos de esos hombres en cuestión de segundos.
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Almas Gemelas | Freenbecky (+18) [PAUSADA]
RomanceDurante la época Joseon, un periodo caracterizado por la agitación política y el conflicto entre facciones radicales y políticas, la nación se sumió en la incertidumbre. En medio de este escenario tumultuoso, la princesa Rebecca Patricia, conocida...