5. Amistades inseparables

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Como un silbido de un pájaro en la mañana, el tiempo pasó igual de rápido.

La joven, ya no era tan pequeña, Becky tenía 20 años, a ojos de su protectora Freen, se veía realmente hermosa.
Toda su piel había cambiado, la etapa de la adolescencia poco a poco iba desapareciendo en ella. Era mucho más alta, y tenía el pelo más largo incluso que Freen.

Freen estaba muy orgullosa de Becky, tanto de su cambio físico, como mental, su mente estaba más asentada que de pequeña.

Comprendía las inmundicias del mundo que la rodeaba, aunque seguía siendo muy bondadosa y sensible, cosa que aún le daba miedo a la hechicera.

Había momentos que temía que algo le pudiera pasar, y no quería imaginar su sufrimiento, porque si, ella se había encariñado de esa joven, no podía estar ningún día sin ella, porque se sentía vacía y sola.

Era un motivo que aún le daba miedo, siempre fue una chica muy seria, de rostro y personalidad helada, no le gustaba mostrar sus sentimientos más ocultos, y siempre que lo hacía, acababa mal. Pero había aprendido las lecciones, ella sabía lo que tenía que hacer, si algo o alguien, le quisiera hacer daño a Becky, cosa que jamás permitiría que sucediera.

Becky

Me desperté un día más como otros, desayuné un delicioso pan tostado con mermelada natural, que me había cocinado ChamCham. Últimamente está demasiado gentil y atenta conmigo, no entiendo la razón, pero siempre es agradecida la atención de Freen.

Terminé de desayunar, y empecé mis quehaceres, lo que usualmente hacía desde que Freen me encontró a los 7 años. Dar de comer a los animales, ayudar por si uno tuviera problemas, proteger las entradas del bosque, y caminar por él.
Hoy estaba realmente emocionada, llevaba 1 semana sin ver a Irin, y moría de ilusiones de verla, no pude ir puesto que me enfermé del estómago, y Freen me cuidó durante esa semana.
Justo fue mencionarla, y ella apareció frente a mí.

-¿A dónde vas Becky?- sonrió entre una gran sonrisa que la hacía verse hermosa.

-Voy a ir al pueblo, me encuentro mucho mejor gracias a tus cuidados, estaré un rato por allá- asentí formando una pequeña risa contagiosa.

-Te recuerdo, que no debes confiar tanto en las personas, ya que nunca vas a saber cómo son realmente, y cuáles son sus propósitos- comentó Freen.

-¿A qué viene eso?- cuestioné con un tono confundido.

-Becky, sé que tienes una amistad en el pueblo, sólo te estoy advirtiendo, no es que no te deje tener amigos, es sólo, que no confíes ciegamente- se acercó hasta mi lugar, acariciando gentilmente mi cabeza.- Sabes que sólo me preocupo por ti, ¿sí?-.

Asentí de forma dulce.
-Lo sé, pero ella es de fiar, no te preocupes, siempre he tenido mucha precaución en mostrar quien soy-.
Freen me sonrió al igual, devolviendo aquel gesto.
-Está bien, sólo te digo, nunca pienses que todo ser amable es bueno, debes tenerlo en cuenta-

Asintió con firmeza, tomando mí cuerpo en un abrazo caluroso.

Partió al pueblo mediante el camino oculto, compró lo que hacía falta y se fue a su lugar "especial", para encontrarse con Irin.
Justo cuando llegó, ya estaba la rubia esperándola.
Se sumergieron en un cálido abrazo, mientras Irin gritaba de emoción al ver a su amiga.

-¡Mon!, ¿qué te pasó que no viniste por 1 semana?- preguntó una Irin preocupada.

-Me enfermé, y mi hermana me cuidó hasta que estuviera sana al completo, por eso no pude venir antes- sonrió de forma dulce.

-¡Qué lástima!, jope, siempre hablas de tu hermana, pero nunca la he conocido- suspiró la rubia esperando la respuesta de la morena.

-No le gusta mucho salir de casa, y realmente le preocupa que pase mucho tiempo fuera de esta, ya que está algo obsesionada con eso- rió de forma audible.

Almas Gemelas | Freenbecky (+18) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora