Becky
Alisté varias de mis pertenencias en una maleta casera, era rústica y sencilla, fue un regalo de Freen que me regaló años atrás, pensaba que jamás lo utilizaría, puesto que nunca salía del bosque, pero esta situación era diferente.
Noey tenía después de mucho tiempo vacaciones, quería disfrutarlas junto a Irin y junto a mí, habían encontrado un lugar algo lejano de nuestro poblado, aún la lejanía el lugar parecía muy acogedor.
Tuve que rogarle casi de rodillas a Freen para tener su permiso.Desde que comenzamos a salir se volvió el triple de protectora, sabía que me quería, pero llegaba a momentos que podría ser algo estresante.
Aunque no me quejaré, tengo a la mujer más bella y perfecta del mundo como mi pareja. Además de ser mi cuidadora, protectora y amiga.Visualicé la salida tímida del sol entre las nubes que oscurecían el hermoso cielo celeste, una mano tímida se posó en mi hombro, llevándome así un pequeño susto de mi parte, una risa audible se escuchó justo detrás de mí.
-Pensé que me habías escuchado, ¿tanto te asusté mi amor?- Sugirió la hermosa hechicera que se encontraba justo a mis espaldas.
Hay veces que odiaba su humor tan infantil. Pero la adoraba, además ese pequeño y hermoso apodo que me puso se me hizo bien tierno, suspiré de forma audible cuando sentí sus brazos rodeando mi cadera y su barbilla colocada en mi hueco del cuello, un pequeño sonrojo se hizo denotar en mis mejillas.
-Te ves hermosa incluso sonrojada, ¿lo sabías?, pequeño y hermoso tomatito- Comenzó a dejarme un rastro de besos castos por toda la mejilla, hasta que siguió por mi cuello, saliendo un resoplido sin constancia de mis labios, dándome cuenta segundos después de aquello.
Me alejé más roja que un tomate, de verdad, Freen sabía cómo y dónde tocar, es impresionante.
-Cham, estás demasiado melosa...- susurré en un tono que pensaba ella no me escuchó.
-Es normal Bec, ¡te vas a ir por toda una semana!, ¿qué voy a hacer sin ti en tanto tiempo?, no podré recargar mis emociones en tu hermoso y delicad-...-
-¡Freen!- Una carcajada salió de la hermosa azabache, sabía cuándo y cómo molestarme, lo hacía tan evidente, además siempre lo decía de una manera tan directa y sin tapujos, qué llevaba a tomarme de sorpresa.
Freen se dirigió a mi lado agarrando mis mofletes, los cuales estaban más abultados por los pucheros que realizaba.
-No te enfades, ¿si?, es que piénsalo... Estar 1 semana sin sexo va a ser difícil...- Un puchero salió de sus labios.
Volví a entornar mis ojos mostrando mi cabreo emergente, ¿acaso sólo me quería para eso? Una mirada amenazante fue directa a la hechicera, esta misma, supo de su error, el que quería cambiar de inmediato.
-¡Becky, Becky!, espera, lo dije de broma, bueno a ver, no es broma del todo, pero te quiero, y sabes que no es sólo para ESO...- trató de excusarse con su rostro asustado.
-Lo estás estropeando más...- sonó la voz de la morena con apéndices de cabreo.
-Lo siento mi pequeña... de verdad soy una tonta, no te enfades por favor, lo dije así sin pensar, tonta, tonta, tonta- repitió aquella última palabra dándose pequeños golpes en su cabeza.
-Repítelo otra vez...- susurré mediante un pequeño suspiró cargado de un miedo, temor a que ella sólo me quisiera para eso.
-¿El qué...?- se mostró con un rostro aparentemente confundido.
-Que no me quieres sólo para satisfacer tus deseos sexuales...- me crucé de brazos esperando una respuesta.
La hechicera se acercó hasta la joven, quedando justo rostro con rostro, muy cerca cada uno. Agarró y posó su mano con cuidado en su mentón para que la joven observara a su mayor. Con su otra mano, sujetó con fuerza la cadera de Becky, para acercarla más.
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Almas Gemelas | Freenbecky (+18) [PAUSADA]
RomanceDurante la época Joseon, un periodo caracterizado por la agitación política y el conflicto entre facciones radicales y políticas, la nación se sumió en la incertidumbre. En medio de este escenario tumultuoso, la princesa Rebecca Patricia, conocida...