Capitulo 14

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-Basta ¡En serio lo digo!-mis palabras salieron en un grito.


Christopher sonrió mientras intentaba alcanzarme del otro extremo de la mesa. Me moví un paso hacia la derecha mientras que el dio uno hacia la izquierda.


-Vamos, bebe. Deja de ser tan infantil, por dios.


Eleve mis cejas mirando incrédula.


-¿Disculpa? El único infantil aquí eres tu-dije echándole la lengua. Bien, eso no había sido lo mas adulto que pude llegar a hacer.


-Si lo que te preocupa es por las personas que trabajan aquí. Sabes perfectamente que no hay nadie, es el día del trabajador y todos disfrutan de su día de descanso. Ademas sabes perfectamente que mi madre esta en una de esas reuniones de viejas tomando el café.


Me detuve a pensar, si, tenia razón, las posibilidades de que alguien entrara por esa puerta el día de hoy eran mínimas aunque aun estaban ahí flotando en el aire.


Pegue un gritito cuando sentí dos palmas en mi cintura. Y odie esa manía que tenia de pensar y quedarme imovil.


Christopher estaba detrás de mi, intente zafarme de su agarre pero en ese momento el castaño me envolvió en sus brazos y hundido su cabeza en cuello. Una larga carcajada salio de mis labios intentando salir de su agarre.


-¡Chris!-chille-Basta-rogué.


En un cerrar y abrir de ojos el chico me había dado la vuelta, y ahora nos encontrábamos frente a frente, subí mis manos hacia su pecho, sus ojos grises no se apartaron de los míos.


-¿Que miras?-pregunte cuando su vista se hizo mas penetrante sobre la mía.


El sonrió.


-Eres hermosa...


Rodé mis ojos-Oh, vamos-dije alargando las palabras aunque sabia que un leve rubor se expandía por mis mejillas-Vas a hacer que parezca un tomate andante.


Chris rió.


-Bueno, a decir verdad ya pareces uno, aunque muy adorable.


Sonreí mientras escondía mi rostro en su pecho, aspirando su aroma. La semana había ido demasiado bien a su lado luego de la pelea con la no-perra de Rebecca y sus estúpidos padres. Me quede un rato allí en el pecho del castaño mientras sentía como este jugaba con mi cabello.


Tome una bocada de aire y la solté suavemente.


-Tengo una pregunta estúpida-dije.


-¿Que sucede, bebe?-pregunto.


-¿Huelo a melocotón y vainilla?-pregunte.


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