Capitulo 2

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-¡Christopher!—Grito Avril yendo hacia mi dándome un pequeño abrazo-Viniste

-Te prometí que nos veríamos hoy ¿Qué haremos?

-Bueno, antes de todo tengo que ir a bañarme-musito la chica

-¿Bañarte? ¿En tu casa?

-Emmh, si…digamos que más o menos-tomo mi mano-sígueme.

Caminamos unas cuantas cuadras en silencio cuando nos detuvimos en lo que era un restaurante-

-Corre una vez que te diga ¿De acuerdo?-asentí sin saber que mas hacer, tomo mi mano y entramos al restaurante, ella miro a ambos lados y luego apretó su agarre-Corre-susurro. Luego juntos atravesamos con cuidado el gran restaurante hasta un pasillo que al final de este se encontraba una puerta.

-¿Aquí?

-Si, entra allí, miedoso-entramos y observe la habitación. Si, esto era un baño.

-¿Esta no es tu casa, no?

-Mi casa está muy lejos de aquí, vivo en una gran mansión que está en la ciudad principal de New York-me miro seria, contuve el aliento y luego estallo en carcajadas, reí con ella-Dios Chis, no tengo una casa.

-¿Dónde duermes?

-Con mi hermano, adonde sea. Si duermo 3 horas a la noche es mucho. A veces solo me recuesto y Nick duerme. Pero otras veces Nick nunca llega y me pasó toda la noche sola o a veces solo toco mi dulce amiga toda la noche.

-¿Tu amiga?

-Mi guitarra, tonto-rio-Ahora si no te molesta, iré a lavarme el pelo-sonrió

-¿En dónde? No veo ninguna ducha aquí

-Allí-señalo una pileta blanca en la esquina del baño

-Oh…-solo salió de mi boca. Pero eso solo me hacía pensar que no era la única vez que ella había hecho esto. Avril se acerco al grifo y sumergió su cabeza en el interior de la pileta, el agua comenzó a inundar su sucio cabello.

-Ah! ¡Esta helada!

-¿Necesitas algo?-pregunte atónita observándola. Me lastimaba verla así, sabiendo que mis baños eran en una tina gigante cubierto con las mejores lociones y espumas del mercado, pero a pesar de todo ella sonreía divertida.

-Si, en mi bolso, hay un frasco con Shampo ¿Me lo pasas?-me acerque a su bolso y abrí el único bolsillo que tenia este y al revisar saque un pequeño frasco que tenía una pequeña cantidad de aquel producto de higiene. Lo tomo y me acerque a ella-Aquí tienes Avril-se lo tendí y ella lo tomo.

-Gracias Chis-coloco una diminuta cantidad del producto en su pelo y lo refregó, levanto su rostro y me miro, un poco espuma ya se hacía notorio en su cabello-No es tan malo después de todo.

-¿Tienes frio?

-No, estoy acostumbrada-se encogió de hombros yo solo hice una pequeña mueca, ella sumergió su cabeza una vez más en la fría agua y luego que esta se había llevado el Shampo cerró el grifo y escurrió su cabello-Bien, vámonos antes que Rick nos vea.

-¿Rick?

-Si, el supervisor del lugar, dijo que si me veía una vez más llamaría a la policía

-Oh…-sujeto mi mano luego de agarrar su bolso y guitarra y salimos pero en el momento que recorríamos con cuidado el restaurante…

-¡Avril!-gire mi rostro y un hombre se acercaba furioso a nosotros

-Diablos. ¡Corre Christopher!-y así lo hicimos unas cuantas cuadras hasta perder de vista al hombre

-Dios…-musito la chica-Jajajaja! Eso fue gracioso-la mire con la respiración agitada incrédulo

-¿Gracioso?-dije horrorizado-Ese hombre nos iba a matar

-Jajaja, tu rostro, ¡Dios Chis! Fue divertido. Es bueno ponerle un poco de adrenalina un poco a tu vida-sonrió con sus perfectos dientes blancos. Tenía una perfecta dentadura, sonreí con ella.

-Si tú lo dices…-rodé los ojos.

…..

-Gran día…-dije bajando del colectivo

-Si, he juntado suficiente dinero para la cena de esta noche-dijo observando sus monedas-¿Necesitas algo de dinero?

-¿Qué? No, no te preocupes-sonreí

-Bien, gracias Chis-se acerco y me dio un pequeño abrazo que recibí con gusto

-Eres una chica perfecta-susurre en su oído

-Claro que no

-Oh, claro que si

-Tu eres un chico perfecto

-Entonces… ¿Juntos somos los amigos perfectos?

-Oh…supongo ¿somos amigos?-pregunto con un brillo en sus ojos

-Claro que sí. Seremos los mejores-esta se tiro nuevamente en mis brazos y beso mi mejilla

-¿Lo prometes?

-¿Qué cosa?

-¿Prometes estar conmigo, ser mi amigo pase lo que pase?

-Lo prometo Avril-sonreí y nos abrazamos nuevamente.

Ya no podía alejarme de ella, y nadie lo impediría. 

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