Capitulo 4

237 32 2
                                    

*1 semana después*

-Chris…

Tome mi bolso, ignore la voz de mi madre. Ya sabía por dónde iba a empezar otra vez. Me dirigí a la cocina y ella me siguió el paso, tome una manzana del centro de la mesa y le di un mordisco.

-Christopher…

Ignórala, Chris. Ella no es quien para mandarte, tú ya eres mayor de edad, tu puedes hacer lo que quiera. Me dije a mi mismo comenzando a silbar y caminar en dirección hacia la puerta principal.

-¡Christopher Edward Thompson!-pare en seco. Bufe y gire mis ojos para luego mover mi cuerpo en dirección a mi madre-¿Qué te sucede? ¿Por qué ahora te desapareces todo el día y vuelves en la noche? ¿Quién te está cambiando chico? Oh dios mío…No estarás en las drog…

-No mamá ¡No! ¿Drogas?, sabes perfectamente que yo jamás me drogaría. Mamá, como siempre te lo digo. Ya soy mayor, quiero conocer el mundo madre.

-Pero Chris. Desde que tu padre murió…no has estado tan cambiado

-¿Qué tiene que ver mi padre en todo esto mamá? Ya déjame en paz-me gire y seguí caminando

-¿Te irás en taxi?

-No madre. Me iré en colectivo-dije rápidamente saliendo por la puerta. Deje escapar un gran suspiro y haciendo oídos sordos a los gritos que pegaba mi madre diciendo que me detuviera.

Baje del colectivo media hora más tarde masticando un chicle de menta que había comprado de un vendedor ambulante. Al instante escuche una dulce melodía venir desde un lugar no tan lejano. Sonreí al saber de quién le pertenecía aquella hermosa voz. Y no estaba equivocado visualice a Avril alrededor de una pequeña muchedumbre acompañada de su hermano Nick, el se había recuperado de los golpes que le habían dado aquel hombre llamado Charlie. La chica sonrió en mi dirección sin parar su canto, aquella canción de Beyoncé. Sonreí y me acerque esperando a que terminara el último verso y todos aplaudiéramos, algunos de ellos colocando dinero en el sombrero que estaba frente a ella.
Poco a poco las personas fueron alejándose quedando solo nosotros tres.

-¡CHRIS!-chillo Avril tirándose a mis brazos, el cual respondí con gusto.

-Cuñado…-dijo Nick a lo que la morocha respondió fulminándolo con la mirada. Ambos reímos y me acerque a él para chocar nuestras palmas.

-¿Y, que haremos hoy?-pregunte frunciendo un poco el seño. Los hermanos se miraron entre si y sonrieron con malicia.

-Iremos a la panadería del tío Jack-dijo la chica

-¿Tienes un tío?-pregunte incrédulo

-Mhh, algo así…-dijo Nick golpeando levemente mi espalda.

Caminamos unas cuantas cuadras. Yo cargando la guitarra de Avril, a decir verdad era un poco pesada. Ella caminaba dando pequeños saltos tarareando una canción ¿Acaso no se le secaba la garganta de tanto cantar? Sonreí, amaba tanto su voz. Nick solamente venia contando chistes los cuales no entendía ni uno, pero me reía de todas formas.

-Bien, llegamos. Allí es-Avril señalo una panadería con un gran cartel “TIO JACK”, oh. Así se llamaba el local.

-¿Y qué haremos aquí?-mire incrédulo hacia su dirección

-Robar-dijo rápidamente Nick. Mire a Avril y ella rodo los ojos.

-No se le llama robar. Se le llama sobrevivir. Tengo mucha hambre y no me arriesgare a desmayarme. Se lo pedimos prestado, luego un día…se lo devolveremos-sonrió.

-Mh…entiendo-dije en un susurro ahogado. Si mi madre se enterara que estoy haciendo esto seguramente me mandara a una escuela de curas.

-Bien, entremos Thompson. Cuando yo te diga “Corre”. Tu corre sin importar lo que suceda-dijo Nick a lo que asentí

Todo Cambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora